Elecciones en la UBA: Hace falta un nuevo reagrupamiento de izquierda en la UBA

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Del 1º al 5 de setiembre se renuevan las primeras comisiones directivas de Centros de Estudiantes en la UBA. Como todos los años esta elección es un epicentro de atención política porque se concentran debates que trascienden el ámbito sindical-universitario. Para esta primera semana electoral queremos detenernos en analizar los escenarios de Medicina y Derecho, las dos facultades más grandes de la Universidad de Buenos Aires y donde la Juventud del MST-Nueva Izquierda participa con listas.

La UBA va a elecciones estudiantiles cruzada por debates nacionales y particulares. Por un lado, con la elección del rector Barbieri se consolidó al frente de la universidad una orientación categóricamente privatista, de adecuación en contenido de carreras de grado a intereses capitalistas y de las corporaciones -CONEAU- y aceptando a cambio incluso fondos de las megamineras que habilitan por esa vía su injerencia en la educación superior. La lucha salarial docente puso otra vez en agenda el debate presupuestario y el ahogo progresivo en ese rubro, a la vez que continúa la precarización de miles de docentes que trabajan adhono-rem. También se expresa al interior de la gestión global de la UBA un sólido pacto UCR-K materializado en funcionarios que prestan servicios a dos bandas: para la camarilla mafiosa que conduce la UBA y para el proyecto en retirada del gobierno nacional. Con ese cuadro de situación, en la universidad las necesidades de transformación general siguen planteadas: más presupuesto, democratización a fondo por otro régimen universitario -que incluye un nuevo modelo de centro de estudiantes y de FUBA- y una estrategia de formación profesional orgánicamente vinculada a un modelo de país para el 99 % de la población y un horizonte sin transnacionales del saqueo, el atraso y la depredación. Con ese telón de fondo vamos a elecciones estudiantiles.

En Derecho hace falta dar vuelta todo

Esta facultad aporta al pacto UCR-K elementos del calibre de Darío Richarte, actual vice-rector, ex funcionario de la SIDE bajo el gobierno de De la Rúa y los asesinatos de diciembre de 2001. Además integra el buffet de abogados que patrocina la defensa del corrupto Boudou. Todos los caminos conducen al pacto radical-kirchnerista en la UBA. En esta facultad el PS con su agrupación Nuevo Derecho conduce desde hace años el centro de estudiantes y co-gobierna con la gestión radical. De hecho, el balance da cuenta de reformas curriculares que no hicieron otra cosa que operar como escollo al ingreso y permanencia de miles de estudiantes por año. Por supuesto, todos los rasgos que denunciamos en general para la UBA se expresan en Derecho: docentes ad-honorem, transferencia de contenidos de las carreras de grado a posgrados arancelados -en general vinculados a los «buffet-empresas» de los monopolios jurídicos de la CABA- y una orientación en las ciencias jurídicas que responde a la falta ideología del «derecho neutral» por encima de los intereses sociales de las clases. En este marco, Nuevo Derecho gerencia desde el Centro de Estudiantes esa perspectiva. La izquierda que tiene como en todo el país también acá un espacio importante, lamentablemente no se presenta como una opción de confluencia plural, sino fragmentada. El rol del PO-FIT en este sentido es especialmente nefasto (ver recuadro). Por todo lo dicho, decidimos desde la Juventud de Derecho del MST-Nueva Izquierda presentar nuestra propia lista con estudiantes de distintos años para ir fortaleciendo un espacio por la unidad y un nuevo proyecto de izquierda también en Derecho.

