TBA: Un pasamanos que no resuelve el problema

Spread the love

Entran Roggio y Ferrovías

A más de tres meses del choque del tren en Once y ante las evidencias gigantescas contra la empresa, que amenazan en llevarse puesto alguno de los suyos, el gobierno le quitó la concesión a TBA. En su reemplazo puso ‘provisoriamente’ a Metrovías y Ferrovías. Se trata de otro negociado con amigos. La solución al problema del transporte no viene por acá.

 Las últimas horas antes del feriado del 25 de mayo Alejandro Ramos, secretario de Transporte tras la renuncia de Schiavi, acordaba los últimos detalles del traspaso. Metrovías y Ferrovías se harían cargo de lo que hasta ahora controlaba TBA. La quita de la concesión era una decisión tomada.

¿Por qué ahora?

Ya pasaron tres meses, estamos llegando al cuarto. 51 fallecidos, 700 heridos. Un país conmovido hasta las lágrimas. Cayó Schiavi, también Righi. El primero fue un fusible, que saltó por la bronca popular. El segundo había confirmado la existencia de informes que demostraban la desidia del grupo empresario y esta contradicción era intolerable en las esferas del poder oficial.

Mientras las cosas seguían puertas adentro de ministerios y oficinas empresariales nada se movía, pero las lentísimas pericias (presionadas por enojo popular ante tanta injusticia) terminaron por echar luz sobre lo que toda la sociedad sabe y los millones que toman el tren días sufren todos los días: la empresa TBA cometía gran cantidad de incumplimientos y ofrecía un servicio deficiente. Por eso, cuando ya no había ninguna forma de tapar semejante evidencia, el gobierno decidió avanzar con la quita de la concesión. No es casual que a los pocos días se anuncie la detención de Cirigliano y otros directivos de TBA.
Lo que el gobierno intenta es despegarse de un problema, una y otra vez, lo coloca como ‘partícipe necesario’.

¿Con esto vamos a viajar bien?

Es cierto que con este anuncio no se generó ni por asomo el debate que hubo con la cuestión de YPF. Pero a pesar de esto desde el gobierno se intentó presentar como una salida al problema. Lo cierto es que Metrovías-Roggio había sido denunciada por el propio gobierno unos días antes de entregarles este nuevo negocio. También los trabajadores del subterráneo vienen denunciando hace mucho tiempo la desinversión y el abandono que esta empresa mantiene en la Ciudad de Buenos Aires, a pesar de que el boleto aumentó un 127% y sigue recibiendo subsidios millonarios. De hecho, Metrovías, Ferrovías y la propia TBA conformaban la UGOFE – Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia- que venía manejando gran parte del sistema ferroviario.

Seguramente los ‘nuevos’ encargados estarán pensando en aumentos de boleto y de niveles de rentabilidad, antes que poner un solo peso en las vías. Así piensan las empresas: sólo en sus ganancias, aunque viajemos como ganado. Ellos y el gobierno seguirán en sus negocios. Pero aunque se puedan ver algunos cambios de maquillaje, la situación del transporte ferroviario de pasajeros siga sin mejorar en profundidad.

 

Enrique Silva

 

Ultimo momento

Al cierre de esta edición un tren arrollaba un automóvil a metros de la estación Ciudadela. Las dos jóvenes que regresaban de su trabajo murieron carbonizadas tras la explosión del vehículo. Vecinos de la zona dijeron a los medios que las barreras nunca funcionan y que hace algunas semanas murió otro automovilista en similares circunstancias. De Cirigliano o de Roggio. Más vidas que se suman a los ‘logros’ del sistema de transporte en manos empresarias.

 


Publicado

en

por