Con fuerza y unidad los trabajadores continúan con la toma de la planta de Pompeya. Son un ejemplo. Hay que seguir
Hace un mes, los trabajadores tomaron la planta en defensa de sus puestos de trabajo. La amenaza de cierre del grupo comandado por Héctor Magnetto se produce para liquidar a una conducción sindical combativa y hacer pasar la flexibilización; para eso cuenta con el aval del gobierno de Macri y la tregua de la burocracia sindical.
En un contexto de ataque generalizado contra los trabajadores y sectores populares la lucha de los obreros de AGR es uno de los puntos más altos de la resistencia que se desarrollan contra los planes de ajuste. Enfrentando el lock out de Clarín han tomado la planta, desarrollan un importante fondo de lucha y convocaron en tres plenarios a las diversas conducciones y agrupaciones sindicales combativas que apoyan su pelea y múltiples acciones.
Como parte de las medidas votadas en asamblea y en continuidad a las que ya habían realizado, se sumó una jornada nacional de cortes de rutas. En la ciudad de buenos Aires se bloquearon los diferentes accesos y también varias arterias en las principales ciudades del país. Para el cierre de esta edición se realizaba en el Obelisco una jornada de difusión y festival artístico en apoyo a la lucha.
Si a Triaca lo excede, que responda Macri
La jornada de cortes tuvo un primer logro, el compromiso firmado por la directora nacional de Relaciones del Trabajo de otorgarle a la Comisión Interna una audiencia con el ministro Triaca. De todos modos, no hay que depositar confianza en el gobierno que hasta ahora sólo intervino en el conflicto para jugar a favor de la patronal, enviar a la policía y la gendarmería a reprimir y a sus servicios a espiar.
Con la solidaridad y el apoyo de cada una de las organizaciones que somos parte del acampe, los trabajadores de AGR continúan con su lucha, porque como se escucha en los portones «sabemos que lo que está pasando acá fortalece a todos los conflictos obreros que están surgiendo en el país».
Si desde la cartera de Triaca no hay respuesta, hay que ir a exigirle una solución al responsable político fundamental: Macri. Fuerza para hacer una gran movilización a Plaza de Mayo hay. Esto se demuestra en cada acción en unidad que se realiza en las calles. En los apoyos que reciben al fondo de huelga y en los pronunciamientos que van surgiendo en cada uno de los lugares de trabajo.
Vamos los obreros
El conflicto gráfico está marcando la dinámica de lo que le espera a Macri en un año electoral y si sigue con el ajuste.
En este caso la patronal y el gobierno se apoyan mutuamente. Tanto es así que en plena democracia volvió a haber censura y el programa de Santiago Cuneo fue levantado del aire por pasar un informe sobre esta lucha. Sin embargo, el pasado lunes 13 lograron que los recibieran en los estudios de América TV para difundir su pelea.
Hay que seguir por ese camino. Instalando el conflicto en cada rincón del país, radicalizando las medidas, impidiendo que salga Clarín, por ejemplo, sacando pronunciamientos por un paro y plan de lucha ya, como medida unificada de la CGT y la CTA.
También es indispensable mantener y hacer crecer el fondo de huelga. Esto es posible gracias a la enorme solidaridad de los que ponen plata de su bolsillo para que el conflicto no sea derrotado por hambre.
Además vos podés dar otra mano, difundiendo entre tus vecinos, amigos y compañer@s de trabajo la campaña No compre Clarín, para que el pulpo mediático sienta en carne propia el rechazo de la gente a su accionar antiobrero.
Es un conflicto que puede ser largo porque Clarín juega al desgaste. No es fácil. Pero en ningún lugar está escrito que no se pueda ganar. Por eso, desde el MST en Izquierda al Frente, con Vilma Ripoll, militantes, delegados y activistas de Alternativa Estatal, Alternativa Docente, Agrupación Bordó de Sanidad y otros, estamos desde el primer día junto a los obreros. Por eso, seguimos diciendo: reapertura de AGR con todos adentro. Si ganan los trabajadores, ganamos todos.
Reflexiones sobre una lucha ejemplar
Los trabajadores de AGR vienen dando un gran ejemplo que hay que difundir en el movimiento obrero que enfrenta el ajuste y los despidos. En distintas publicaciones venimos destacando los importantes avances que lograron.
Queremos ser tajantes en este conflicto no hay dos orientaciones sino una: la que decidan democráticamente los trabajadores de AGR, de la cual nosotros seguiremos estando a disposición. No obstante, sin intención de «iluminar» a nadie, queremos expresar algunas opiniones. En una pelea que puede extenderse más aún, porque la patronal se juega al desgaste, pero los obreros y sus familias han dado sobradas muestras de fortaleza.
Un primer punto es la necesidad de radicalizar las medidas para quebrar el cerco mediático, porque no alcanza con los valiosos minutos conseguidos en distintos medios. Las movilizaciones, los cortes y el bloqueo a la planta de la calle Zepita daban para más. Daban para generar hechos que politicen el conflicto y obliguen a la patronal y el gobierno a abrir un canal de negociación y que una parte de la población, que aún no conoce lo que pasa, tome partido por los trabajadores.
El gobierno quiere evitar los costos políticos de su plan de ajuste porque en el año electoral pone en juego cómo continuará su gestión. Hasta ahora la orientación propuesta por la mayoría de la comisión interna ha sido jugarse a que quien se desgaste sea la patronal.
Hasta ahora la Federación Gráfica Bonaerense (cuya conducción es de la Corriente Federal de Palazzo) sólo ha donado plata para el fondo de huelga y si bien llamó a un paro luego de 30 años, no se jugó a que se garantizara en cada gráfica. Hay que exigirle a la Federación y a las direcciones kirchneristas que salgan de su pasividad y acompañen esta pelea contra la Corpo a la que tanto dijeron enfrentar en los últimos años de su gobierno.
Por último, los plenarios realizados en la puerta de la planta colocan un debate fundamental: la necesidad y posibilidad de unir a la izquierda y el sindicalismo combativo para postular una dirección alternativa ante la capitulación de todas las alas de la burocracia, para así exigir con más fuerza el paro nacional que hace falta para que triunfe AGR y empezar a derrotar la ofensiva del gobierno y las patronales.
Hasta ahora, lamentablemente, esa posibilidad no se concreta por la reiterada negativa de los integrantes del FIT de los cuales el PO tiene una importante responsabilidad en AGR. Esta lucha puede ser un paso y para eso propusimos en el último plenario realizar una columna unitaria del sindicalismo clasista, combativo y de izquierda en la marcha convocada por la CGT para el 7 de marzo.
Flor Salgueiro
Ivan Sosa
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