Cuando estamos culminando de hacer esta edición de nuestro periódico, han pasado pocas horas del 18F, la marcha de silencio convocada por los fiscales federales y acompañada por los presidenciables de la oposición de derecha. Según quien la mida se habla de uno u otro número de gente presente. Más allá de la cantidad exacta, lo que es evidente es que la manifestación fue muy grande y expresó el estado de ánimo y descontento, de sectores medios en Capital y los centros urbanos más poblados del país. El mismo día, el bloque kirchnerista citaba al fiscal Pollicita para el lunes 23 al Congreso. Y el espía Stiuso se presentaba sigilosamente a declarar frente a la fiscal Fein. Así las cosas, la envergadura de la crisis provocada por la muerte del fiscal Nisman -18F incluido- continúa impactando en la situación política del país.
Nuestro partido respeta a quienes, impulsados por una correcta pretensión de verdad y justicia, decidieron movilizarse el 18F. Igualmente, estamos convencidos que orientados por las propuestas de los fiscales y la oposición tradicional no se va a llegar a ningún lado. Es la gran contradicción de la movilización del 18F, un torrente de gente que no encontrará por ese camino ni verdad ni justicia. Porque las propuestas de los fiscales convocantes y de la oposición de derecha apuntan a sostener esta justicia adicta al poder político de turno, sin cambiar nada de fondo y perpetuando así, la impunidad. Mientras a la vez intentan esconder su propia responsabilidad, compartida con el gobierno nacional, de más de 20 años de encubrimiento. Por todo esto, no fuimos parte de la marcha. Y alternativamente tanto al gobierno nacional, como a toda la oposición de derecha, a través de Alejandro Bodart expresamos toda una serie de medidas concretas como disolver realmente los servicios de inteligencia, abrir todos su archivos secretos y conformar una nueva CONADEP que investigue de verdad hasta el final (ver entrevista a Bodart, página 3). Estas propuestas que hemos presentado, consideramos que son las más útiles, para una situación como la que estamos transitando.
El gobierno nacional ha sido afectado claramente por este tema. Lejos de lo que afirmó la presidenta ayer antes de la marcha, esta realidad sí le viene marcando la cancha y la ha debilitado. No hay otra explicación seria para la seguidilla de intervenciones en cadena nacional, donde se anuncian obras e inmediatamente se retoma con fuerza el discurso que denuncia intentos de desestabilizar o disputar el poder. Se percibe una desorientación frente a lo que sucede. Diariamente se observan declaraciones contradictorias de referentes fundamentales del oficialismo. Seguramente en los próximos días veremos dimes y diretes, volteretas y hasta reproches en la Rosada. Y esto también se notará en la pelea interna por los lugares en las listas generales y de las provincias.
En el caso de la oposición, las presiones por concretar un «megafrente»’ para enfrentar al FPV en las elecciones presidenciales se van a multiplicar. Los sectores burgueses que aspiran a que la sucesión presidencial esté a cargo de una coalición entre Macri, Massa, Carrió y la UCR se apoyarán en esta movilización para insistir con su plan. Los acuerdos entre el PRO y el radicalismo en algunas provincias y las peleas en el maltrecho FA-UNEN van en este sentido. Este mes y el próximo, van a seguir siendo escenario de saltos de un bando al otro, donde quienes hasta ayer se denostaban aparecen (como Mauricio y Lilita) a los abrazos como grandes amigos.
Al salir a la luz, tras la muerte de Nisman, el submundo de los ‘servicios de inteligencia’, sus manejos mafiosos y permanentes crímenes al servicio de la corona, lo que ha quedado al descubierto es una arista más de un modelo que es capaz de cualquier cosa para sostener los intereses de un grupo de corporaciones y políticos privilegiados. Por eso estamos en una crisis tan profunda. Son las entrañas de este capitalismo saqueador, corrupto y decadente que tenemos que sacarnos de encima. El que hoy aparece ante los ojos de millones envuelto en muerte, impunidad y negocios secretos y oscuros.
Por eso trabajamos hacia otro horizonte, consciente que son millones los que, frente a esta realidad, buscan otro camino. Así es que miramos con atención lo que pasa en Grecia y lo que puede ocurrir en España con nuevas izquierdas que llegan al gobierno para cambiar el estado de cosas. Reafirmamos siguiendo esos ejemplos que sí se puede cambiar y, que para comenzar a hacerlo, hay que darle fuerza a una nueva izquierda en todo el país, ajena a los métodos, la política y los vicios de los viejos partidos y sus instituciones. En esta tarea estamos comprometidos desde el MST – Nueva Izquierda, con la pre candidatura a presidente de Alejandro Bodart y referentes en las provincias y ciudades del país.
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