Aniversario: 24 años de la muerte de Nahuel Moreno (1987-2011)

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Construir un partido de masas

Esta fue la gran tarea que Moreno tuvo como norte durante su vida militante. Como todos los 25 de enero le rendimos homenaje al fundador de nuestra corriente.

Moreno siempre empujó por sacar al trotskismo del debate meramente intelectual y pegarlo a los trabajadores, sus luchas y necesidades. Lo hacemos desde una óptica que entendemos revolucionaria: reivindicando aquellos pilares teórico-políticos a los que les reconocemos vigencia que son parte de su legado. Asimismo, queremos transmitir que este homenaje nada tiene que ver con el culto a la personalidad ajeno a nuestra tradición. De todos los aportes que todavía hoy reconocemos valederos, queremos destacar la obsesión de Moreno por hacer del socialismo revolucionario una corriente política de masas.
Siempre resulta difícil abordar estos artículos de carácter histórico. Sabemos que la joven militancia de nuestra fuerza, como así también los lectores independientes de Alternativa Socialista no conocen toda la rica trayectoria de nuestra organización sintetizada en parte por la actividad política del propio Moreno a lo largo de su vida. Pero vamos a evitar la fría cronología y como primera aproximación al personaje queremos señalar un rasgo destacado: la pasión por la actividad revolucionaria y especialmente por penetrar entre los trabajadores expresando en política sus aspiraciones más sentidas. Le tocó un período donde el espacio político para los revolucionarios y el programa del socialismo mundial eran acotados. Atravesó las diversas etapas de la lucha de clases en nuestro país y el mundo, teniendo que enfrentar la realidad de que el estalinismo, las corrientes foquistas e incluso movimientos como el peronismo, ganaban adhesión y peso de masas. Así, desde la década del 40´ el morenismo en condiciones adversas en general, se hizo fuerte aprovechando cada oportunidad que ofrecían los procesos de lucha de clases. El sentido de la oportunidad es una de las claves de la corriente que el construyó.

Combatir el sectarismo

Dos premisas rectoras sobre las que machacó insistentemente Moreno en toda su vida fueron que siempre el partido tiene que reflejar las necesidades del conjunto de la clase obrera y el pueblo, y no únicamente de su vanguardia. Esta cuestión sigue siendo un debate de concepciones en la izquierda de nuestro país y de todo el mundo: nosotros combatimos el “vanguardismo” que se ordena por el “todo o nada” en el que muchas veces caen por falta de experiencia las nuevas camadas de luchadores y del que hacen ideología algunos grupos y partidos. Siempre, siempre hay que ordenar la política revolucionaria reflejando las necesidades globales del conjunto de la clase con el objetivo de movilizarla contra la patronal, la burocracia y los gobiernos de turno. Por otra parte, Moreno decía que había que combatir duramente las tendencias sectarias al interior de nuestra corriente y también en el activismo obrero, popular y juvenil. La unidad es clave para lograr construir fuertes alternativas con peso masivo para provocar transformaciones sociales: “¿Por qué somos pesimistas sobre que nosotros solos lo hagamos? (la revolución socialista) Porque ni siquiera la Revolución de Octubre fue hecha por el Partido Bolchevique solo. Esto es bueno que lo digamos, porque pocos lo recuerdan. Primero se unieron a la Interbarrial de San Pe-tersburgo, donde estaba Trotsky y que tenía varios miles de los mejores activistas obreros de la Capital y que después fue de lo mejor del Partido Bolchevique. Hubo una unidad entre febrero y octubre. Entraron al Partido Bolchevique, [de la misma manera en que] pudieron haberse unido; no fue sólo el Partido Bolchevique. Pero para tomar el poder se unieron a los Socialistas Revolucionarios de Izquierda. (…) No vemos la menor posibilidad de que nuestros partidos por sí solos se desarrollen, se desarrollen, se desarrollen, y lleguen a dirigir la revolución. Nosotros en esta etapa vemos imposible a esta variante”. Esta afirmación cobra en esta etapa histórica de crisis capitalista civili-zatoria un renovado valor como eje de referencia político.

Transformar la realidad

En este punto, la batalla política de Moreno dejó profundas huellas en nuestra historia militante. Intentó todo tipo de acuerdos y variantes unitarias para desarrollar una perspectiva de transformación social en el país y en todo el mundo. Nuestra corriente tiene expresiones en partidos, corrientes, grupos y dirigentes en todo el mundo. Insistió una y otra vez con la necesidad de construir con perspectiva de masas, construir con esa aspiración en política confianza en el propio programa y en los pueblos del mundo que peleaban y lo siguen haciendo de forma incansable. Con esta clave educó como principal dirigente a generaciones de cuadros y militantes de nuestra corriente. Y si un aspecto tenemos para reconocer completamente vigente hoy, es esa obsesión por hacer de nuestros partidos y grupos, corrientes políticos con verdadera influencia capaz de impulsar revolucionariamente la lucha de los pueblos por una sociedad más justa: el socialismo.
Otra vez entonces, y con enormes desafíos presentes para encarar en esta etapa, te decimos camarada Nahuel ¡Hasta el socialismo siempre!

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Moreno en primera persona

Mariano Rosa


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