Procesaron a Vilma Ripoll por apoyar la lucha de Terrabusi

Spread the love

 

Pese a la amplitud de sectores que se movilizaron y al arco de personalidades que se entrevistaron con el Juez, éste resolvió procesar a Vilma Ripoll en el marco de la causa Kraft Terrabusi. Desde el MST hemos lanzado una amplia campaña nacional e internacional por el desprocesamiento de Vilma y demás luchadores.

Entrevistamos a Vilma, que nos retrata el ataque antidemocrá-tico del que es objeto por llevar una vez más la solidaridad de nuestro partido con la lucha de los trabajadores.

Contanos en qué consiste la causa en la cual te acaban de confirma el procesamiento

La causa consiste en el procesamiento por haber participado de forma activa en solidaridad con los cortes de la Panamericana que llevaron adelante los trabajadores de la empresa Kraft-Terrabusi en el año 2009. Es un delito tipificado como grave y de carácter federal conforme al artículo 194 del Código Penal y por el cual se me judicializa por cortar una ruta nacional. Es la primera vez que se procesa por apoyar un reclamo y tiene un profundo sentido político. Establece un antecedente muy peligroso porque significa que ningún dirigente político puede participar de forma activa y comprometida en los reclamos populares para fortalecer con su presencia una lucha justa, ya que corre el riesgo de ser procesado. En mi caso además, ir a las luchas y estar siempre con los que pelean contra las injusticias del sistema es una concepción de hacer política y de ser dirigente. Por supuesto que además, intentan quebrar moralmente una actitud de compromiso con un ataque de tipo patrimonial. Digo esto porque el procesamiento incluye un embargo de bienes por una cifra de 120 mil pesos. Una barbaridad

Pero desarrolla más a fondo la valoración política que hacés de esta ofensiva política

Lo primero es que el ataque no es individual. Son señales. Marcas que se intentan plantar contra una corriente. Me parece que resulta claro, que en el marco de que el gobierno se prepara para una nueva etapa de enorme crisis, frente a un mundo cuya conmoción ya está golpeando en el país y empieza a mostrar en la economía que el “blindaje” de Cristina es puro verso, necesita atar de pies y manos, no solamente a los trabajadores, sino a los dirigentes políticos que somos activamente comprometidos con esos reclamos. Es toda una orientación para quebrar los reclamos. Y además, se tiene objetivos claros en la ofensiva: es un ataque especial a todos los nuevos luchadores, sus organismos y referentes como en el caso de los ferroviarios, de la línea 60 o Fate, para nombrar solo algunos ejemplos. Se intenta debilitar un proceso de surgimiento del nuevo sindicalismo que está llamado a reemplazar a la vieja burocracia sindical que tanto van a volver a necesitan patrones y gobiernos en la crisis que se avecina. Por eso, intentan “curarse en salud” y quieren fumigar todo lo que se pueda desde ahora y sino condicionar a esos nuevos actores desde este mismo momento. El ataque que sufro yo es parte de esa orientación política.

¿Y la justicia qué rol juega en todo esto?

La justicia es la herramienta que el gobierno habilita a través de sus declaraciones a ejecutar esta persecución y concretar una política de criminalización brutal. Sumado a que la mayoría de los jueces comparte la concepción de que reclamar es delito. En lugar de dar respuesta a los reclamos sociales y laborales con medidas de ese carácter, se responde con el código penal en la mano. Los juzgados de la zona norte fabril del Gran Buenos Aires, actúan con ese criterio en una zona caliente de alta conflictividad obrera.

¿Y tienen condiciones de avanzar en sus objetivos tanto la justicia como las patronales o el gobierno?

Mirá acá hay un dato central: La gente sacó la conclusión que sino visibilizan los conflictos, no hay respuestas. Entonces, son todos los sectores en lucha los que adoptan el método de la acción directa como mecanismo esencial: la militancia social y medioam-biental que lucha en los pueblos de la cordillera en defensa de los recursos; la juventud que pelea por futuro; los desocupados que cortan la Avenida 9 de julio por sus reivindicaciones y por supuesto, la clase obrera desde cada lugar de trabajo. Acá nadie se calla y hay un pueblo que no tiene miedo. Estamos a poco tiempo de que se cumpla una década del Argentinazo: esas brasas de rebelión social, no las pudo apagar el doble discurso kirchnerista, ni tampoco van a poder sus métodos más sofisticados de represión, como las patotas a través de las cuales tercerizan la represión o la judicialización con dirigentes como en mi caso. Actúan como un “bombero loco” como decimos en el partido: pretenden apagar el incendio echándole nafta. Por eso, con unidad, lucha y movilización no hay juez, ni ministro bravucón, ni nadie que pueda parar a los trabajadores y el pueblo cuando no están derrotados. Aprovecho para agradecer las muestras de apoyo y afecto de tantos compañeros y compañeras, personalidades de distintas sectores políticos que por encima de las diferencias me han manifestado su solidaridad.

Entrevistó: Mariano Rosa

  

 


Publicado

en

por