Este domingo, la Convención Nacional del PSOL votó por unanimidad la candidatura de Luciana Genro a la presidencia de la república, y también por unanimidad las directrices del programa con la cual Luciana y Jorge Paz como vice van a la próxima disputa electoral.
La elección de Luciana fue decidida una vez que el Senador Randolfe Rodríguez, senador del PSOL por Amapá desistiera hace dos semanas de su postulación por considerar que “su tarea principal en esta coyuntura era frenar la ofensiva derechista en Amapa”.
Luciana que tiene 43 años, ya acumula la experiencia de haber sido dos veces diputada estadual en Rio Grande do Sul y también por dos mandatos diputada nacional. Fue y sigue siendo de la dirección del Movimiento Esquerda Socialista (MES) que fuera primero una corriente interna en el PT y que luego pasó a jugar un papel fundamental en la fundación y la construcción del PSOL. El MES es una corriente con larga historia, se reivindica de la tradición de la corriente internacional encabezada por Nahuel Moreno, ha estado asociada al viejo MAS y posteriormente al MST, con quien forma parte de la misma corriente internacional, junto con Marea Socialista, los compañeros peruanos de la Lucha Continúa y del MPU de Panamá.
Es joven, pero con larga historia. Siendo diputada estadual fue sancionada por el PT, (en ese entonces en el gobierno), por apoyar una huelga de profesores y acusada de haber comandado la ocupación de la Asamblea Legislativa por trabajadores del estado. Como diputada nacional, fue una de los tres diputados (Junto a Joao Batista Babá y Joao Fontes) en votar contra la reforma de las jubilaciones que impuso el gobierno del PT. Por esa razón fue expulsada del PT, cuando incluso la gran mayoría de la izquierda permanecía en el partido de gobierno. El pueblo de su estado y la vanguardia en todo el país reconocieron este gesto político de coherencia de Luciana, que siendo hija de un importante dirigente del PT que fue Ministro de Justicia en el mandato de Lula y ahora es el gobernador del Estado, optó por defender sus ideas y no acomodarse a los beneficios de una carrera que tendría dentro del PT.
Por su parte Jorge Paz cuenta con una larga trayectoria como trabajador de la educación, con una militancia forjada en la lucha de clases en las huelgas del histórico ABC Paulista de las décadas del 70 y 80.
Las candidaturas de Luciana y Jorge Paz está en plena armonía con los cambios iniciados en el país con las jornadas de Junio del 2013. Hace exactamente un año que se produjo la revuelta popular en la que millones de brasileros salieron a las calles por la indignación con los enormes gastos hechos por el gobierno de Dilma en la construcción de mega estadios para la Copa del Mundo mientras la salud y la educación del país es un desastre. El pueblo en las calles puso por el suelo el plan del gobierno petista. Dilma creía que con las grandes construcciones (sobrefacturadas) de la Copa realizadas por las grandes constructoras, el “futbolero” pueblo brasilero le iba a dar un espaldarazo a su gestión. Ocurrió lo contrario, y esa indignación de las calles continuó con un sinnúmero de huelgas en la mayoría surgidas desde la base.
Estos nuevos vientos que recorren Brasil entraron también con fuerza en el PSOL para proyectar a Luciana como la candidata del partido. De esa manera, en un panorama electoral en el que los tres candidatos con posibilidades, Dilma del PT, Aecio Neves de la vieja derecha y Campos del PSB (así tengan matices y diferencias entre ellos) defienden este modelo económico que necesita de nuevos ajustes ante la crisis económica mundial que llegó al país, surge la candidatura del PSOL confrontando con ellas. Luciana va a plantear una revolución tributaria para que los ricos paguen los impuestos que hoy paga el pueblo trabajador a través de la tasación de productos básicos de consumo, la suspensión y la auditoria de la deuda pública que lleva el 40% del presupuesto nacional para el pago a los banqueros nacionales e internacionales. Va a defender también un cambio radical en el régimen político con una democracia directa donde el pueblo tenga todas las herramientas para decidir sobre todos los problemas del país.
Las elecciones brasileras serán un hecho político importante para los latinoamericanos; contra quienes pronosticaban que el proyecto de partidos amplios había fracasado en la construcción de alternativas anticapitalistas, muestra que el PSOL es un partido vivo, capaz de revertir procesos, abierto a los nuevos procesos de la lucha de clases.
En su discurso de cierre de la convención Luciana afirmó que sus tres ejes de campaña principales serán “realizar una suspensión y amplia auditoría de la deuda pública, una revolución en el sistema tributario brasileño y un radical cambio del actual régimen político. Luciana apuntó también que pretende “llevar para el debate electoral temas considerados polémicos y por eso evitados por los principales candidatos a la Presidencia”. Luciana irá a defender la descriminalización de la marihuana, la garantía de los derechos LGBT y la legalización del aborto como política pública de salud.
“Ellos no tienen coraje de presentar propuestas […] Vamos a demostrar la insatisfacción de la juventud que fue a las calles” (…) “Los gobiernos no atendieron a las demandas presentadas por los manifestantes, como la mejora de la salud, de la educación y del transporte público. Haciendo una enfática defensa de las manifestaciones de Junio, Luciana criticó los actos de vandalismo que siguen ocurriendo en algunas protestas. “Nosotros no compartimos este método porque aleja el pueblo de las calles. Aleja a las personas y genera una represión policial en la mayor parte de las veces desorbitada y la criminalización de los movimientos sociales”. “Las tres principales candidaturas a la Presidencia – la reelección de la presidente Dilma Rousseff (PT), la elección del senador Aécio Neves (PSDB) y del ex gobernador Eduardo Campos (PSB) – no representan ningún tipo de cambio. Aunque tienen diferencias, esos proyectos no son antagónicos. Son proyectos burgueses que el PSDB representa con su reaccionario retroceso al neoliberalismo puro, el proyecto del continuismo representado por el PT, y el proyecto que se queda a medio camino, de Eduardo Campos, que no sabe si quiere continuar con lo que está ahí o se quiere desandar aún más”.
Pedro Fuentes
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