Las inundaciones en Córdoba
se han transformado en un
dramático problema social, ambiental, político y económico que afecta a decenas de miles de personas. Las poblaciones inundadas han sido golpeadas en pocos días por sucesivos avances de los ríos desbordados que arrasan con todo a su paso.
Al comienzo de la crisis, el gobierno provincial ensayó su improvisada tesis de que estábamos frente a un «tsunami caído del cielo» e intentó capear el temporal sacándose fotos en las zonas inundadas, con sus mejores poses melodramáticas. Sin embargo, la bronca de las poblaciones afectadas ha subido más rápido que el agua y hoy la desconfianza y los cuestionamientos al gobierno son masivos. Han comenzado a realizarse cortes de ruta y se planea ocupar algunas municipalidades que se han demostrado incompetentes para ayudar a los damnificados.
Estamos frente a una tragedia anunciada y denunciada durante años por asambleas de vecinos, por organizaciones ambientales y políticas. La responsabilidad está del lado de gobierno que ha privilegiado siempre los intereses de las grandes corporaciones inmobiliarias y cerealeras por sobre la vida de las personas. En materia de políticas socioambientales, lo único planificado en estos años ha sido la desregulación y la vía libre para deforestar y hacer negocios. De esta forma y con la venia de los partidos tradicionales, los suelos han sido impermeabilizados, los bosques y ambientes nativos han sido reducidos a un 3% de su superficie original y los desarrollistas urbanos, engolosinados por su sed de ganancia, han generado daños irreparables a los ecosistemas. De esta forma, cada vez que llueve, el agua que no es absorbida por el suelo -que en condiciones normales habría absorbido el 50% de los 330 mm caídos el primer día- corre hacia los cursos de agua, inundándo-los.
Las sequías e inundaciones no son por lo tanto un flagelo divino, sino justamente el primer capítulo de una crisis ambiental que, en caso de no lograr torcer el rumbo del actual modelo productivo, nos depara nuevas y mayores catástrofes en materia ambiental y social.
El gobierno extorsiona a los inundados
Para tener un panorama real del momento, a las consecuencias de la destrucción ambiental hay que sumarle la ineptitud, descomposición e insensibilidad del gobierno y los partidos tradicionales. Que reparten ayuda con folletos de sus candidatos dentro, que desvían donaciones para que sean entregados por sus punteros o directamente como el Ministerio de Desarrollo Social, que entrega un kit de electrodomésticos, sólo a las personas que firman una declaración jurada en la que renuncian a su derecho a denunciar a los funcionarios responsables. Por eso, junto a Raúl Gómez estamos preparando una denuncia penal al gobernador.
La inundación ya no es exclusiva de las Sierras Chicas. Se cuentan por decenas pueblos como el de Idiazábal que ha quedado completamente bajo el agua. Y no casualmente todos ellos están ubicados en el centro de grandes extensiones sembradas que por supuesto fueron previamente deforestadas.
El colapso del gobierno es profundo. Aún no ha logrado recomponer el servicio de agua ni la recolección de residuos, que generan un peligro infeccioso de proporciones. Y los subsidios de menos de $15.000 en promedio por familia afectada, contrastan con los altísimos gastos en despliegue publicitario de la ya fracasada campaña presidencial de De la Sota.
Solidaridad, organización y lucha
Desde el MST hemos colaborado en las zonas inundadas desde el primer día, ayudando en la limpieza y reconstrucción de las casas y siendo una vía para canalizar la inmensa solidaridad, expresada en miles de kilos de donaciones que hemos transportado hasta las Sierras Chicas.
Pero no se trata sólo de solidarizarnos, sino de lograr que esto no vuelva a suceder. Y en el camino de fortalecer una alternativa política que impulse un modelo productivo que privilegie la vida por sobre las ganancias, estamos organizando junto a los vecinos inundados distintas medidas de lucha que exigen que los responsables se hagan cargo.
Pedimos castigo a los responsables políticos de la tragedia, multa y suspensión inmediata de todos los emprendimientos inmobiliarios de la zona, obras de infraestructura a la vera de los ríos, un plan de reforestación masivo y conformar comités de cuenca democráticos que decidan, junto a las asambleas locales, la política de recuperación y preservación de las cuencas.
Miércoles 18-3 Marcha
Convocan: Asambleas de Chavascate, de Malvinas Lucha por la Vida, de Porta, Madres de Ituzaingó, Red Ecosocialista, MST Nueva Izquierda, CTA y vecinos de Sierras Chicas. Colón y Cañada. A las 18 hs.
Deja una respuesta