Nunca contra la «casta» capitalista ¿Milei puede llegar a ser presidente?

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Con una fuerte manija mediática, este personaje recorre el país y crece en las encuestas. Con toda razón, su ascenso preocupa a importantes sectores del activismo y del pueblo trabajador. ¿Pero cuáles son las causas por las que ocurre esto? Y en consecuencia, ¿cómo y con qué herramientas frenar a este derechista fascistoide?

Escribe: Pablo Vasco

La respuesta que surge a la pregunta que titula esta nota es clara: sí, Javier Milei puede llegar a ser el presidente de la Argentina. Nadie puede descartar esa posibilidad en 2023 o a futuro. Si ya gobernó Donald Trump en los Estados Unidos, si todavía gobierna Jair Bolsonaro en Brasil y si el reciente ballotage francés fue entre el derechista Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen, ¿por qué no podría llegar al gobierno de nuestro país este personaje político no tradicional?

Desde luego, ni las encuestadoras o consultoras de opinión ni los grandes medios de comunicación son independientes: todos ellos son empresas y por lo tanto defensores de su propia clase social, los capitalistas. Más allá de recordar esta obviedad, que explica su interés en que el descontento con los políticos tradicionales no gire hacia la izquierda y por eso le dan espacio y horas de notas a Milei, expresan en parte la realidad.

Según los números, Milei está entre los o las presidenciables. Pero claro, los que dicen estar «Juntos por el Cambio» ya no están tan juntos. Más bien están divididos entre sí sobre qué hacer frente a Milei, si competir o buscar asimilarlo o aliarse con él. Es más: Milei acaba de pasar a la ofensiva proponiendo una interna con Macri para integrar una fórmula presidencial. A su vez, los que dicen ser el «Frente de Todos» tampoco son ahora tan todos. No ya por qué hacer ante Milei, sino por cómo aplicar el plan capitalista-imperialista del FMI: si en forma directa, como está gobernando Alberto, con un gran costo político entre la gente que confió en él contra Macri, o con algún control estatal, como plantean ahora Cristina y su sector para despegarse del alicaído Alberto.

En este contexto, de descontento y bronca creciente hacia el gobierno nacional por la malaria económica y hacia el macrismo porque ya gobernó, sumado a un atraso estructural en los niveles de conciencia del movimiento de masas, que aún no rompe en forma masiva con la mala opción del supuesto «mal menor», es lógico que Milei coseche expectativas al criticar a la «casta política».

Toda la «casta», incluso Milei, defiende el capitalismo

Que Macri, el PRO y la UCR, así como Alberto, su ministro Guzmán y el gobierno nacional, con todo el PJ y todo el kirchnerismo con Cristina, Máximo y Larroque bancan el sistema capitalista no es ninguna novedad. Como casta política privilegiada que son se alternan circunstancialmente en el poder, pero siempre para gobernar en favor de los intereses de la clase explotadora dominante: la burguesía y el imperialismo. Es decir, gobiernan a favor del pago de la deuda externa al FMI, del sometimiento de la economía nacional a las corporaciones y del extractivismo que nos saquea y contamina. A favor de los bajos salarios, la precarización laboral y la explotación de la clase trabajadora. Y a favor de todo el plan de ajuste, desempleo, hambre e inflación que también golpea a millones de personas de los sectores medios y populares.

Como pasó con Trump, Bolsonaro y en otros países, como las promesas incumplidas y medidas de ajuste del falso progresismo y otros armados políticos generan decepción y ruptura, se han alternado llamando al «voto útil», apelando al malmenorismo, ese vacío es ocupado por alguna referencia que aparezca más a mano, vista como voto castigo. Es el caso actual de Milei, promocionado como alternativa por el aparato del sistema. Pero detrás de todo su palabrerío oportunista contra la casta política, este recién llegado a esa misma casta que critica se propone reemplazarlos… para seguir defendiendo, desde la ubicación institucional que logre alcanzar, exactamente esos mismos intereses de clase que sus competidores políticos coyunturales: los intereses de la clase capitalista, el empresariado, las corporaciones multinacionales, el FMI y todo el imperialismo.

¿Qué libertad defienden estos «libertarios»?

Pensar que hace unas décadas se les decía libertarios a los anarquistas, enemigos totales del sistema capitalista. Estos nuevos liberfachos se han apropiado de aquel nombre, que suena transgresor y defensor de libertades, para tergiversarlo por completo…
No es la finalidad de este artículo analizar la propuesta de Milei de dolarizar la economía argentina (ver notas en pág. 6 y 7), sino los ejes de su programa económico, tomado de la propia plataforma electoral de La Libertad Avanza1: «No es posible resolver la pobreza aumentando el gasto público distributivo pues en el camino destruimos la capacidad de ahorrar, invertir y crecer. No es posible resolver la marginalidad social sin antes cambiar un régimen laboral que explica por qué las empresas no tienen incentivo para emplear en blanco. No es posible crecer sin abrimos al comercio; pues será la única manera de emplear productivamente a la marginalidad social, al sobreempleo en el Estado, a los planeros del asistencialismo y a los desempleados. No será posible bajar la inflación sostenidamente si no eliminamos los déficits que terminan tarde o temprano en devaluación y expansión monetaria». Es decir, achicar el gasto público mediante más ajuste, imponer una reforma laboral que quite derechos y abrir el país al capital imperialista.

Los títulos de sus capítulos confirman el rumbo de capitalismo neoliberal sin filtro: Apertura al comercio exterior, Reforma laboral (flexibilizar, recortar el derecho de huelga, eliminar la indemnización por despido), Reforma de la administración del Estado (despidos2), Reforma del sistema previsional (privatizar todo), La Política Asistencialista (eliminar los programas de ayuda social), La Reforma Educativa (privatismo y terminar con el estatuto docente3) y La Reforma de la Salud (ídem).

