El pasado viernes 4, ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, los dirigentes de nuestro partido Vilma Ripoll y Alejandro Bodart, y los militantes ambientalistas Liliana Seró, misionera, y Christian Gonzá-lez, correntino, presentaron un recurso de amparo contra el Estado nacional y la provincia de Misiones para que se suspenda el llamado a licitación pública nacional e internacional para el proyecto Garabí-Panambí. Esa licitación la convoca la empresa estatal EBISA y significa la construcción de dos nuevas represas hidroeléctricas sobre el río Uruguay, en la frontera entre ambas provincias y Brasil.
El amparo presentado fue preparado por el doctor Pablo Vicente, del MST y del Centro de Abogados por los Derechos Humanos (CADHU). Además de los firmantes, en su elaboración colaboró el ingeniero Eric Barney y otros ambientalistas. El expediente, con 61 páginas de fundamentos, es el S-947/2011. Si la Corte se declara incompetente, es posible que el amparo pase a un tribunal federal de Misiones.
Un proyecto nefasto
La construcción de Garabí y Panambí la promueven las presidentas Cristina Kirchner y Dilma Roussef, así como el gobernador misionero, Maurice Closs. Hablan de “progreso” y de “producir más energía”. Pero en realidad sólo priorizan los intereses económicos de las grandes arroceras y sojeras.
Entre las ya existentes y las proyectadas, sobre el río Uruguay y sus afluentes habría unas 30 represas. El proyecto Garabí no sólo afecta directamente a los pobladores de la zona y daña el medio ambiente, la rica flora y fauna de Misiones, sino que además compromete el hábitat para las futuras generaciones. De llevarse adelante, se violarían asimismo tratados internacionales y derechos básicos de la población: a la salud, a la información y de los pueblos originarios. Por eso, más allá de que EBISA acaba de postergar la licitación para el 14 de diciembre, nuestro reclamo es que se suspenda todo el proyecto.
Unir fuerzas por No a Garabí
La presentación del amparo logró repercusiones en varios medios de prensa de Misiones, Corrientes y algunos de la Capital Federal. Por otra parte, la compañera Seró nos informa que en Misiones varias organizaciones y personas están preparando la presentación de un amicus curiae, figura legal en respaldo.
Pero lo fundamental es que el pueblo misionero profundice su oposición a Garabí. Hace dos semanas, la Legislatura provincial aprobó una ley de plebiscito ante la construcción de nuevas represas. Sin embargo, si antes no hay información seria y difusión suficiente no será más que una trampa política para tratar de legalizar este tipo de proyectos.
Desde el MST en Proyecto Sur convocamos a sumar fuerzas con la mayor amplitud posible para frenar el dañino proyecto de la represa de Garabí.
Pablo Vasco