Santa Cruz: un año de rebelión

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Lejos del clima festivo, lo que se respira en la provincia es bronca y lucha, a tono con todo lo vivido durante este 2016. El pasado viernes 16 cerca de 5000 personas se movilizaron en Río Gallegos convocadas por la Mesa de Unidad Sindical y hubo movilizaciones en distintas localidades durante toda la semana. Para el 21 se prepara una nueva movilización.
Sucede que al 20 de diciembre la mayoría de los trabajadores y trabajadoras provinciales no hemos cobrado aún los salarios completos de noviembre. Hay anuncios del pago del aguinaldo para el 21 pero nada sobre cuándo se completarán los sueldos y todo hace suponer que la intención de Alicia es quedarse con un mes de nuestros salarios como lo hizo su hermano en 1991 cuando asumió la gobernación.
Una pregunta que surge al hacer una evaluación de lo que pasa es por qué estamos en esta situación pese a la enorme lucha desplegada durante la primera parte del año. Desde el MST creemos que hay tres elementos a tener en cuenta: El primero es que la intransigencia del gobierno y al mismo tiempo su debilidad e ilegitimidad planteaban la necesidad de no limitar la pelea del primer semestre a una lucha sindical sino plantearse una salida política frente a un gobierno que no daba respuestas. Para eso era necesario un debate y organización de las bases que la MUS (Mesa de Unidad Sindical) podría haber impulsado ya que era una referencia política para gran parte del pueblo santacruceño.
El segundo elemento es que cuando el gobierno estaba contra las cuerdas y se vio obligado a abrir la billetera, en lugar de darle el golpe de KO, a propuesta de las conducciones sindicales se aceptaron las distintas ofertas salariales que aunque superiores a las del comienzo estaban lejos de lo que se reclamaba.
Por último está el hecho de que la MUS no volvió a reunirse prácticamente durante el segundo semestre y la CTA lo hizo en contadas ocasiones. Aunque hubo luchas y medidas de distintos gremios estas fueron dadas por separado, salvo encuentros esporádicos. Esta opinión no quita valorar los logros que se consiguieron ni la gran experiencia realizada al calor de la lucha, pero es importante debatirlas de cara al futuro ya que el gobierno de Alicia, a un año de haber asumido, no puede garantizar ni educación, ni salud, ni trabajo, ni agua ni electricidad al pueblo de la provincia. Ya ni siquiera garantiza el pago de salarios y aguinaldo en tiempo y forma.
La provincia está a la deriva y para colmo comenzaron los despidos en la industria petrolera que amenazan con multiplicarse. Si la dinámica sigue de la misma manera la tarea de pelear por echar a Alicia se puede poner a la orden del día. Y será preciso dar una salida política desde los trabajadores apelando a asambleas, plenarios u otras instancias de debate y participación democráticas de las bases.
También quedan planteadas dos tareas claves de cara al 2017. La primera es avanzar al interior de los sindicatos en la democratización, representatividad y la construcción de alternativas de dirección para pelear en mejores condiciones contra el ajuste y la defensa de nuestros derechos Las buenas elecciones (con triunfos en Río Gallegos) del frente Rosa-Bordó en ADOSAC es un camino  a desarrollar.
La otra tarea fundamental es la de construir una alternativa política unitaria de los trabajadores y la izquierda para dar batalla al kirchnerismo y al macrismo. El nuevo frente que conformamos el MST y el MAS es un importante punto de partida y desde allí seguiremos llamando al FIT a conformar un único frente de toda la izquierda en la provincia.

Emilio Poliak


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