Chubut movilizado contra la ofensiva minera

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Chubut constituye un escenario distinto de provincias como San Juan, Catamarca o Santa Cruz. Son estas provincias donde el capital transnacional megaminero se ha instalado de un modo profundo, configurando un modelo socio-económico y político donde la megaminería hegemoniza el proceso de acumulación capitalista a la vez convive, subordina y atenta contra otras actividades económicas tradicionales regionales. Esta instalación y reconversión productiva y también destructiva del capital imperialista de la megaminería se asentó durante la administración menemista (Catamarca 1997) y se consolidó en el kirchnerismo en los casos San Juan y Santa Cruz. Chubut es un caso es distinto no por designios de la casta política gobernante UCR-PJ. Con epicentro en la pequeña ciudad cordillerana de Esquel se inició en el año 2002/2003 un profundo proceso de movilización social que adquirió un formato asambleario democrático y de frente único, que frenó el intento de instalar la megaminaría metalífera a cielo abierto en la provincia. Esta movilización popular constituye un proceso sociopolítico que hizo época marcando un hito en la lucha y resistencia victoriosa de los pueblos contra el extractivismo saqueador y contaminante en la provincia, en el país y en Latinoamérica. La movilización de Esquel es un proceso revolucionario. Si revolución remite a «empezar de nuevo», la experiencia de Esquel constituye una irrupción política masiva y espectacular de los vecinos en la historia de su pueblo, generando un nuevo espectro de institucio-nalidad: la asamblea de vecinos autoconvocados. No solo expulsa a la empresa canadiense de aquellos años, sino que tiende un cerco jurídico en todo el territorio del Chubut: la Ley 5001 que prohíbe la megaminería a cielo abierto.

La ofensiva del PJ antes, la embestida de Cambiemos ahora

Varios han sido los intentos del PJ en sus distintas variantes -Das Neves, Buzzi- de reinstalar la megaminería en la provincia. Pero la extensa movilización del Esquel tomó cuerpo como un proceso, abarcando al conjunto de la provincia, que detuvo una y otra vez embestidas del poder político-económico de la minería. Hoy asistimos a una nueva embestida minera que tiene al gobierno nacional de Macri y al provincial de Mariano Arcioni (continuador del difunto Das Neves) en la misma línea, buscando imponer la megaminerìa en toda la provincia, propiciando para ello -y con la anuencia de intendentes de la meseta central- una zonificación del territorio provincial, que coloca el centro de la provincia como zona de sacrificio y como punta de lanza de la actividad minera entregando al despojo un 80% del territorio. En el contexto de un colapso económico provincial producto del agotamiento del modelo extractivo tradicional, el gobierno aplica un plan de ajuste brutal mientras chantajea con la zanahoria de la minería como falsa salida. Esta ofensiva también ha desencadenado una decisiva resistencia que como hace 15 años se corporiza en las asambleas a lo largo y ancho del territorio chubutense. Éstas denuncian, exigen y movilizan. Contra el proyecto de zonificación presentado en la Legislatura por ocho jefes comunales (en su mayoría del FPV) se contraponen más de 19.000 firmas, juntadas en menos de 10 días, de un petitorio que lo rechaza. Estas campañas también son de información y educación, desplegándose en el casa por casa, en las plazas y ferias regionales, con una consigna clara: No a la Mina, Sí a la Vida. Del triunfo o no de esta resistencia popular depende el futuro de la provincia.

Nuestra hoja de ruta en defensa propia

Desde el MST sostenemos que existe fuerza social para derrotar la actual avanzada minera en nuestro pueblo a condición de lograr una estratégica confluencia de las asambleas territoriales antimineras con el movimiento obrero que resiste las políticas del ajuste en los distintos sectores: salud, educación y el conjunto de los y las trabajadoras de la administración pública. En este debate político de fondo nos pronunciamos por prohibir la megaminería en todo el territorio y por la sanción con fuerza de ley del proyecto de Iniciativa Popular presentado en 2014. Rechazamos la Ley de Emergencia Económica y proponemos un programa económico alternativo, donde las riquezas de la provincia estén al servicio de las necesidades de la población con un plan de reconversión productiva de toda la región, con parámetros socioambientales democráticamente discutidos y controlados socialmente.

Hernán Mondino y Maxi Masquijo-MST Chubut

 


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