No al apriete de Macri y los gobernadores. ¡Vamos docentes!

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La pulseada con los docentes se tensa. El gobierno sale a instalar que el paro docente busca “desestabilizar”. La confrontación escala y la perspectiva de salida aparenta estar lejana. El resultado es abierto y dependerá de la fuerza de lucha.

Cuenta también el apoyo social de una comunidad en disputa y de la presión que puedan ejercer la base, activistas y sectores combativos sobre burocracias que ofician de “mariscales de la derrota”. Estamos ante una lucha social y política en defensa de la escuela estatal. Padres, alumnos y el pueblo debemos apoyar a la docencia y las medidas que resuelvan.

Conflicto y disputa política

Los responsables de garantizar las clases son Macri y los gobernadores, a partir de dar un salario que cubra la canasta familiar en un cargo y permita el acceso a los bienes culturales como condición indispensable para una enseñanza de calidad.
El gobierno pasa por su peor momento. Entre los bonaerenses, Macri tiene más imagen negativa que positiva: 52% a 48%. También caen 4 puntos la imagen de Vidal y el índice de confianza y optimismo. Por eso Clarín intenta asesorar y alerta sobre la llamativa intención del ministro Bullrich de no participar en la paritaria, cuando está en juego el futuro educativo de millones de chicos.
Al tomar distancia de la línea oficial, recuerda que el PRO “ha dado muestras de volver sobre sus pasos y reconocer errores”. Y por eso plantea: “llamar a paritaria, podría sumarse a esa lista de correcciones oficiales, sin por eso mostrar debilidad: aquel que resuelva hoy el drama que viven las escuelas públicas saldrá fortalecido”.
Si tal retroceso no se materializa se debe al respiro que le dan los “dirigentes” docentes y el triunvirato de la CGT que se negó a poner fecha al paro nacional. También por la complicidad de la oposición de Massa, Stolbitzer, el PJ y los K en el Congreso.
Como boxeador que recibe un castigo, Macri intenta mostrar que puede contragolpear. Quiere tomar a la paritaria nacional docente como testigo para al que esté dispuesto a enfrentar el 18% de “pauta Vidal”. Aparenta intransigencia y con una cumbre en la Rosada, Macri llama a no ceder: “No vamos a aflojar”. Pero la lucha ya no es sólo bonaerense sino que adquiere dimensión nacional.
Ante la indignación de la base, las cúpulas de CTERA y UDA de la CGT se vieron obligadas a llamar a tres semanas de paro nacional de 48hs consecutivas y ratificar la Marcha Federal Educativa para el 21 y 22 de marzo, la que pinta con ser multitudinaria. A su vez, ambas CTA pusieron fecha en el 30 de marzo al paro nacional que la CGT venía esquivando.

Gobierno, gremios y desgaste: Juego peligroso

Ante el año electoral el gobierno no quiere dar signos de debilidad. Su estrategia apunta a polarizar con la dirigencia sindical K y a la creencia de que el paro se irá desinflando. Pero el lunes 6 hubo una marea de guardapolvos blancos que colmó el centro porteño, mostrando la fuerza social del reclamo, la unidad de las bases y la potencia para ir por más. Tras una semana y media de paros, la docencia sigue en pie de guerra.
Hay bronca, crispación y agite callejero. Iniciativas brotan por distrito. Una fuerza que busca abrirse paso desde abajo. Asambleas y plenarios, también burocratismo y a la vez, desbordes a dirigentes burocráticos. Además de paros continuos, cortes, abrazos, marchas multitudinarias, zonales o de antorchas; guardapolvazos, ruidazos, todo vale.
Por eso Clarín sale al cruce de la política oficial al decir que es poco probable que con cartas a los padres y a los maestros vía Facebook, la convocatoria a voluntarios o tratando a Baradel como al malo de la película, Vidal pueda resolver el conflicto. Evidencia un rasgo de impotencia, de falta de política en pos de una solución. Decir que “la Provincia está quebrada” tampoco suma, agrega. Esa nota es una de muchas que aconsejan dar un giro de timón.