Medicina: contra el NEM y el sectarismo de PO

Después de recuperar hace varios años el Centro de manos de la Franja el año pasado el radicalismo volvió a ganar en Medicina. La fórmula que permitió la conquista bisagra de ganarle al radicalismo desde la izquierda fue la confluencia en un frente de unidad que inicialmente expresó profundos acuerdos políticos. Sin embargo, andando algunos años la lógica aparatista-hege-monista y sectaria de PO le fue imprimiendo su sello a ese frente. Así por un lado, el centro fue alejándose del conjunto de los estudiantes para terminar transformado en una «sucursal de PO». Y a su interior, sin marcos de debate y métodos democráticos para procesar diferencias, cada corriente fue haciendo primar su individualidad por sobre la construcción común. Así avanzó el radicalismo ahora llamado «Nuevo Espacio». Este año seguramente la juventud privatista de la facultad va a ganar -desgraciadamente- por más margen incluso que en 2013. Sin embargo, PO y sus aliados acríticos de circunstancia, no aceptaron integrar ningún balance autocrítico de lo actuado y decidieron seguir para adelante como si nada. Por eso, desde el MST-Nueva Izquierda que integramos aquel frente desde su fundación, decidimos terminar con esa experiencia agotada y más allá de cálculos electorales de coyuntura apostar al inicio de un nuevo reagrupamiento en la facultad. Así constituimos la Lista 11-Unidad en Cs. Médicas con La Fuser y la CEPA. Un nuevo frente que apuesta a ser el principio de un nuevo bloque político al interior de Medicina. Conscientes de que se trata de una siembra que recién se inicia.

Hace falta vertebrar un nuevo marco de alianzas en la izquierda

Como a escala nacional también en la UBA hace falta un nuevo proyecto de izquierda. Uno de sus pilares tiene que ser que apueste a una amplia confluencia progra-mática por otro modelo de universidad, que confronte a fondo con la privatización-vaciamiento del pacto UCR-K y que para eso desarrolle tendencias democráticas bien desde abajo en el estudiantado. Ese desafío es posible si de conjunto la izquierda confluye en un bloque político distinto al que hoy conduce la FUBA con un maridaje contradictorio entre el PO y La Mella. En su sectarismo el PO considera que sus avances no provienen de un proceso de ruptura con el gobierno y búsqueda a la izquierda en general, sino que son fruto de sus permanentes aciertos. Desde ese pedestal, lejos de apostar a una unidad superior, ignora o subestima al resto de la izquierda. La Mella por su parte, todavía no decide un cambio de rumbo a impulsar junto a otras expresiones de la izquierda universitaria un nuevo esquema de fuerzas. Sus vacilaciones retrasan el objetivo de poner en pie una nueva conducción global del estudiantado en la UBA.
Por eso, desde nuestra ubicación en la UBA volvemos a reiterar la propuesta que ya formulamos en años anteriores y que de forma auspiciosa se expresó en las calles contra la elección de Barbieri en diciembre del 2013: vamos por un nuevo reagrupamiento de la izquierda universitaria en la UBA, sin forzados hegemonismos ni exclusiones.

Lamentable: el PO con el PRO y la Franja contra el MST-Nueva Izquierda en Derecho 

Hace algunos días cuando se ultimaban detalles para com-pletar la presentación de listas el PO de Derecho de la UBA impugnó el uso del nombre «Nueva Izquierda» para nuestra fuerza en esa facultad. Por supuesto, no dio razón alguna más allá de considerarse el «dueño patentado» del nombre «izquierda». Ante nuestra enérgica protesta el PO buscó aliados para su política proscriptiva inexplicable: votó en la junta electoral en un bloque con el PRO de Macri -sí, leyeron bien- y con la Franja Morada de Cobos y Coti Nosiglia. Vergon-zosa actitud de esta organi-zación en Derecho. Finalmente, tanto insistimos en la defensa de nuestro legítimo nombre que ganamos y la decisión fue permitir que el MST-Nueva Izquierda, lista 38 se pueda presentar en Derecho. En simultáneo en Medicina este mismo partido impugnó el uso de la denominación «Frente» al acuerdo unitario que impulsa-mos en Medicina.

Juan Macias (Medicina) y Javier Dietrich (Derecho)

Medicina


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