Marcha Federal. Por trabajo genuino y por salario, contra el hambre y la miseria

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Tras tres jornadas de movilizaciones que se desarrollaron en todo el país, la Marcha Federal convocada por la Unidad Piquetera, cerró la acción con un enorme acto en Plaza de Mayo. Desde estas líneas aportamos nuestra opinión sobre la previa, su desarrollo y cómo seguimos.

Escriben: Mónica Sulle y Nahuel Orellana

Fue el hecho político de la semana, desde el inicio con el acto central en La Quiaca y la salida desde Tierra del Fuego, como de cada delegación en los distintos puntos del país y los actos en las principales ciudades fueron seguidas con atención por los medios y en cada una de las casas de nuestro país. Del NOA, del Litoral, de Cuyo, del Centro del país y de la Patagonia la caravana de la Marcha Federal no frenó a pesar de los intentos de entorpecer el recorrido por parte de las policías provinciales y la gendarmería en la ruta.

Esta acción nacional que se gestó en el Plenario Nacional Piquetero de marzo y que se construyó desde cada asamblea, en cada barrio, en cada provincia, fue una nueva y enorme demostración de fuerza de los sectores que no bajan los brazos y luchan por sus condiciones de vida contra el ajuste que aplica el gobierno de Fernández y ejecuta desde desarrollo social el ministro Juan Zabaleta.

En todo el país un mismo reclamo

En cada provincia los reclamos, a pesar de las desigualdades, son los mismos: trabajo genuino, aumento de salarios, jubilaciones y asistencia social. Porque el modelo económico es el mismo, es el modelo extractivista como modo producción capitalista en la región.

Modelo que saquea nuestros territorios, no genera puestos de trabajo, pero sí le da muchas más ganancias a las corporaciones y a los gobiernos. Por eso no hay plan de desarrollo de industria nacional, donde no solo utilicen las materias primas, sino que sea a través de una reorganización social para que desde las comunidades se decida qué se produce, para quiénes y cómo, además de generar trabajo para quienes hoy no lo tenemos. Reorganizar sobre otras bases, repartir las horas de trabajo para que trabajemos todos, con salarios igual al costo de vida y tengamos tiempo para vivir. Todo al servicio de nuestras necesidades y no de las ganancias capitalistas.
Por eso el debate es tan profundo, porque su modelo es de más precarización y desempleo.

Fuimos las organizaciones de la Unidad Piquetera quienes, cuando asumió Zabaleta, le presentamos un plan para generar un millón de puestos de trabajo reactivando la obra pública, la construcción de viviendas para además dar respuesta al problema habitacional, y por supuesto nos dijeron que no.
Los salarios no alcanzan, en nuestro país el 80% de las y los trabajadores asalariados cobran por debajo de la línea de pobreza. A los aumentos en paritarias que llegaron al 60% ya se los comió la inflación.
Quienes no tenemos trabajo formal y cobramos por ejemplo un “potenciar trabajo” tenemos por ingreso $19.470 y la inflación ya nos comió el aumento miserable que discutieron los popes de los movimientos sociales junto a la burocracia sindical, los empresarios y el ministro de Trabajo Moroni. Por eso ante la Marcha Federal están hablando de adelantar el pago de enero de $23.925. Igual vale preguntar, ¿quién puede vivir con esa plata? Nadie.

Además de esto hay que tener en cuenta que son muchas más personas las que no reciben ningún subsidio por parte del Estado. Esto hace que la necesidad de asistencia a los comedores sea cada vez mayor, pero el gobierno solo abastece con yerba o polenta, con una variedad de 4 productos basados en una merienda. Los alimentos ya no alcanzan para que todas las familias que se suman puedan recibir un plato de comida al día.
A medida que se profundicen las políticas de ajuste de la mano del Fondo, se va a profundizar la pobreza y el hambre. Esta crítica situación hace que se haga necesaria la coordinación de trabajadores ocupados y desocupados, y la pelea por todos nuestros derechos.

Aportamos fuerza en la calle e ideas para tener más fuerza

Desde el MST Teresa Vive, sumamos compañeras y compañeros a las caravanas de todas las regiones del país. Desde Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja, llegaron a Córdoba, donde protagonizaron una gran movilización antes de salir para Buenos Aires. Desde el noreste y el litoral sumaron su presencia compañeros de Entre Ríos, Formosa, Chaco y Misiones, que llegaron a Santa Fe y desde Rosario partieron de forma conjunta para ser parte de esta acción que va a quedar para la historia. De Cuyo, se sumaron los compañeros de San Juan y Mendoza. De Patagonia llegaron desde Neuquén y Chubut. Y por supuesto del Interior de la Provincia de Buenos Aires como desde el AMBA miles dijeron presente. Pero no fue solo la fuerza de la militancia nuestro aporte.

Desde que iniciamos los debates para la coordinación de la acción fuimos quienes propusimos que se tenían que tender puentes para que la acción sea coordinada con trabajadores ocupados, con el sindicalismo combativo, porque la lucha contra el ajuste del gobierno tiene que ser una sola.

