Los efectos de la crisis sobre el modelo ya son indiscutibles, el gobierno se debilita a medida que avanza en sus planes antipopulares. Ahora pactó con el Pro por necesidades y negocios mutuos. Por abajo la bronca crece y se expresa en la calle. El cacerolazo del 8N le ha dado un nuevo golpe. Si se concreta la Huelga General CTA-CGT para fin de mes puede sufrir uno más grande. Se agranda el vacío político y la oportunidad para fortalecer una alternativa de cambio real.
No hay analista serio que pueda desconocer los efectos que la brutal crisis capitalista internacional viene teniendo sobre nuestro país, pero la realidad es más certera que cualquier cálculo y el freno en la economía se siente. Amplios sectores del pueblo trabajador pierden día a día el poder adquisitivo de sus salarios, carcomidos por la inflación y los descuentos del impuesto a las ganancias. Hay una menor actividad en la industria, con la consecuente pérdida de puestos de trabajo, cancelación de contratos, etc. La desesperada necesidad gubernamental de retener dólares para pagar la deuda con los usureros internacionales ha golpeado sectores medios y contribuye a reforzar el afloje económico. El modelo K utilizó el viento de cola de años anteriores para hacer gigantescos negocios, en lugar de resolver los problemas estructurales que venimos arrastrando. Por eso los trenes están al borde del colapso y acabamos de vivir un enorme apagón en la Capital, que dejó a millones sin luz ni agua.
Cristina: 7D y pactos con el PRO
La debilidad del gobierno se ha acentuado y se expresa en toda la línea. Cada aparición de la presidenta en cadena nacional profundiza el rechazo de millones. Por eso, las iniciativas y discursos K tienen un efecto mucho menor que hace un tiempo. El gobierno sigue negando la realidad y burlándose de cualquier crítica. De Vido insinúa que el apagón fue por un sabotaje; Bossio dice que si el Anses le paga los juicios a los jubilados va a haber crisis y la presidenta que el cepo al dólar en un ‘mito urbano’. Todas barbaridades, que contentan solo a los seguidores más fieles, pero profundizan el aislamiento con grandes sectores de la población. Este presente de debilidad va condicionando la acción del gobierno, que se va quedando sin fuerzas para avanzar en las medidas de ajuste que necesitan los capitalistas para descargar la crisis sobre el pueblo trabajador. Para eso, la rosada juega todo a dos bandas. Por un lado lanza una gran campaña del 7D, apostando a polarizar con Clarín para mantener a su tropa en movimiento. Por el otro definiendo una serie de pactos escandalosos con el Pro, que le permiten avanzar en negocios comunes y medidas antipopulares. Es el caso de la Ley de ART que pedían las grandes corporaciones y Cristina logró aprobar con los votos del macrismo, en un Congreso custodiado por la policía y rodeado de trabajadores de la CTA, la CGT y otras organizaciones, entre ellas el MST. También se verifica en la última sesión de la Legislatura porteña, donde legisladores K votaron con el Pro la entrega de terrenos ferroviarios para negocios inmobiliarios y la venta del Edificio del Plata para hacer el Centro Cívico en el Hospital Borda a pesar del rechazo de los trabajadores del establecimiento.
