Una nueva izquierda para terminar con los privilegios

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El desafío que cruza la política nacional desde el punto de vista de los intereses de las grandes mayorías es construir una propuesta de cambios de fondo que sea una voz independiente en la disputa del 2015. Frente a tanta derecha oficialista y opositora, frente a tanto acuerdo estratégico en el modelo de país, desde la izquierda nuestra aspiración es fortalecer un nuevo proyecto que ancle en los pilares de la lucha contra los privilegios de la política capitalista tradicional; que democratice la democracia para que la gente decida todo; que se plante con independencia de todas las corporaciones y que desarrolle una innovadora perspectiva ecosocialista y antipatriarcal. Como remate claro, tiene que ser una izquierda audaz, con vocación de mayoría y que no tenga miedo a convivir en una gran confluencia política con diversas vertientes de esa tradición para disputar poder real en Argentina.
Rompiendo el molde con respuestas hacia el 2015 y el siglo XXI
Alejandro Bodart como pre-candidato a presidente y Vilma Ripoll a vice son portavoces de una propuesta antagónica a todo el bloque capitalista de continuidad políticoeconómica pero también en la izquierda se presentan con una personalidad alternativa en los ejes que ordenan su proyecto.
*Terminar con los privilegios de la política tradicional. Los funcionarios políticos que deciden sobre lo público –que es de todostienen que vivir como todos. Por eso, como punta de partida planteamos que ganen igual que una directora de escuela y que por ley tengan que usar el hospital público y sus hijos asistir a la escuela pública
*Democratizar la democracia para que la gente decida todo. El sistema político actual está diseñado para «protegerse» de la iniciativa social, para garantizarse impunidad y poder hacer negocios para las corporaciones y para las camarillas gobernantes. Una nueva izquierda se destaca por plantear la revocabilidad de todos los cargos electivos y político que no cumple puede ser destituido. Que jueces y comisarios sean electos por el voto popular. Por otro modelo sindical para que todo dirigente obrero después de dos mandatos vuelva a su lugar de trabajo, que gane lo mismo que un trabajador, que cobre la cuota en la fábrica o empresa y que todo se decida por la base. También que se institucionalicen mecanismos de consulta popular vinculante para las grandes decisiones estratégicas del país.
*Independencia de todas las corporaciones capitalistas. En la actual etapa de acumulación el capitalismo domina todos los resortes de la vida económica de nuestros países a través de mega-corporaciones que lucran, saquean, depredan y contaminan con lógica neocolonial nuestro patrimonio. Los partidos tradicionales y todo el régimen político gerencian esos intereses desde el gobierno y se enriquecen como «gestores» de los mismos. Por eso es fundamental construir un proyecto de izquierda independiente de esos intereses para que pueda actuar con total libertad para confrontar a fondo por emancipar nuestro país de ese «secuestro» transnacional que asfixia el desarrollo y progreso para las mayorías
*Si saquea, depreda y contamina, no es progreso. La dinámica del capitalismo en decadencia de esta etapa en su lógica mercantilizadora de todo lo vivo depreda y contamina sin pausa. Es necesario y posible un modelo económico que gestione de forma racional y democrática con participación social mayoritaria el intercambio con la naturaleza. Una Argentina sin megaminería, fracking, agronegocios y cementación urbana es posible
*La agenda antipatriarcal y de género prioritaria. Un nuevo proyecto desde la izquierda tiene que asumir como política pública combatir todas las violencias del capitalismo patriarcal contra las mujeres: la trata, el aborto penalizado, los femicidios. Despenalizar de inmediato el aborto y separar iglesia y Estado son tareas elementales para otro modelo real de país. Y claramente avanzar en garantías reales a los derechos de la diversidad sexual
*Una izquierda no testimonial que aspire a disputar poder. Pese a la pertinaz y conservadora negativa del FIT y el silencio de otras expresiones en la izquierda de Argentina a nuestra propuesta de unidad política mientras construimos el MSTNueva Izquierda vamos a seguir reiterando la oportunidad para todo este campo político de ser alternativa real de gobierno si confluye en un acuerdo frentista que combine dialécticamente unidad programática y diversidad democrática de identidades y matices.
Llegando a todas las provincias desde el norte hasta el sur, perforando el conurbano bonaerense y cada barrio de cada comuna de la CABA, vamos acumulando masa crítica para una nueva izquierda en Argentina con la fórmula Bodart-Ripoll 2015.


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