Y si bien dimos ese paso clave y es el que hay que profundizar, fuimos claros en cada acto y radio abierta que se desarrollaron en el transcurso de las caravanas como así también desde el escenario de Plaza de Mayo: que para defender nuestras conquistas y ganar más derechos tenemos que enfrentar al gobierno, a la derecha y a este modelo capitalista que siempre quieren que la crisis la paguemos nosotros. Y esa batalla la tenemos que dar de conjunto con los trabajadores ocupados, por eso saludamos que se haya aceptado la participación del Plenario del Sindicalismo Combativo, que por nuestra corriente saludó el acto Andrea Lanzette dirigente docente y referente de ANCLA. Pero además hay que unir la lucha social con la política. Es la unidad de las y los luchadores con la izquierda para fortalecer una alternativa que vaya a fondo contra este sistema.

Más ajuste, más precarización y más extractivismo, eso enfrentamos

La situación económica y social a la que nos está empujando la crisis capitalista hace que la disyuntiva entre socialismo o barbarie esté planteada como una realidad. En los marcos de este sistema no hay salida. Es mentira que es el más eficiente o eficaz, este sistema es el responsable de que se profundice la desigualdad, y que seamos cada vez más los que no tenemos nada y solo un puñado de ricachones los que son más y más ricos a costa nuestra. Y esto solo se va a seguir profundizando si no le ponemos un freno real.

La salida a la crisis por parte de los capitalistas y sus representantes en el gobierno es más ajuste, más precarización y más extractivismo. Quieren que la crisis capitalista la paguemos nosotros, de nuestros bolsillos, con nuestro sudor y con nuestra salud y la vida.
La inflación, los tarifazos, los salarios de miseria, los planes sociales de indigencia, el modelo extractivista de producción que saquea y contamina, que nos envenena y nos mata, solo eso nos ofrecen. Y es a lo que decimos basta, contra el gobierno de Fernández que avanza por este camino para seguir sometido al FMI, pero también es contra los que ya gobernaron y los liberfachos que vienen contra nosotros.
Nuestra lucha no es fácil, pero es necesaria y completamente posible.

Cómo la seguimos

Con más fuerza, unidad y coordinación tenemos que tomar nuevamente las calles. La cerrazón del gobierno servil del Fondo pone en peores condiciones a miles de compañeros que no van a poder tener un ingreso, porque si no hay trabajo, que es lo que pedimos, el Estado tiene la responsabilidad de dar asistencia a los que no tienen nada, por eso la universalización de los planes es una necesidad.

Y si bien es correcto pedir un Salario Universal, el mismo tiene que ser igual al costo de vida real y no puede ser incompatible con otros programas. Es una burla que sea menor que un Potenciar Trabajo como lo hace Grabois. El mismo que se hace el abanderado de la economía popular y nos quiere hacer creer que es la opción a la economía formal, cuando es la que todos los días llevamos adelante porque con un plan no se vive, se suman las changas, los productivos, que los hacemos sin ayuda del Estado.

Como la respuesta es nula o insuficiente, se va a ir calentando más y más la olla a presión y va a terminar explotando. Esa explosión serán más luchas y tenemos que estar preparados para impulsarlas desde los movimientos sociales, que siga creciendo la unidad entre las organizaciones piqueteras que hoy son la vanguardia de la lucha, y que mantienen la independencia con el gobierno.

Como dijimos en el acto, ahora la tarea es cómo fortalecemos nuestra lucha, y para hacerlo no la podemos mirar como algo aislado, hay que profundizar la unidad con el movimiento obrero ocupado. Y que, por supuesto hay que insistir con la exigencia a un paro general a la CGT y la CTA, pero eso no nos puede dejar en el inmovilismo, depositando confianza en esas direcciones burocráticas traidoras, que han sido las responsables de que los gobiernos puedan avanzar sobre nuestros derechos. Hay que exigir el paro, denunciar a la burocracia, pero en el mientras tanto por abajo tenemos que ir construyendo los puentes entre los diferentes sectores, fortaleciendo la unidad con el Sindicalismo Combativo y la organización con las y los trabajadores ocupados.

Pero no es lo único, porque nuestra pelea no es solo social y sindical, nuestra lucha es política, es por distintos modelos de país, de organización social y económica. Y por esto hay que unir lo social con lo político, nosotras y nosotros del MST Teresa Vive, como parte del FIT Unidad, estamos convencidos de que lo que tenemos que hacer es fortalecer una herramienta política, que construyamos nosotros, que sea nuestra, que pelee por nuestros derechos.

En los barrios, en cada asamblea, tenemos que discutir cómo nos organizamos desde las bases, cómo fortalecemos nuestra organización social y cómo nos involucramos en hacer política, fortalecer a nuestro partido, a nuestro Frente. Porque la unidad es con la izquierda, porque es la única que lucha consecuentemente para terminar con este sistema que nos condena día a día, y tiene un programa alternativo que se construye sobre otras bases, poniendo las necesidades sociales como la prioridad, y así en ese camino estar más cerca del gobierno de las y los trabajadores, nuestro gobierno.

 


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