Aquí están, estos son… Los soldados de Monsanto y de Chevron

Spread the love

En los medios hacen que se pelean. En realidad los debates que denuncian tener son secundarios. En lo fundamental del rumbo estratégico de la economía del país están de acuerdo. Son los presidenciables “modelo 2015” de la política tradicional: Scioli, Massa, Macri y los candidatos de UNEN. Absolutamente todos bancan los pilares del modelo consolidado en la década K de la mano del agronegocio y la perspectiva de un desarrollo a gran escala del fracking. En este artículo explicamos esa relación orgánica y en especial nos vamos a detener en las operaciones de cobertura “progre” montadas por el oficialismo nacional. 

En los últimos quince días se los pudo ver en el tercer encuentro del ciclo “Democracia y Desarrollo” organizado por Clarín. Allí Binner, Massa y Cobos discutieron que el acuerdo YPF-Chevron no alcanzaba para seducir inversión capitalista para desplegar fractura hidráulica hasta en el último centímetro de territorio disponible. “Se necesitan mayores incentivos y/o previsibilidad”. En buen castellano significa: más condiciones leoninas para el país. La semana anterior, los mismos actores fueron conferencistas en el congreso anual de AAPRESID y coincidieron a coro en las “ventajas comparativas del negocio del campo y la biotecnología para Argentina”. Grobocopatel y representantes de Monsanto, Cargill, Nidera y otras corporaciones aplaudían desde la primera fila a rabiar. Scioli hizo trascender que esperaba un rápido acuerdo con los buitres de la deuda para avanzar en una propuesta de plan a 10 años con una inversión de 20 mil millones de dólares en explorar gas y petróleo no convencionales en Argentina. Los presidenciables de la política tradicional recorren estos foros en una suerte de casting político donde los dueños del país secuestrado por el extractivismo, a saber, las grandes corporaciones del saqueo y la depredación eligen a los mejores gerentes de sus negocios desde el gobierno nacional.

La receta del modelo nac&pop: guiño a izquierda y giro a derecha

Pretenderse antiimperialista y acordar con una de las peores multinacionales yanquis es una contradicción evidente. Para salvar ese escollo, el kirchnerismo apeló repetidamente al recurso de encubrir con maniobras políticas falsamente progresistas orientaciones francamente reaccionarias. Así fue con el caso YPF-Chevron. Primero se dijo que la expropiación de YPF a Repsol abriría el camino a la soberanía energética. Sin embargo, no solamente se indemnizó con casi 10 mil millones de dólares a la corporación española de conducta criminal en Argentina, sino que además se fijó para YPF el rango de “sociedad anónima” y por tanto en condiciones de celebrar contratos bilaterales con capital privado sin injerencia del estado, ya que ser “sociedad anónima” supone gozar de ese privilegio de impunidad capitalista. En aquél momento, lejos de los cantos de sirena que sedujeron a tanto progresista suelto, nosotros desde estas mismas páginas alertamos: la estatización es trucha y parcial, se prepara el ingreso de alguna corporación al saqueo del petróleo. El desembarco de Chevron y la fiebre por Vaca Muerta revelaron finalmente esa orientación inicial: echar a Repsol para reprivatizar con Chevron y el ingreso del fracking a gran escala en el país.

Modelo nac&pop versión agronegocios: Ley de Semillas y la trampa de la coexistencia

En la edición anterior de este quincenario explicamos el contenido esencial del anteproyecto de Ley de Semillas y la maniobra que se estaba montando para hacer pasar este verdadero “estatuto legal del coloniaje”. En concreto: como la escalada de antipatía y percepción social anti-Monsanto crece, el kirchnerismo discutió la aplicación de su receta predilecta también a este debate. Para eso montó una superestructura con presupuesto millonario –la secretaría de agricultura familiar-; lo nombró a Pérsico –dirigente del Movimiento Evita- como funcionario a cargo a cambio de que aquél cooptara a la dirección política del MOCASE (VC) y el MNCI –organizaciones de base en Argentina de la Vía Campesina- para sacarlos de pista en la movilización contra la Ley de Semillas o “Monsanto” a cambio de prebendas estatales y una muy limitada concesión legal en el último anteproyecto de Ley. Se rumorea que el oficialismo estaría preparando para setiembre una Ley de agricultura familiar como la frutilla del postre de la maniobra distractoria. Claro, esta claudicación histórica de organizaciones que siempre combatieron el agronegocio, necesita una cobertura ideológica que la justifique: la estafa de la convivencia entre el agronegocio y la agricultura familiar. Es decir: la pretensión de que pueden convivir “armónicamente” el almacén de la esquina y Carrefour sin problemas. Ese es más o menos un paralelismo que explica la naturaleza de la maniobra.

Por una corriente de opinión contra la Ley Monsanto y la coexistencia

La tarea inmediata más urgente es desmontar políticamente la “cobertura por izquierda” que se está haciendo de la Ley Monsanto para patentar las semillas en Argentina. Para eso, hay que denunciar lo que ocurre y ubicarse en consecuencia en un terreno de intransigencia total sobre la ideología de la “coexistencia Monsanto-Agricultura Familiar”. Por eso, y aunque se trate de criticar duramente a su dirección –no a su militancia de base- tenemos que hacer saber en el movimiento socioambiental que la Vía Campesina está colaborando en América Latina con el saqueo de las transnacionales en el campo. De allí que es una contradicción “rechazar la Ley Monsanto” y a la vez “reivindicar la perspectiva de la Vía Campesina” como se difunde en un documento firmado por Marea Popular, la Darío Santillán y GRAIN –entre otros. Precisamente las organizaciones de base de la VC en Argentina participaron en la redacción del último anteproyecto de Ley de Semillas incorporando algunos artículos secundarios. Y lo más nefasto: si las organizaciones de la Vía Campesina “colaboran” con los anteproyectos de ley, por supuesto, dejan de combatirlo en las calles y criticarlos en todo lugar. Asimilación total al aparato del agronegocio de los dirigentes de esos colectivos.
Nuestra perspectiva es confluir en una gran campaña nacional y latinoamericana contra la Ley Monsanto y –también- contra la falsa ideología de la “coexistencia del agronegocio y la agricultura familiar”. En esto completa unidad, apertura, pluralidad y nitidez en el planteo.
El próximo 29/8 la Red Ecosocialista en todo el país desarrollará una jornada nacional contra esa legislación y orientación político-productiva de saqueo y entrega de nuestro país.

Mariano Rosa

redEcosocialista


Publicado

en

por

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *