Deuda y buitres: Desacatar a los usureros

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Sólo los diferencian pequeños matices. Desde la oposición, hasta el gobierno todos quieren pagar y los buitres cobrar una deuda ilegítima. Por eso las peleas, declaraciones en la ONU, peticiones de declarar desacato… son puro artificio. El problema es que en el medio está el pueblo argentino, que sufre las consecuencias de esta sangría.

En los últimos días el tema del pago de la deuda ha vuelto a primer plano. Estuvo en la base del discurso de Cristina en la ONU, incluso con algunas frases incómodas para las relaciones con el imperio. Ocupa los titulares de los diarios y desvela a la oposición tradicional.
A simple vista pareciera haber posiciones encontradas y bien definidas entre los distintos actores: los fondos buitres queriendo cobrarse el 100% a como dé lugar. Cerca, muy cerca suyo la oposición burguesa de nuestro país reclamando al gobierno que pague sí o sí cumpliendo el fallo de Griesa para hacer buena letra con EEUU. Ahora Griesa declara a nuestro país «en desacato»; con ello presiona para asegurar el pago a los buitres. Por último el Gobierno que pretende seguir sacándole rédito político (y por qué no político-electoral) a su posición de, pago pero mientras tanto proclamo «patria o buitres», que algún rédito coyuntural le está rindiendo en tanto y en cuanto el pueblo ve con muy malos ojos a los buitres y al pago de la Deuda a los mismos.

Las dudas de Griesa

Presionado por distintos sectores del imperialismo y el capitalismo en general, que mantienen diferencias tácticas con el modo de actuar de los buitres, que en su afán de cobrar sus propias deudas termina perjudicando al resto de los acreedores y ahogando a estados acreedores, mientras la estrategia global del imperialismo es mantenerlos siempre como deudores, para así someterlos política y económicamente durante años… mientras siguen pagando todo lo que puedan. Por esta razón es que la semana pasada autorizó el pago de U$S 5 millones de dólares, mientras el gobierno argentino presiona para que autorice el pago de los U$S 200 millones que vencen esta semana.

Cristina quiere pagar

Más allá de los encendidos discursos en contra de los buitres, las quejas sobre Griesa y sus inde-finiciones, las críticas a los EEUU por su alineamiento con los usureros, la verdadera intención del gobierno es seguir pagando puntual y religiosamente la fraudulenta Deuda Externa. Más allá que como dijimos, advirtió que existe un gran rechazo contra los holdouts y que el discurso de «patria o buitre» puede darle un cierto rédito político electoral, dado que la oposición tradicional desde Macri hasta Massa está totalmente alineada con la política de pagar a como dé lugar y entrar de nuevo en la vieja bicicleta que termina en más pagos y mayor endeudamiento a futuro.
Pero obviando esta pose, la realidad muestra, como puntualizó Cristina en su discurso en la ONU que su gobierno ha pagado más de U$S190.000 millones, canceló la Deuda con el FMI, ya empezó a pagarle al Club de París las primeras cuotas del «arreglo», etc. Es decir dejó claro que pagó y encima que está enojada porque no la dejan seguir pagando! Si uno sacara el rédito político de hacerse los bravucones mientras pagan y pagan, no se entendería tanto lío por una deuda que es menor al 1% de lo que pagó (claro está la cláusula RUFO y los otros 15.000 millones que tampoco entraron en el canje de por medio), esto es lo que le reclama la oposición tradicional, que pague y se deje de discursos que sólo logran enojar al Imperio yanqui. La estrategia oportunista del gobierno pasa por hacernos creer que hay buitres buenos y malos, los «buenos» serían el FMI, el Club de París, Repsol, etc. mientras que a los malos sólo les cabe la definición literal de carroñeros. Nada más lejos de la verdad, el gran especulador mundial, el que vive de la extracción de la plusvalía mundial y hambrea a los pueblos para cobrarse sus dineros es el Imperialismo y sus socios más consecuentes, dentro de estos grandes especuladores, hay un sector (los llamados fondos buitre) que se han salido de madres y los ponen en evidencia al resto que posa de serios y menos voraces.

Consecuencias del pago serial

Una vez más la realidad es incontrovertible y demoledora. Más allá del palabrerío, de las loas al canje de 2005-2010, las cifras actuales muestran claramente el resultado de la política K de supuesto desendeudamiento. Sólo en el segundo trimestre de este año la Deuda externa bruta total (pública y privada) que aumetó más de U$S 6.600 millones, que a fines de junio superó los U$S 147.000 millones, que si le sumamos las acreencias del BCRA llega a los U$S 250.000. Este aumento de la Deuda está basado en la emisión de nuevos títulos públicos (es decir volvemos a endeudarnos a futuro por más que se niegue) y al pago a Repsol por la expropiación. El otro resultado evidente es el descenso de las reservas del BCRA, que están a punto de perforar los U$S 28.000 millones, es decir la mitad del punto máximo obtenido hace unos años y la tendencia parece irreversible con una política monetaria que sigue emitiendo pesos para pagar obligaciones internas del estado, que lo único que logra es que los grandes capitalistas compren y fuguen o atesoren cada vez más dólares y aumente la pendiente inflacionaria.

