Celso Javier Paz y Federico Zarini eran dos jóvenes de 18 años, que disfrutaban plenamente de sus vidas. Eran amigos y habían terminado el secundario en el Comercial de Saavedra. Trágicamente, en la noche del sábado 11 de marzo, la desidia y la corrupción de TBA acabó con sus vidas y sus sueños.
En la madrugada de ese día, como lo hacían todos los fines de semana, iban a encontrarse con sus amigos en la plaza de la estación Florida del FC Mitre. Camino hacia allí, algunos chicos fueros llegando a la plaza por las calles adyacentes. En cambio Celso y Federico, junto a otro amigo, prefirieron acortar distancias y caminar por las vías desde la calle Melo hacia la calle Roca.
A poco de transitar, Celso se encontró con un vacío en el terreno de las vías, que lo hizo trastabillar y caer sobre el tercer riel, que no tenía la protección de madera. Federico se abalanzó para ayudarlo, cuando lo vio caer. Los dos murieron en el acto, electrocutados.
No fue la fatalidad, no fue el destino, no fue un accidente. Fueron asesinados por el tercer riel, totalmente desprotegido como lo está a lo largo de todo el tendido de las vías de TBA. Y los pocos metros que se cubren, no lo hacen con madera de quebracho sino con la peor madera, que con unas pocas lluvias se deshace por completo.
Junto a los padres de Celso y Federico reclamamos justicia. Estas muertes jóvenes se suman a las de Once y a las tantas muertes por desidia, negligencia, avaricia, corrupción e indiferencia de TBA, de la CNRT y de las autoridades nacionales, provinciales y municipales. Por eso acompañamos a los padres de Celso y de Federico en su reclamo, los apoyamos y participamos junto a ellos, a Miguel Quintabani, Vilma Ripoll y otras personalidades en la marcha del 23 de marzo en la estación Florida. Y así seguiremos esta batalla hasta que se haga justicia.
Claudio Morelli, Lista Violeta del FC