Buenos Aires: Ley “Roundup” de agrotóxicos El agronegocio manda, la política tradicional obedece

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La Legislatura bonaerense pretende aprobar una ley que habilita fumigaciones a 10 metros de población humana. La escala de una tragedia socioambiental. El dispositivo de complicidades, el entramado de negocios. Declaración de guerra contra la salud del pueblo. La ganancia manda, subordina.

Primero vamos a graficar el escenario, ubicar el debate, perimetrar el campo problemático. Vamos a enumerar datos que siempre son categóricos:

*En la provincia de Buenos Aires se fumiga con glifosato, 2,4 D y otros agrotóxicos una superficie de casi 10 millones de hectáreas. En total el promedio es de 12 kilos de glifosato por hectárea por año.

*En total unos 100 millones de kilos anuales de glifosato -declarado potencial cancerígeno por la OMS en 2015-, más un combo de 40 millones adicionales entre 2,4 D, glufosinato, atrazina y variantes

*En esa superficie además de cultivos transgénicos, hay personas. 5 millones en total

*En definitiva: el promedio de glifosato por bonaerense anual es algo más de 20 kilos anuales y otro tanto de variantes herbicidas.

Los pueblos fumigados -que incluyen escuelas- vienen reclamando un cerco de protección de 1000 metros para las fumigaciones. Es decir, resignar menos del 1 % del total cultivado para proteger muy limitadamente la salud de las personas. En cambio, los diputados bonaerenses, proponen 10 metros -”una calle”- de distancia para las fumigaciones. Son criminales a sueldo del agronegocio.

El partido único del agronegocio, enemigo del pueblo

El entramado de impúdica complicidad con el agronegocio es evidente. El autor de la ley es Carlos Alfonso Coll Areco, senador del FPV en tándem con Cariglino, capo mafia del PJ en Malvinas Argentinas, más D’ Onofrio del PRO, y el massista marplatense, Gabriel Pampín. Tienen, claro, la bendición del “vaticano transgénico”, AAPRESID y el impulso de Sarquis, ministro de agroindustria provincial, ex- cuadro gerencial de Monsanto. No falta casi ninguno, están todos los gerentes políticos del negocio transgénico, de las fumigaciones, del país “forrajero”, del exportador de commodities, del territorio de sacrificio en el altar de la rentabilidad aluvional de las grandes corporaciones. No es un debate abstracto, de cúpulas, superestructural. Hablamos de enfermedad, de muerte, de mucho sufrimiento. El salto exponencial en la detección de casos oncológicos, malformaciones, enfermedades respiratorias, de la piel. La relación de muertes por cáncer es de del 30 % del total y en regiones enteras llega al 50 %. La tasa promedio general es del 18/20 %. De esto hablamos. De fumigaciones con veneno sobre millones de personas. Y en el fondo de una lógica incompatible con la salud de la mayoría, con los intereses de la mayoría, con la supervivencia de la mayoría. La ley de la ganancia es implacable y mata. Hay que pararlos, es urgente.

Ecosocialistas, militantes de la vida

Hay que activar el freno de mano a tanta locura capitalista, extractiva, depredatoria. Para eso se trata de diseñar una orientación económica, social y política opuesta al agronegocio y su partido único, la antítesis. Para empezar es clave reagrupar fuerzas en el campo de la movilización unitaria con un eje: frenar la legalización del envenamiento masivo, visibilizar lo que está por suceder, acumular masa crítica con un programa cuyo límite es el agronegocio. Pero en simultáneo, es clave insistir una y otra vez que hay alternativa productiva a la trampa de siembra directa-transgénicos-agrotóxicos. La agroecología es un camino, hay patrimonio experimental acumulado. Con planificación democrática de abajo hacia arriba, con política estatal al servicio de recuperar el territorio para el 99 % y producir alimento, comida suficiente, saludable y accesible, se puede. En concreto, no estamos ante un debate técnico, de imposibilidad de la ciencia aplicada para resolver como salir de la celda del agronegocio. Es de relaciones de fuerza y poder político el debate, la salida. Por eso nuestra consigna, como MST y Red Ecosocialista es “unidad en la protesta, programa y organización alternativos en la propuesta”. Tenemos un planteo para producir distinto, pero es ruptura con la lógica capitalista, no hay reformas posibles en los marcos del sistema actual que garanticen soluciones permanentes. Es ganancia extractiva o es vida. Por eso, luchamos en la coyuntura contra toda agresión extractiva, claro. Pero con un ojo en el mediano plazo y la perspectiva por otro modelo productivo, por otra lógica política, con democracia real de los que producen, de los que trabajan. Y para eso construimos organización permanente. Socioambiental con la Red Ecosocialista y política con horizonte anticapitalista, con el MST. Este es nuestro compromiso, militancia y voluntad permanente.

Mariano Rosa, Red Ecosocialista y Francisco Torres, MST-Nueva Izquierda (La Plata)

Agrotóxicos


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