Un párrafo aparte merecen sus propuestas detalladas en el capítulo La Reforma Tributaria. Allí plantean basar la recaudación en el IVA y otros impuestos al consumo (los más regresivos, que paga todo pobre en el súper), y eliminar el impuesto a la riqueza y las retenciones a las exportaciones. Sí, tal cual, Milei propone que el Impuesto al Patrimonio (o Bienes Personales) se considere apenas un anticipo del Impuesto a las Ganancias y «reducir hasta su eliminación o hasta un nivel cercano a cero los impuestos al comercio exterior». Y por supuesto Milei no habla de ningún impuesto a la renta financiera, en un país donde la rentabilidad de los banqueros «está entre las más altas del mundo: 5,9% en Europa, 24% en América Latina y 44% en la Argentina»4. La fórmula fiscal de Milei y su Libertad Avanza es muy simple: cobrarnos más impuestos al pueblo trabajador, que vamos de mal en peor, y menos impuestos a los ricos, que eluden, evaden y no pagan casi nada.
De los servicios públicos tampoco habla, o sea que quiere mantener las privatizaciones y los con siguientes tarifazos. Y en el Congreso, su voto en contra del acuerdo con el FMI fue por las razones opuestas a nuestro rechazo: Milei propone un ajuste antiobrero y antipopular aún más duro que el del gobierno para cumplir mejor con los pagos de la fraudulenta deuda externa que nos legó Macri. En suma, un alumno aplicado del imperio yanqui.

Por supuesto, en su plataforma Milei nada dice sobre derechos humanos, democráticos, de género y ambientales, temas todos en los cuales él y su espacio sostienen posiciones retrógradas. Para muestra basta un botón: su diputada nacional Victoria Villarruel es defensora de genocidas y, en su reciente visita a Tucumán, Milei confirmó que busca aliarse con Bussi, otro hijo y defensor de los represores. Dijo que estaría «encantado» de sumar a la dinosauria antiderechos Viviana Canosa. Y su diputado porteño Ramiro Marra promueve el reaccionario «Movimiento Antipiquetero Argentino», por lo que hemos presentado días atrás una denuncia al INADI (ver nota a la izquierda).

Es por esta pertenencia a la clase capitalista que Milei, al igual que Macri, Larreta y el mnistro Guzmán, fue días atrás a exponer sus propuestas económicas al Foro Llao Llao, un exclusivo encuentro en Bariloche del «círculo rojo» empresarial. Ese foro lo organizan Eduardo Elsztain, capo de la megaconstructora IRSA, y la Fundación Endeavor, que nuclea a varios de los dueños de empresas de más de mil millones de dólares. «‘Javier caza en el zoo acá’, resumió entre risas un empresario. ‘Habla y todos sonreímos: reducción de impuestos y de gastos, consolidación de los mercados. Esa fue su agenda’, destacó»5.
En conclusión, la única «libertad» que «avanzan» Milei y su partido es la libertad del mercado capitalista para explotar y saquear, esa que les niega la libertad a las mayorías. Estas recetas económicas y políticas que Milei contrabandea como «nuevas» son más viejas que la injusticia y ya fracasaron, acá y en el mundo entero: sólo trajeron más miseria y más entrega. Lo confirman sus permanentes elogios a personajes que quizás la juventud no conozca tanto: Carlos Menem y Domingo Cavallo, que hundieron al pueblo y al país. Si sos joven, preguntales a tus mayores cómo nos fue con semejantes personajes…

Contra la derecha, la izquierda

Ante el avance político-electoral de Milei, desde el Frente de Todos y otros espacios afines a la centroizquierda vuelven con la cantinela de que «hay que unirse para enfrentar a la derecha». Unirnos para enfrentarlos en las calles, si es necesario, por supuesto. Pero unirnos para gobernar con representantes del capitalismo, jamás. Los intereses de clase entre la clase trabajadora y la burguesía son irreconciliables. Y a las pruebas nos remitimos. Para enfrentar realmente a la derecha, cuando se es gobierno no hay que aplicar las mismas medidas calcadas de la derecha o similares, sino ir en el sentido exactamente opuesto: a la izquierda, en favor de la clase trabajadora y el pueblo, contra el FMI y las corporaciones. Nada de esto hace Alberto ni propone Cristina.

Por el contrario, entonces, quienes le abren la puerta cada vez más a la derecha, ya no sólo a Macri sino también a este caduco neoliberalismo recargado de Milei que aparece como «nuevo», son precisamente quienes siempre les terminan cediendo y gobiernan para el capitalismo y el imperialismo. Contra la derecha y este engendro de ultraderecha que son Milei y sus falsos «libertarios», la única alternativa coherente es la movilización obrera y popular, las propuestas por cambios de fondo y la organización política de la izquierda. Por todas estas razones, si querés enfrentar a Milei, Espert y sus liberfachos, te invitamos a sumarte activamente al MST y al Frente de Izquierda Unidad.

 

1 https://avanzalibertad.com/plataforma-electoral/
2 «No se puede dejar en la calle abruptamente a 1.5 millones de empleados públicos innecesarios»…
3 En igual sentido, propuso eliminar el Ministerio de Educación de la Nación.
4 Informe de la agencia oficial de noticias Télam, 9/3/22.
5 https://www.diarioneuquino.com.ar/2022/04/29/foro-llao-llao-macri-milei-ylarreta-expusieron-ante-empresarios-en-la-primera-jornada-hoy-cierra-martin-guzman/
6 https://www.movimientoantipiquetero.com.ar/
7 Gargarella, Roberto; El derecho a la protesta, el primer derecho. Buenos Aires: Ed. Ad Hoc, 2005, pág.41.

 


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