Aguinaldo en cuotas: ¿luego le tocará al salario?

Spread the love

Las provincias con las cuentas en rojo

Que la crisis internacional ya entró en la Argentina lo reconoce hasta Cristina. Hoy eso ya no es discusión, aunque en honor a la verdad tendríamos que aclarar que para el gobierno pasamos de “estar blindados” a que “el mundo se nos vino encima” de la noche a la mañana.

Gerardo Uceda

.

.

.

.

.

.

.

Evidentemente lo que dice la presidenta no es así. Existían desde hace tiempo señales concretas de la penetración de la crisis económica mundial en el país, además que desde el punto de vista teórico era más que previsible desde el estallido de la misma allá por el 2008. En el sector privado se manifiesta por ejemplo en la caída de la producción y ventas de automóviles, la balanza comercial negativa, crisis energética, disminución de las ventas minoristas y en los últimos tiempos con las restricciones a la venta de dólares se agregó una parálisis de las operaciones inmobiliarias que se traduce rápidamente en un parate en la construcción. Evidentemente de esta desaceleración o directamente recesión los máximos perjudicados somos los trabajadores, suspensiones en Alpargatas, Renault, Fiat, despidos en la construcción, cierre de comercios, destrucción de empleo que hacen recordar los inicios de la crisis del 2001.

Pero la crisis tiene su correlato también en el sector público ya que se empieza a recaudar menos. El déficit fiscal creciente de los últimos 4 años ya no puede ser disfrazado ni absorbido mediante toma de créditos del Central ni mediante maniobras de emisión monetaria. Es que además se agregan la inflación, los aumentos salariales que han tenido que conceder y fundamentalmente la necesidad de juntar divisas para pagar la Deuda han llevado a una situación de asfixia financiera que ya no pueden ocultar y a que Cristina apriete a las provincias para que “cobren los impuestos”, impongan los proyectos megamineros y a cortarle todos los créditos y adelantos del Tesoro que otrora otorgaban con liviandad.

La agudización de la crisis en las finanzas públicas ha puesto de manifiesto tres hechos fundamentales: 1) la injusta estructura tributaria argentina (donde el mayor peso recae sobre los sectores populares y medios de la población a través del IVA y hasta de impuestos a las ganancias a los trabajadores); 2) una más injusta y caprichosa redistribución de lo recaudado por el gobierno nacional hacia las provincias que entran sucesivamente en rojo, cuyo pico máximo y notorio está hoy en la Provincia de Buenos Aires pero que abarca a más de 10 provincias Argentinas; y 3) la firme decisión de los gobierno nacional y los provinciales de que la crisis la paguemos los trabajadores, con sueldos miserables primero, aumentos en paritarias que estén debajo de la inflación promedio después, pago de aguinaldo en cuotas ahora y por qué no, retraso o pago en cuotas de los propios salarios en el futuro? Porque en eso sí se ponen de acuerdo Cristina, Scioli, Peralta de Santa Cruz o Paco Pérez de Mendoza: La variable de ajuste siempre son los trabajadores, de cambiar la estructura tributaria ni hablemos.

Coparticipación Federal Tramposa: La punta de un iceberg

La bomba estalló cuando la pelea política entre Cristina y Scioli, sumada a la situación económico-financiera que hemos descrito llevó a que el gobierno de Provincia decidiera pagar los aguinaldos de los empleados públicos en cuotas. Todo el mundo volvió a fijar la atención en la Coparticipación Federal, ya que aunque débil y timoratamente el gobierno bonaerense se quejó de que le enviaban menos plata de la que les correspondía. Veamos un poco más en detalle esto ya que nos toca de muy de cerca.

La Coparticipación Federal Tributaria no es nada nuevo, viene de décadas y en su esencia es correcta ya que significa en teoría que el Estado Nacional recauda dinero de las provincias según su “capacidad” tributaria y luego los distribuye a las mismas según sus “necesidades”. El problema se evidenció primero en la década del 90, cuando el traspaso de las escuelas y hospitales a las provincias, las mismas recibieron menos recursos que los gastos que empezaron a afrontar. Posteriormente la crisis del 2001 con la megadevaluación y la posterior aceleración hasta hoy ininterrumpida del proceso inflacionario distorsionaron completamente todos los números. Esto y unos gobernadores permisivos y disciplinados ante el poder de los Kirchner hizo que hoy exista una tremenda desigualdad entre lo que se recauda y lo que se reparte en beneficio claro del poder central.

Básicamente digamos que en los últimos años la recaudación del Estado Nacional aumentó por las siguientes vías: La inflación hizo que se recaude más en valores nominales (es decir el monto de lo recaudado), pero también en estos años aumentó la presión fiscal (por ejemplo de 650.000 trabajadores que pagaban ganancias se ha pasado a 2.000.000, aumentó las retenciones a las exportaciones, etc.). Finalmente aumentaron más los impuestos no-coparticipables.

La contrapartida fue que a las provincias, en especial las que no se disciplinaban al gobierno K como ahora Bs As, les tocaba menos año tras año, porque se les iba aumentando menos de lo que era la inflación real. En Buenos Aires se llegó al extremo de congelar el Fondo de Reparación Histórica en $ 650 millones (que actualizados debiera rondar los $12.000 millones), pero similares condiciones de ahogo sufren las otras tres grandes provincias : Santa Fé, Córdoba y Mendoza están en rojo, mendigando dinero a Cristina o tratando de conseguir dinero en el exterior a costos financieros altísimos.

Hasta ahora, cuando había un poco más de plata en las arcas centrales el dinero llegaba vía ATN y otros, según la relación que tuvieran con el mismo. Hoy ante el achique de la economía y la necesidad de pagar la Deuda ya ni eso. Santa Cruz está incendiada hace meses y el dinero no le llega. El gobernador de Mendoza dice ser “amigo” de la Presidente y el dinero no le llega.

Mientras este gobierno siga priorizando el pago de la deuda y no cambie la estructura tributaria donde pagamos más los que menos tenemos no habrá salida para el déficit fiscal y como siempre, los trabajadores pagaremos los platos rotos y la perspectiva más probable es a que cada vez haya más complicaciones con el pago no sólo de los aguinaldos sino hasta de los propios sueldos nacionales, provinciales y municipales.

 


Publicado

en

por