Las luchas, el 8N y el Paro Nacional CTA-CGT
Una de las expresiones del momento que estamos viviendo es el crecimiento en la movilización. Los docentes y empleados estatales vienen sosteniendo conflictos en muchas provincias, reclamando por salario o contra medidas de ajuste de los gobernadores. También hay conflictos en fábricas del conurbano. Los gigantescos problemas en las arcas provinciales, dejan sin asegurar el pago de salarios y aguinaldos, colocando la posibilidad de duros conflictos en el futuro. Horas antes de cerrar esta edición, se llevó a cabo el cacerolazo del 8N. Cientos de miles volvieron a manifestarse, superando la movilización del 13 de septiembre (ver declaración en pág.3). Más allá de las contradicciones que se expresaron en la convocatoria, hay muchos reclamos justos en quienes concurrieron; ahora se sumaron sectores medios bajos y de trabajadores y fue vista con simpatía por millones en todo el país. Esto viene a sumarse a un contexto donde los trabajadores vienen estando en el centro de la escena con medidas de acción de escala nacional. El paro y la marcha del 10/10 expresó con fuerza el descontento obrero. El anuncio de una Huelga Nacional CTA-CGT para la segunda quincena de noviembre sería un nuevo paso adelante, continuando lo que se viene haciendo desde el 8 de junio hasta la fecha. Tan fuerte es este polo de movilización, que ahora la CGT Azul y Blanca de Barrionuevo ha dicho que se sumaría. De concretarse, tarea que debemos encarar con celeridad, habrá que mirar en las marchas federales que le hicimos a Menem-Cavallo para recordar una convocatoria tan importante. Esta unidad de acción por supuesto no tendrá expresión política por las enormes diferencias de los proyectos estratégicos de cada sector, pero se trata de una herramienta muy fuerte para desarrollar la movilización de los trabajadores alrededor de reivindicaciones correctas. Por eso, concretar y garantizar el éxito de esta medida y discutir su continuidad, será tarea central de nuestra corriente sindical del MST, así como del activismo obrero y los luchadores en todo el país.
Más espacio para una alternativa
La suma de hechos que anteriormente expresamos aumenta el vacío político. Se ve un gobierno desgatado, pero también las debilidades y miserias de los principales referentes de la ‘oposición’. Macri no logra extenderse como opción nacional y se sigue desluciendo en una gestión que sigue sin resolver ningún problema estructural en la Capital. De la Sota y los dinosaurios del PJ opositor no despiertan grandes pasiones y donde gobiernan ajustan al pueblo. Binner no puede explicar el escándalo del jefe de policía narco en Santa Fe. Un oficial que el propio gobernador Bonfati puso en el cargo. La UCR busca la sobrevida con una ‘nueva alianza’ con el FAP y la Coalición Cívica, insistiendo en proyectos que antes hundieron al país y ahora hundirán a quienes se embarquen en ellos. Ninguno de estos actores está respondiendo a lo que requieren los tiempos que estamos transitando. No ofrecen un modelo superador al que defiende el kirchnerismo. Por eso hasta el momento no han podido ocupar el enorme espacio político que existe. Y esto nos coloca en la tarea presente de dar un salto muy importante como alternativa de cambio real. Porque las propuestas que dieron origen al Movimiento Proyecto Sur y que venimos planteando junto a Pino Solanas, Alejandro Bodart, Vilma Ripoll y demás referentes de todo el país, ofrecen solución a la situación que estamos viviendo. Queremos ampliarla a los compañeros de Unidad Popular, Buenos Aires para Todos y demás compañeros con quienes construimos la CTA. Para recuperar los ferrocarriles y los subtes, los recursos naturales y la tierra. Para defender de la educación y la salud pública; así como de los derechos políticos y sociales para la juventud, las mujeres y los pueblos originarios. Para pelear por un modelo de país al servicio de los de abajo. Hay que fortalecer una alternativa amplia, unitaria y transformadora, que termine con la entrega y el saqueo que han sostenido los K y antes que ellos los gobiernos de los viejos partidos. El tiempo que corre nos brinda una oportunidad muy importante para avanzar en estos objetivos. El MST pondrá todo su esfuerzo para que esto se pueda lograr.
Macri se va al recital mientras millones sufren el apagón en la Ciudad. Aunque no parezca, el que está más que pintado en la Ciudad, es el Jefe de Gobierno.
Millones sin luz ni agua, colapso en subtes y recolección de basura. Hay que terminar con estas empresas mafiosas, re estatizando el servicio de distribución de la energía y todos los servicios públicos que siguen privatizados, colocándolos bajo férreo control social.
Luego del apagón, el ministro De Vido hizo una conferencia de prensa para informar que el sistema anda bien y que piensa presentar una denuncia penal para averiguar «quién bajó la palanca»… Parece que la nula inversión de las empresas privatizadas es otro mito urbano.