Desde Nueva York, Cristina anunció que la multinacional Monsanto se instalará en Córdoba. Mientras sus productos son prohibidos en Europa y otros países, el gobierno Nac&Pop profundiza su modelo de saqueo, instalando en la cuna de la desforestación, a uno de sus principales responsables.
Inmediatamente hecho el anuncio, los voceros del gobierno se esforzaban por aclarar que el objetivo de la inversión que haría Monsanto en Córdoba, no estaba destinado a la fabricación de agroquímicos, sino simplemente a la producción de semillas de maíz genéticamente modificadas, para resistir los potentes agrotóxicos, que fabrica también Monsanto. Esta urgencia se debe a que el gigante contaminante, es mundialmente conocido por su total desinterés en lo que respecta a la vida humana y su entorno. Apadrinados por halcones de la talla de Bush padre y Donald Rumsfeld, Monsanto es la productora y dueña de las patentes del 90% de los transgénicos producidos en el mundo. Se encuentra en una guerra sin cuartel por hegemonizar la producción mundial de alimentos, modificando semillas e imponiéndolas en el mercado, avanzando a través de sus patentes en el cobro de tributo por el uso de la propiedad intelectual y controlando así totalmente la producción de alimentos en zonas cada vez más vastas.
Veneno, ganancias y muerte
Monsanto además de desarrollar el glifosato, ha sido de los más entusiastas productores del cancerígeno PCB y hasta del Agente naranja, usado por Estados Unidos en la guerra de Vietnam, y todos ellos responsables de miles de muertes. Un ex presidente de la firma declaraba años atrás: “La biotecnología es una herramienta. En si misma no es ni buena, ni mala. Se puede usar bien o muy mal”. Las miles de demandas presentadas contra esta multinacional en todo el mundo, responsabilizándola de falsificar estudios de impacto ambiental, de causar la muerte y enfermedad de miles de personas, de ocultar las mortales consecuencias de los productos que vende y de contaminar millones de hectáreas de campo, son una muestra de lo que genera la biotecnología en las manos equivocadas, las del capitalismo. Siempre obsesionados en extraer la mayor cuota de ganancia sin preocuparse por los “efectos secundarios”, sean estos vidas humanas o el propio planeta.
Fuera Monsanto de Córdoba y Argentina
Córdoba viene sufriendo los embates del modelo Agrominero- exportador con el que el kirchnerismo y los gobiernos provinciales entregan nuestros recursos naturales. En pocos años el bosque nativo se redujo en un 95%, esto ha generado una sequía sin precedentes y ha llegado también sobre las ciudades, como lo demuestra el juicio de los vecinos de barrio Ituzaingó contra las fumigaciones ilegales, responsables de numerosas muertes, a pocos kilómetros de Malvinas Argentinas, donde planean instalar Monsanto. Para sumarte a la campaña escribinos a: fueramonsanto@gmail.com