Cifras de adhesión y la fuerza del paro

Hablar de porcentajes es entrar en terreno resbaladizo. Aun así el gobierno dice que hay “baja” adhesión al paro, de “sólo” el 50% o 60%. Pero esto implica entre 170 y 200 mil maestras, profesores o preceptores que luchan a brazo partido en la provincia.
Al promediar la segunda semana de paro, un diario como La Nación asegura que el ciclo lectivo casi no empezó en la provincia. Muchas escuelas abrieron sus puertas, pero hubo clases sólo en algunos grados. Y en el interior provincial hay paro casi total. Los gremios hablan de un 70% a 80%.
Tampoco está claro el costo del conflicto ni cómo se reparte. ¿Cuánto tolera una familia con las escuelas de paro? ¿Cómo se asimila un conflicto que no muestra salida? Por eso el PRO anuncia más garrote que zanahoria para aislar o dividir a los gremios más fuertes y los sectores combativos. Dictó una ilegal conciliación obligatoria y anticipa sanciones millonarias al que no acate. Más posible quite de la personería. Aunque a los que acataron no les ofreció nada distinto…
Hay más aprietes: el ministro de Trabajo lanzó auditorias por escuela para ver qué educadores paraban. ¿Cuándo está el mecanismo del contralor a cargo de los directivos para eso? Enviar inspectores contratados es ilegal. Igual que amenazar con descuentos a mansalva.
Fue en ese marco que la iglesia instó a los gremios a “ceder en sus reclamos” y bajar la confrontación. La queja vino del arzobispo de Rosario, Eduardo Martín, cercano al papa Francisco y presidente de la comisión de Educación del Episcopado. El arzobispo de La Plata, Aguer, agregó que “los chicos son rehenes de los sindicatos…”.

Usted preguntará por qué luchamos…

Los maestros damos clases en las calles, luchando y en las aulas. Defendemos la educación estatal. Vamos por un sistema educativo único, nacional, público y estatal; obligatorio, gratuito, laico y científico. Que forme en el pensamiento crítico, aportando a la lucha por una sociedad justa e igualitaria.
Hay recursos y el gobierno nacional no puede desentenderse cuando se queda con el 75% de lo que recauda el país. A su vez Vidal insiste en hablar de una provincia fundida, después de gobernar 14 meses y, en lugar de hacer que los sectores más concentrados aporten, pretende que los docentes, trabajadores de la salud y judiciales paguemos una crisis que no generamos.
Por eso proponemos 4 medidas para mostrar que sí hay plata para salario y educación:
1) terminar con los privilegios y que todos los funcionarios cobren como una maestra o los trabajadores ganamos como un diputado.
2) Que se eliminen los $ 14.500 millones que Vidal destina a subsidiar a la enseñanza privada,
3) Pongan fuertes impuestos a las corporaciones, terratenientes y banqueros.
4) Que suspendan los pagos de la deuda externa para cumplir con la deuda que mantienen con la educación.

Seguir la lucha hasta ganar

Si la adhesión al paro decae en algún distrito es responsabilidad de la dirigencia que corta las medidas o las anuncia a última, por los medios o las redes sociales. Por eso hay importantes elementos de desborde que permitieron superar el freno de la burocracia.
Tras el rechazo a la bochornosa oferta “superadora” de Vidal y la negativa macrista, CTERA convocó a dos nuevos paros nacionales: el 15 y 16, y el 21 y 22 con la Marcha Federal que se estaba reclamando. Esas medidas empalman con el plan de lucha anunciado por el Plenario Nacional de gremios, seccionales y agrupaciones combativas, junto a la Federación Nacional Docente. Con ese empuje debemos sumar a la comunidad para ganar.

Francisco Torres, Sec. Gremial de la FND

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