Otra semana de conflicto agrario

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Los chacareros pelean… el gobierno
y los dirigentes transan

Finalizó una nueva semana de protestas que incluyeron cortes, concentraciones y diversos actos. Pese a la presión ejercida por los pequeños productores para continuar la medida, la Mesa de Enlace levantó la protesta y llama “a un dialogo responsable” con el gobierno.
Mientras tanto los primeros datos que se empiezan a conocer del último censo agropecuario realizado por el INDEK, dan cuenta que entre el 2002 y el 2008 habrían desaparecido 60.000 pequeños productores. O sea que sigue produciéndose en el campo una brutal concentración. ¡En sólo 5 años se produjo una de las concentraciones más grandes de los últimos tiempos! Si tomamos como referencia los 90.000 productores desaparecidos entre el 1988 y el 2002, la velocidad de la concentración capitalista en el campo durante el reinado de los K no tiene antecedentes cercanos.
Este proceso fue el que dio origen a la lucha contra la 125, un impuesto regresivo que afectaba a grandes y pequeños por igual. Una justa lucha de los pequeños productores que peleaban por no desaparecer. Que desbordó a los dirigentes, terminó sumando a la mayoría de los pueblos del interior y, logrando una gigantesca simpatía popular, obtuvo un triunfo que golpeó duramente al gobierno.
Pero la derrota de la 125 no detuvo la crisis de la pequeña producción. Al desplome de los precios internacionales, y a una sequía de magnitud histórica, se sumaron la nefasta política del gobierno y la oposición parlamentaria. Esta verdadera colección de calamidades empuja nuevamente a los chacareros a las rutas, ahora en un cuadro distinto al del 2008. La política de la Mesa de Enlace es desmovilizar, centrar todos los reclamos en el Parlamento y levantar un programa que en definitiva beneficia a los grandes operadores del negocio.

La política de la Mesa de Enlace favorece a los grandes productores

La unidad actual de la Federación Agraria con las entidades de los grandes en la Mesa de Enlace y con el grueso de la oposición burguesa parlamentaria (UCR, CC, PRO, PJ disidente, PS), ha embarcado a los dirigentes federados en una política opuesta a la que hace un año atrás sostenían.
Ahora su bandera central es la baja de las retenciones para todos. Esta es la esencia del proyecto de ley que defienden. O sea beneficiar a 2.000 firmas que concentran el 50% de la producción granaría. Se olvidaron de la segmentación y los reclamos de los chacareros.
Esto es lo que explica que Buzzi (el presidente de la FAA), ante una reciente chicana de los K, se haya pronunciado contra el proyecto de ley de arrendamientos que tiene su origen en una larga pelea de los pequeños productores y la propia FAA contra los pooles, con la excusa de que dividiría la Mesa de Enlace. Los medios señalaron con justeza que Buzzi y Grobocopatel coincidían.
Y también es por eso que, medrando con la bronca de los pequeños productores contra la política nefasta del gobierno, la gran medida de lucha que lanzan para continuar la protesta es… una gran concentración el 10 de diciembre para cuando asuman los diputados electos de la oposición. Y con el auspicio de una nueva Borocotó, la hasta hace poco anti K diputada Alarcón, ahora flamante secretaria de Integración Nacional, se sientan a negociar este jueves con el gobierno una rebaja de retenciones cuyo principal beneficiarios serán los grandes productores.

Por una política alternativa en defensa de los pequeños productores

Pese a la bronca y ganas de pelear de los pequeños productores, la actual pelea entre el gobierno y las entidades empresarias nucleadas en la Mesa de Enlace es llevada por estos dirigentes por otro camino. Les interesa una disputa por la renta que no beneficia ni a los pequeños productores, ni a las poblaciones del interior, ni al conjunto de la población.
Es un tire y afloje entre distintas necesidades de los capitalistas del país.
Los K necesitan mantener un nivel alto de retenciones para pagar la deuda externa y hacer caja política. Los grandes productores del campo, utilizan demagógicamente la bronca de los pequeños chacareros, para presionar por salvarse de impuestos y lograr todo tipo de compensaciones. Otros capitalistas hacen suculentos negocios aprovechando el uso discrecional de subsidios que hace el gobierno a través de la ONCCA.
Los pequeños se arruinan, desaparecen como lo indican las cifras arriba señaladas. El precio de los alimentos no deja de subir. Pero los capitalistas de la agro-alimentación, desde exportadores, proveedores de insumos, grandes frigoríficos, agentes de comercialización y grandes supermercados siguen haciendo, aún en la crisis, fuertes ganancias.
Más que nunca hace falta una política progresiva de impuestos, con retenciones segmentadas, muy altas para los grandes y pequeñas para los chicos. Que sea completada con una ley de arrendamientos en beneficio de la pequeña producción, a la cual debe estimularse con subsidios y créditos accesibles, financiados con fuertes impuestos a la fondos fiduciarios y grandes capitalistas que intervienen en la producción agrope-cuaria, con altas retenciones a los grandes productores y una fuerte intervención estatal a favor de un desarrollo en el que participe el conjunto de la población rural e impida que el campo se siga convirtiendo en “un desierto verde” de los grandes capitalistas.
Estas medidas de emergencia deben continuar con una verdadera y profunda reforma agraria y la nacionalización del comercio exterior, para que la producción agropecuaria esté al servicio de eliminar el hambre en nuestro país, y que sus excedentes exportables sean un beneficio para todos y no para los grandes capitalistas, como lo son actualmente. Una política agropecuaria debe contemplar también condiciones dignas de trabajo y salariales para los trabajadores rurales, empezando por aprobar un estatuto para el peón rural.
La pelea de los pequeños productores es justa y es justa y tenemos que apoyarlos. Para que triunfe es necesario que su lucha no sea usufructuada y traicionada por los dirigentes de la Mesa de Enlace y la oposición burguesa parlamentaria. Es necesario terminar con esto y apoyar la lucha en las resoluciones democráticas de las asambleas autoconvo-cadas. Uniendo la lucha de los chacareros a la de los trabajadores del campo y la ciudad.

Gustavo Giménez


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