Debates de fin de ciclo. ¿A dónde va la economía?

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La proximidad de las elecciones de octubre hace que tanto el gobierno como la oposición tradicional tengan que salir a hablar de la crisis económica y sus propuestas para superarla. Cristina reivindica lo actuado y patea el problema para adelante. Por su parte Macri, Masa y Scioli reconocen la crisis y sus propuestas invariablemente van a mayor ajuste al pueblo. Los trabajadores y sectores populares necesitamos otra salida.

Para Cristina en los últimos meses la economía está mejor. Dice que bajará la inflación, que en el último trimestre aumentó el consumo y más aún con el plan de 12 cuotas sin interés, que el dólar está planchado y disminuyó la brecha entre el dólar oficial y el paralelo. En síntesis, estamos bien y vamos mejor…
Por su parte, todo el arco opositor burgués, que se ve venir la crisis a paso firme, sostiene que la economía está mal, que hay una obvia estanflación, que el cepo al dólar es insostenible y que hay que devaluar para recuperar la competitividad de la industria local hoy perdida frente a la devaluación de países vecinos y socios comerciales como Brasil, por dar un ejemplo. Que hay una olla a presión a punto de estallar y que hay que ir descompri-miéndola desde hoy (cosa a la que CFK se opone obviamente) para que no explote en sus manos luego de octubre. Que hay que sacar los subsidios y otra serie de medidas de la ortodoxia liberal que impactarán directamente sobre el bolsillo de amplios sectores medios y sobre todo populares y más empobrecidos.

¿Estamos mejor?

Cualquier trabajador contestaría rápidamente que no y tendría razón. Prácticamente no hay un solo indicador ni micro ni macroeconómico que haya mejorado realmente en estos meses. Resumidamente, la inflación supera el 30% y sobre todo supera a los salarios, cuyo poder adquisitivo cayó el 6% en 2014 (mucho peor están los trabajadores precarizados). La pobreza aumentó y ya supera el 25%, precisamente por culpa de la inflación que es mayor en los comestibles y artículos de primera necesidad. Hay más desocupación y se destruyen puestos de trabajo (2,5% en general y más de 4.000 sólo en la industria automotriz). Los impuestos ahogan a los trabajadores y el impuesto que más aumentó porcentualmente en recaudación fue el de «ganancias» a los trabajadores con el que recaudaron 45,7% más, porque no se ajusta el piso por la inflación.
Desde el punto de vista macro económico la cosa está mucho peor aún. Se acabó el viento de cola que hizo que los K pudieran pilotear o patear para adelante la crisis. Sube el dólar en todo el mundo y conseguirlo o pagar deuda se hace más difícil. Los precios de los granos caen, sobre todo la soja que salvó al gobierno todos esto años, ahora cuesta un tercio menos, y por más cosecha récord de este año, no ingresarán tantos dólares como pensaba Kicillof, y tendrá menos oxígeno verde. El déficit comercial se amplía, porque la producción y las exportaciones siguen cayendo y no pueden frenar las importaciones por más maniobras que hagan (ver gráfico), a pesar de la caída del precio del petróleo sigue el déficit energético superando los U$S 6.000 millones anuales. Desde el punto de vista industrial todo está peor, cae la industria automotriz, la principal manufacturera de la Argentina, por la crisis de Brasil y también del mercado interno y porque depende en el 70% de insumos importados, como dijimos valorizados en dólares hoy escasos y en el cepo.
Pero de todos los problemas macro económicos el principal, el que marca el tiempo de la bomba que todos temen, es la Deuda Pública, que luego de pagar (según Cristina) U$S 190.000 millones en 10 años, hoy debemos cerca de U$S 250.000 millones. Lo único que hicieron los K es patear los compromisos externos para adelante y cambiar deuda con organismos externos por deuda Intra-Estado, fundiendo al BCRA y al Tesoro nacional. Con vencimientos este año que superan el 50% de la reservas del BCRA, y con un juicio de los Fondos Buitres que probablemente ronde los 20-30.000 millones. De cómo resolver este problema ni gobierno ni oposición tradicional dicen nada porque son cómplices, porque ambos coinciden en endeudarse y hacerle pagar los costos al pueblo.

Necesitamos otra salida

Desde el MST-Nueva Izquierda venimos asegurando que tanto gobierno como oposición tradicional coinciden en hacer pagar el costo de la crisis, una vez más a los trabajadores y el pueblo. Decimos que hay que hacer lo opuesto, que la crisis la tienen que pagar los que la generaron. En primer lugar el imperialismo y todos los buitres de la deuda, suspendiendo de inmediato todos los pagos de la misma y revisar cada centavo que reclaman. Siguiendo por una nacionalización de la banca (que es el sector que más gana en la Argentina K) y el comercio exterior (que es un colador por donde se fugan miles de millones de dólares anuales). Siguiendo por la suspensión del IVA a todos los productos de consumo popular. Nacionalizar todas las empresas privatizadas bajo control público para que dejen de robar con los subsidios y malos servicios. Aumentar los salarios, jubilaciones y pensiones según el costo de vida, eliminar el impuesto al salario y por el contrario hacer que paguen más los que más tienen como los grandes empresarios y las grandes fortunas. Sólo así habrá una salida real a la crisis que hoy vivimos y sobre todo la que se avecina en los próximos meses y años. Sólo así lograremos que la crisis no la paguemos siempre los de abajo sino los que la generaron y se enriquecieron estos últimos 12 años.

                             Gerardo Uceda

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