Barrick Gold en San Juan. Nuevo derrame en Veladero. Tiempo de definiciones

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Otra derrame se conoció en la misma semana en que se cumplió un año del desastre del 13 de setiembre de 2015. La trama de ocultamiento se revela. El pueblo se moviliza de forma independiente. El bloque de poder político y económico quieren ganar tiempo. La megaminería es incompatible con el derecho de los pueblos a la salud y la vida.

El gobierno provincial de San Juan ocultó información de este nuevo derrame, ya crónico en Veladero. Casi una semana después se supo la verdad: otra vez agua cianurada para seguir sumando causas de impacto socioambiental en toda la región de Jáchal e Iglesia. Evidentemente, en acuerdo con la Barrick y para intentar moderar la respuesta popular, el gobernador Uñac del FPV quiso ganar tiempo, algunos días. Y hacer anuncios efectistas, aunque preventivos y de crisis, como la presunta «suspensión de la actividad de Veladero» hasta que «cumpla los controles». El gobernador intenta así desviar o moderar la movilización social anti-megaminera. Sin embargo, cuando la movilización independiente, autoconvocada, de un pueblo se empieza a desenvolver es difícil interrumpirla salvo por dos razones: que sea derrotada en las calles o bien que se dé respuesta a sus reclamos. La encrucijada del poder político es clave: reprimir no puede, y sostener sin sobresaltos el negocio megaminero tampoco. Por eso, estamos frente a un nuevo momento de crisis política en San Juan cuyas contradicciones sociales se pueden expresar en acciones de calle, que sean canalizadores de todo el acumulado de bronca contra el régimen feudal de Gioja.

No tiene arreglo: la megaminería contamina, depreda

La visión productivista tiene matices en un espectro que va desde el gobierno del FPV en San Juan hasta el FIT-PO o el PCR. Es importante tener este clivaje. Obviamente, al frente del Estado, las corporaciones tienen a los «virreyes» del siglo XXI: funcionarios del PRO-Cambiemos y a la oposición tradicional como sostén. Explican que habría una «megaminería responsable, sustentable» y que no hay que comprometer el futuro de la provincia. Con ese slogan se encubre que el único futuro al que aspiran capitalistas y gobiernos es el de la rentabilidad privada, únicamente. En el campo de la izquierda el productivismo también es mayoría. El PO-FIT defiende «estatizar con control obrero» la megaminería. No vamos a abundar en argumentos, solo decir que poner dinamita a la montaña y envenenar el agua con cianuro, son contaminantes sea quién fuera la clase que lo administre. El PCR -maoísta- va todavía más allá -o más acá, según- y dice «nacionalizar la megaminería», y nada de control obrero, popular. Nosotrxs planteamos otro enfoque.

No es no: cierre definitivo, remediación y prohibición

El holding megaminero está en deliberación. Hay un pulso de la situación que indica predisposición al conflicto, para eso hay que prepararse para nuevas confrontaciones en San Juan. Está claro lo que muchos dijimos hace tiempo, hay que jugar fuerte y con decisión. Planteamos desarrollar un gran frente único para golpear con más energía sobre la ofensiva y reacciones del negocio minero en la zona. Fuerzas sociales, gremiales, estudiantiles y políticas están convocadas. Ahora es pararlos, terminar con Veladero que está envenenando. En segundo término, es crucial explicar que hay alternativas de producción a gran escala no en términos micro únicamente. La remediación a cargo de la Barrick es un reclamo también. Y obviamente, podemos trazar coordenadas para pensar en América Latina y Argentina. De nuestra parte no hay dudas: hay que prohibir toda la megaminería en San Juan y Argentina. Por lo tanto, es nuestro objetivo dejar planteada una idea, a saber: sin romper con el capitalismo, no hay ecologismo que tenga sentido. Somos ecosocialistas porque sintetizamos en un programa los desafíos anticapitalistas y antiimperialistas, con la durísima perspectiva que se avizora. El sistema desarrolla fuerzas destructivas, nosotrxs tenemos que oponer protesta y proyecto colectivo, partido. Estamos por la prohibición de la megaminería y la reconversión productiva y laboral-profesional con garantía salarial por parte del Estado de todos los trabajadores. Eso implica relación de fuerzas y poder político. Esto también es parte del debate de estrategia que queremos encarar. En lo inmediato, unidad amplísima de acción para detener esta locura.

Mariano Rosa

Jachal


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