El apoyo de Cristina y De la Sota, parece no ser suficiente para que Monsanto pueda instalarse en Córdoba. Estudios ambientales adversos, una alta condena social y masivas movilizaciones, complican los planes de la multinacional.
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La movilización de más de 10.000 cordobeses contra Monsanto, expresó el creciente repudio que cosecha esta multinacional en cada territorio donde pretende instalarse, a medida que sus habitantes van conociendo su oscuro pasado y su amenazador presente.
“Monsanto está en el país hace muchos años”, argumentan los pocos que se animan a levantar su voz para defender el modelo productivo impulsado por el Kirchnerismo desde sus inicios. Es cierto, han logrado hegemonizar el mercado de semillas y de la mano del gobierno nacional y los grandes pooles de siembra, han impuesto el actual modelo de saqueo y contaminación de nuestro suelo.
Las razones del actual repudio nacen justamente de la experiencia acumulada por pueblos que han sido arrasados por los desmontes y sequías, las enfermedades y la muerte generada por sus productos. Hasta aquí, Monsanto se manejó silenciosamente y a espaldas de las grandes ciudades. Sin dudas, el torpe intento de instalarse en cercanías de la segunda urbe del país, volvió visible a los responsables del modelo y con ello la bronca crece.
Sobre llovido… Monsanto
Evitar que Monsanto se instale en Córdoba, no resolverá mágicamente los problemas de pobreza y enfermedad que impusieron los gobiernos junto a los grandes terratenientes del campo. Pero sin dudas será un freno a este proyecto de país, puesto al servicio de las grandes multinacionales que saquean nuestras riquezas, que no pagan impuestos y a cambio sólo nos dejan contaminación.
Evitar que Monsanto se instale, es frenarle la mano al modelo de concentración que el menemismo ideó para el campo y que el Kirchnerismo se propone llevar a su máxima expresión.
Monsanto es invitado por Cristina y De la Sota, para intentar darle el tiro de gracia a la soberanía alimentaria y a la posibilidad de que Argentina pueda salir de la lógica de país al servicio de las grandes potencias imperialistas. El remate de nuestras riquezas impulsado por el gobierno nacional no pasa inadvertido para los buitres multinacionales. Dow Chemical, antiguo socio de Monsanto en la producción del agente naranja para Vietnam ya se apuntó para instalar 2 plantas en Córdoba y Tucumán.
Cuando Cristina dice “vamos por todo”, hay que creerle.
Malvinas dice no a Monsanto
La auto-organización del pueblo de Malvinas Argentinas continúa. A la campaña de concientización lanzada semanas atrás, se han sumado cortes de rutas, un relevamiento socio sanitario y la presentación de un amparo solicitando que no se avance con las obras, hasta que se haga una consulta popular y se realice un estudio de impacto ambiental. Sólo con la movilización, el debate y la lucha venceremos a Monsanto. Vamos por el camino correcto.