Sube el pan, bajan las reservas y Moreno no “congela” nada

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La verdadera economía K

Las noticias de los diarios del día nos avisan que el pan llego a $ 20 el kilo. Tanto subió, que si no se pusiera viejo y duro, sería buen negocio ahorrar pan. Lo cierto es que gracias a la política del gobierno y los monopolios harineros este artículo de primera necesidad ha comenzado a escasear de la mesa de millones de argentinos. Y aunque Moreno prometa felipes a $ 10, ya nadie le cree a las mentirosas promesas del Secretario.
No es para menos, a tres meses de lanzado el plan “Mirar para cuidar”, los relevamientos privados señalan que faltan el 50% de los productos “a precios congelados” que el gobierno anunció. Muchos productos que deberían formar parte del acuerdo no aparecen como tales y otros tanto ni siquiera tienen precios. ¿Multas contra los supermercadistas especuladores?… bien gracias. Si en el país de Moreno y Cristina la canasta básica de alimentos y la canasta de pobreza (que incluye los servicios) para una familia tipo, cuesta según el INDEC, dos veces y media menos que la “del supermercado”. Podemos sentarnos a esperar las multas… porque el “Mirar para cuidar” ya nació con un ojo tuerto.
Y si el pan, que integra la mesa cotidiana de los argentinos esta por las nubes, ni hablar de aquellos productos que se necesita para que una familia tenga una alimentación de calidad, como son las frutas, verduras y hortalizas, cortes magros de carnes; lácteos no enteros; cereales integrales o aceites con ácidos grasos. Eso ya es inalcanzable para los trabajadores, ya que el 50% de los mismos no supera los $ 4.000 de ingreso mensual, o los jubilados cuyo 75% cobra la mínima, o los desocupados con planes sociales de miseria.
Acompañando este cuadro se conoció recientemente que el 37% de los trabajadores (4.500.000) está en negro, sin jubilación ni obra social. Registrándose en el Chaco la marca record del trabajo precarizado con un 51,9 % de trabajadores no registrados y en Tierra del Fuego su marca más baja con un 12,8 %. Si excluyéramos al trabajo estatal, en el país la mitad de los trabajadores privados esta en negro. Desnudando el acuerdo del gobierno “nacional y popular” con los grandes empresarios.
Y como si esto fuera poco, en la semana de presentación de las listas de candidatos, se conoció que en el primer trimestre de este año las reservas del Banco Central volvieron a bajar, esta vez en 2.844 millones de dólares, que si los sumamos a las pérdidas de reservas del 2011 y el 2012, ya suman la friolera de 12.244 millones de dólares menos.

Que la crisis la paguen los bancos y las grandes empresas

Mientras en la mesa de las familias trabajadoras falta lo más elemental, los grandes empresarios amigos del gobierno y los bancos siguen haciendo pingües negocios. El país sigue pagando miles de millones de fraudulenta deuda externa a los usureros internacionales y el gobierno acomoda sus presupuestos de asistencia social u obra pública para levantar a los intendentes y punteros que le serán fieles (cada vez menos) en esta campaña electoral.
Mientras el modelo K se hunde, no dejan de robar y hacer fabulosas ganancias. Por eso, y por el enorme desprestigio que acumula el gobierno y sus negocios, cada vez saltan más hechos de corrupción estatal, y la impunidad de los funcionarios, desde el enriquecimiento ilícito de los Kirchner hasta los fabulosos negociados de sus capitalistas amigos.
Este modelo no va más. Se necesita un programa de emergencia que invierta el orden de prioridades: nada para la deuda externa y el escandaloso subsidio a las privatizadas y multinacionales, redistribuyendo el flujo de recursos hacia los trabajadores y el pueblo. Un plan que garantice un aumento general de salarios, jubilaciones y planes sociales, un verdadero control popular de precios sobre las grandes empresas que los forman. Al tiempo que se anulan el IVA para los productos de la canasta familiar y todos los impuestos al consumo, produciendo una reforma impositiva donde paguen más los que más tienen. Sin dudas serían las primeras medidas en el camino de un nuevo modelo de país.

Gustavo Giménez Coordinador del MST “Teresa Vive”

Moreno


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