Nuestra postura

Nosotros decimos claramente que lo que explica que el 50% de los trabajadores esté por debajo de la línea de pobreza, con millones de indigentes, no son sólo los buitres sino todo el imperialismo, ya que éstos sólo reclaman U$S 1.3000 millones, mientras el 80% de la Deuda ha sido cuestionada como ilegítima y fraudulenta. Por eso proponemos suspender inmediatamente todos los pagos de la misma y hacer una auditoría independiente para verificar qué hay, si es que hay, de deuda legítima, y que la deuda privada la paguen los privados con sus ganancias enormes. Con este dinero sobraría dinero para reactivar la economía y salir de la estanflación en la que estamos, a través de un plan de viviendas populares masivo, de obra pública en obras de infraestructura e inversión en salud, educación y salarios acorde a la canasta familiar real.

Ley de abastecimiento: mucho ruido y pocas nueces 

Hace ya 2 semanas que fue sancionada la reforma a la Ley de Abastecimiento y si bien el tema de la Deuda se recolocó nuevamente en el primer lugar insoslayable, las consecuencias de la aplicación inquietaron al gran capital y a los oligarcas del campo. Aunque en verdad no tendrían motivos por los que preocuparse, si fijaran su mirada en la historia de los últimos 10 años del gobierno kirchnerista.
En primer lugar porque la Ley de Abastecimiento de 1974 estuvo siempre vigente y sin embargo ni Néstor ni Cristina la aplicaron en esta década ni una sola vez, a pesar que sobraban motivos. Por el contrario permitieron que el sector más especulativo de la economía formal, llámese el bancario, haya obtenido ganancias que superan el 23% (sólo en lo que va del año superan los $ 10.000 millones) cuando en el resto del mundo es menos de la 4º parte de esto. Permitieron que especularan claramente con la inflación, ya que los productos que más aumentaron fueron los alimentos que es el rubro de mayor producción en nuestro país, por lo que no pueden aludir a falta de producción (Argentina produce alimentos para abastecer las necesidades de 400 millones de personas) y los combustibles que están en manos de YPF cuyos precios controla precisamente el gobierno. Permitieron que las grandes empresas se declararan en crisis y así despidieran o suspendieran miles de trabajadores aumentando las penurias del pueblo, asistiéndolas incluso con préstamos, garantías de endeudamiento y hasta intervenciones para asegurarles trabajo a las automotrices y hasta al pulpo metalúrgico Pescarmona recientemente.
En ningún momento en estos años usaron la Ley de Abastecimiento vigente para combatir las maniobras de acaparamiento ya sea de mercancías industriales o de granos, mientras dejaron girar o fugar miles de millones de dólares de dichas empresas o tierras al exterior.
Por último, por más barniz de preocupación sobre los consumidores, fue el propio ministro Kicillof el que los tranquilizó diciéndoles una verdad blanco sobre negro: «me llama a sorpresa que crean que la ley significa un avasallamiento a la libertad de empresa, la ley está vigente y ha sido modificada (por nosotros agrego) para alivianarla» dijo el ministro, en referencia a que ahora en vez de ir presos por las maniobras, lo único que tendrán que hacer es pagar una multa, como siempre con topes y mucho menor (en caso de hallarlos culpables) que lo que ganan por las maniobras en cuestión.
Nosotros venimos insistiendo desde hace años, que debía aplicarse la Ley como estaba para evitar la especulación, el acaparamiento y otras maniobras que siempre hace el capital concentrado, sobre todo en situaciones de crisis e inflación, cuando ven amenazadas sus superganancias, y que fueran presos, pagaran con sus bienes personales y hasta fueran expropiadas las empresas que incurrieran repetidas veces en infracción, sin embargo nunca hicieron ni los Kirchner ni los anteriores gobiernos.
Las críticas del empresariado y la oligarquía obedecen entonces, más a la intolerancia del gran capital concentrado en cuanto a que le cuestionen en lo más mínimo sus supuestos derechos incuestionables a la ganancia y la disposición de la producción que a una real amenaza por parte del gobierno. Y por el lado del gobierno sigue fiel a su doble discurso con intenciones de reacomodarse política y electo-ralmente al plantear la reforma como una batalla contra el gran capital y en defensa de los consumidores, mientras en todos estos años fue el que facilitó todos los mecanismos de especulación a través de dejar correr la inflación imparable, las superganancias de los bancos y la fuga de capitales sin hacer nada en contra del capital concentrado.

Gerardo Uceda

ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS

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