Un programa, un proyecto, una alternativa

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La crisis de nuestro país reaviva el debate sobre qué rumbo tomar, quiénes pueden encabezarlo y para qué objetivos sociales y políticos.
Hay caminos e intereses de clase que son opuestos, y se defiende a unos o a otros, no hay salidas intermedias. Te presentamos nuestras propuestas.

Cada vez que Macri y sus funcionarios hablan, con toda su hipocresía de clase quieren convencer que no hay otro camino posible, que hay que transitar este ajuste, que no se puede gastar más de lo que tenemos, que las cosas hay que pagarlas y que nada es gratis. Toda una farsa, al servicio de que pase su acuerdo con el FMI.
Mientras tanto desde el PJ, Pichetto, los gobernadores y otros sectores, dicen que hay que discutir, ver por donde se puede ajustar y que se debe consensuar el cómo y el dónde. Quieren discutir con Macri todo el plan, convirtiéndose en cómplices del ajuste que está en marcha.
Sabemos muy bien que todo lo que dicen, tanto el FMI, como el gobierno macrista y sus socios pejotistas, es por convenientica de acuerdo a sus intereses políticos y de clase. De ahí que vamos a quitar el velo de sus mentiras burguesas, para ver que sí hay un camino distinto a seguir.

«No se puede gastar más de lo que uno tiene»

Con esta frase de uso popular, el gobierno esconde el desastre que hace con los fondos y riquezas del país. Para no gastar de más, lo primero que hay que ver es en que estamos gastando mal. ¿Por qué subsidiamos con millones mensuales a grandes corporaciones que la levantan en pala? ¿Por qué le pagamos a la Iglesia católica millones mensuales? ¿Por qué el poder político y judicial gana millones y millones, con privilegios impositivos, de movilidad y jubilatorios? ¿Por qué pagamos cientos de millones de dólares mes a mes, de una deuda externa que está probado que es ilegal e ilegítima? Como se ve, hay gastos importantes que podríamos dejar de hacer y gastaríamos mucho menos, pudiendo usar parte importante de esos recursos donde hace falta: aumentos salariales, de jubilaciones, de presupuestos educativos y salud pública, o en planes de obras públicas para dar trabajo.

«El ajuste es el único camino, para bajar el déficit»

Si hay déficit fiscal, no es el camino ajustar a las mayorías populares con más impuestos, despidos y rebajas salariales. Hay que hacer es reducir el déficit desde el otro polo; atacando a los sectores más concentrados de la economía y la producción. Ponerles muy fuertes impuestos a la renta financiera, sojera, minera y petrolera. Restablecer el pago total de los aportes patronales que hoy le perdonan a las grandes empresas. Todo esto generaría un nuevo ingreso fiscal de millones, que achicaría el déficit a gran velocidad. Permitiendo además, eliminar impuestos al consumo popular como el IVA.

«El libre movimiento de divisas y comercio de productos es necesario»

Falso. No hay en este mecanismo de «libertad de mercado» ningún aspecto democrático, sino la libertad solo para los grandes grupos financieros, exportadores e importadores, de hacer sus grandes negocios a costa de las mayorías populares. Si queremos terminar con las corridas cambiarias, el estado debe controlar la entrada y salida de divisas, y prohibir la salida de dólares de los grandes grupos financieros que vienen a especular para rápidamente sacar sus ganancias hacia otros países. A la vez un mecanismo similar hay que tener para la producción. Sabiendo qué necesidades sociales tenemos que atender en primer lugar, para luego planificar que hacer y dónde exportar los productos restantes, para generar ganancias de esas ventas y que lleguen al estado. Y es controlando que las importaciones sean las adecuadas, y sirvan para el desarrollo de un plan industrial al servicio de objetivos estratégicos y necesidades sociales, como vamos a achicar el déficit comercial, terminando con la anarquía del mercado y las grandes empresas, que exportan e importan de acuerdo a sus intereses.

Para este programa, un proyecto anticapitalista y antiimperialista

Estas y muchas otras medidas, como la reestatización con control social de los servicios públicos, son puntales imprescindibles para un proyecto económico y político alternativo, que esté al servicio de los trabajadores, las mujeres y la juventud. Por eso la única forma de que estas medidas sean impulsadas realmente, es desde un proyecto político que no tenga ninguna atadura con los poderes corporativos, financieros, ni de las viejas castas políticas y sindicales burocráticas.
Por eso planteamos que hay que unir y vertebrar un programa anticapitalista y antiimperialista consecuente que ataque los centros neurálgicos del poder capitalista, con un proyecto político independiente. Que confronte con Macri y el FMI, y también con el viejo PJ y sus dirigentes que han sido y son cómplices del ajuste y aplicadores del mismo en las provincias que gobiernan. Este proyecto, para ser de verdad independiente, tiene que ser ajeno a los partidos patronales y sus intereses de clase.

Para este proyecto, la mayor unidad de la izquierda

No hay manera de construir una alternativa así, sin partir de las ideas, las propuestas y el peso social de la izquierda en sus distintas vertientes. Venimos de semanas de nuevos y positivos hechos en el plano de las luchas y del movimiento sindical y el clasismo, que muestran el potencial que tenemos en la izquierda cuando nos unimos. Hicimos un enorme Plenario Sindical Combativo, garantizamos el 25/6 que el paro sea activo en todo el país, construimos dos listas unitarias Multicolor en las elecciones de las dos CTA´s, realizamos la jornada de lucha del 12/7, comenzamos a organizar una lista común en las elecciones de Conadu Histórica. El mismo camino podemos profundizar en el movimiento de mujeres, el piquetero y en la lucha estudiantil.
La unidad de la izquierda, en primer lugar de la izquierda anticapitalista y socialista, no solo es un reclamo de miles y una tarea pendiente, sino que es, sobre todo, una gran necesidad en favor de la clase obrera, el movimiento de mujeres y la juventud. Por eso bregamos por dar pasos en ese sentido. Luchamos por llevar al plano político los avances unitarios que se vienen dando en el terreno de las luchas. Las fuerzas políticas que integran el FIT, el MST y otras fuerzas políticas y sociales de izquierda y populares, que compartamos un programa común, podríamos y deberíamos avanzar en un proyecto de unidad política. Negarse a este camino, es negar la posibilidad y oportunidad de abrir paso a un nuevo fenómeno político en el país, que se juegue a fondo contra Macri y toda la vieja política.

Sergio García

 


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