En el discurso del 1º de marzo ante la asamblea legislativa la presidenta luego de un largo autobombo de su gestión anunció la estatización de los ramales ferroviarios tanto de carga como de pasajeros.
Un anuncio llamativo si se tiene en cuenta que es un gobierno que lleva 11 años en el poder y en todo ese tiempo no cambió la matriz menemista de las operadoras ferroviarias con millonarios subsidios a pesar de estar llena de irregularidades e incumplimientos contractuales, pero bueno, como dice el dicho mejor tarde que nunca. Desde ya rechazamos las críticas de la oposición de derecha que consideran que la estatización es equivocada como se han pronunciado los Macri, Massa y compañía, que ni siquiera pueden ocultar el estrepitoso fracaso de todas las privatizaciones a los servicios públicos, lo cual los obliga a hablar de “que lo importante es como se hacen las cosas no si son públicas o privadas” u otros artilugios para mantener vigentes las privatizaciones como lo hacen en la CABA.
Pero no podemos dejar pasar que el gobierno de Cristina se decide tardíamente a estatizar, como en las otras estatizaciones, sólo lo hace cuando las alternativas se agotaron. Si mantuvieron intacto todo el sistema de privatizaciones menemista hasta la tragedia de once, y posteriormente demoraron varios meses en sacarle la concesión a sus amigos los Cirigliano, y a pesar de los innumerables incumplimientos de las empresas todavía siguen operando el tránsito de trenes para justificar seguir cobrando los subsidios , recién ahora, luego del anuncio de la presidenta, pasaron el tránsito de los trenes a la empresa estatal SOSFE y estamos a la espera de la ley que cree “ferrocarriles Argentinos”.
Desde la tragedia de Once el Ministro Randazzo apretado por la crisis política desatada, anunció un plan de obras para lo que tenía que cerrar el turno noche y reducir la cantidad de servicios por dos meses en la línea Sarmiento y hoy, dos años y medio después todo sigue igual a pesar de la multimillonaria compra de vagones chinos 0 km (que podíamos haber construido en nuestro país con mano de obra argentina y mejor precio como explicamos en números anteriores de A.S.).
Pero estas millonarias compras de vagones y los cambios de vías que son parciales provocan aún hoy, que nuestros trenes sigan siendo inseguros. siguen sin resolver los problemas de fondo . Es por esto que para que la nueva ley provoque el cambio que hace falta no solo tienen que contemplar que el ferrocarril sea estatal sino que sea un sistema único e integrado para que además sea eficiente y seguro . Y si el Gobierno realmente quisiera conectar el país necesita recuperar los cientos de kilómetros de vías que eliminó el menemismo , recuperar las frecuencias de todo el sistema de pasajeros incluidos los ramales internos de las distintas líneas, hay que electrificar de una vez toda la línea roca , para realizar el sistema ferroviario único entre el servicio de pasajeros y de carga volviendo a conectar las distintas regiones de nuestro país que incentivará la producción que hoy es inviable por el costo del flete. Pero desde ya, tenemos experiencia del pasado con las gestiones corruptas de los distintos gobiernos, por lo cual no habrá estatización real si no la hacemos con el control de sus trabajadores , usuarios y personalidades como los familiares de las victimas de Once que son los principales interesados de que el servicio de trenes además de estatal sea integrado, seguro, eficiente y a un costo accesible para todos.
Paul Quelle, Lista Violeta Ferrocarril Sarmiento
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