La coyuntura socioambiental muestra un agudo contrapunto. Mientras el establishment apoya la ampliación del saqueo megaminero, la protesta social continúa: Jáchal no cede y Famatina expulsó a otra minera.
Hay una suerte de correlación pareja de fuerzas. La megaminería que se instaló silenciosamente a finales de los 90 en la cordillera, hoy muestra su verdadera naturaleza. Como una especie de “carabelas” neoconquistadoras, estas transnacionales se presentaron con la promesa de trabajo, reactivación comercial, obras y futuro en un contexto dominado por la hiperdesocupación menemista y el quebranto de economías regionales. Ese relato multiplicado por dirigentes políticos de los partidos tradicionales, los medios cooptados, la dirigencia sindical pro-patronal fue asimilado en pueblos que confiaron, que alentaron expectativas en ese futuro promisorio. Pasados casi veinte años en unos casos –como Bajo La Alumbrera- o diez como en Veladero, hay un primer balance que los pueblos cordilleranos ya hicieron. Los puestos de trabajo nunca llegaron –son modalidades de producción con alta tecnificación. Las obras todavía esperan y el exilio económico de la juventud de esas zonas continúa sostenido hasta hoy. Pero, lo decisivo, la gota que rebalsa el vaso: la contaminación ecocida de esta industria irracional de un capitalismo privatizador de vida y naturaleza con la idea fija de maximizar ganancias. Hasta acá llegaron.
La enormidad del caso: los glaciares no importan
Queremos dedicar este apartado del artículo a graficar el carácter antisocial de la megaminería. La Barrick controla miles de kilómetros cuadrados de superficie helada en la cordillera del lado argentino y del lado chileno. No hay aduana, ni gendarmería, ni carabineros. El poder de policía lo ejerce la empresa. Los glaciares y las áreas periglaciares son los manantiales de agua que abastecen a decenas de pueblos. Pero además son parte de una de las mayores reservas de agua dulce del mundo. Este tesoro natural y, como humano se transforma en un “escollo” para la megaminería y, como a los “escollos” se los sortea, se les pasa por encima. Pero no vamos a plantear una presunta denuncia basada en hipótesis elaboradas por nosotros. No. Vamos a copiar algunas citas: “En el área del Proyecto (Pascua Lama y Veladero) y zonas aledañas predominan las geoformas relacionadas con un ambiente actual de tipo Periglacial (…) la presencia de glaciares es importante en las consideraciones de balance de agua de las cuencas”. Estas citas las copiamos de dos informes que se conocieron hace pocos días de la propia minera canadiense previos a la aprobación de la Ley de Glaciares. Recordemos que esta ley inicialmente vetada por la presidenta Cristina Kirchner se volvió a tratar y aprobar y protege las masas de hielo en altura “cualquiera sea su forma, dimensión y estado de conservación”. En síntesis: Veladero y Pascua Lama violan la Ley de Glaciares ya que están montadas sobre áreas protegidas. Insistimos una vez más: esas reservas de agua dulce son de las más importantes del planeta.
Famatina, la tumba de la megaminería
En diez años cuatro mineras se tuvieron que “tomar el palo”. La clave: una pequeña población que fue ganando conciencia a fuerza de marchas, cortes de ruta, panfleteos, festivales y mucho “poner el cuerpo”, en especial, de sus impresionantes mujeres luchadoras. La consigna, “el Fama no se toca”, se transformó en bandera de vida para sus casi cuatro mil habitantes. Todo se decide en asamblea. Todos -y todas- decidieron que la vida vale más que todo el oro del mundo. La cronología de esta historia ejemplar es la siguiente:
Barrick Gold: La minera canadiense arrancó en La Rioja en 2005. Después de dos años de corte de ruta, la Barrick se fue.
Shandong Gold y Osisko Mining: La firma china intentó instalarse en 2010. Fracasó. La asamblea lo impidió. La empresa canadiense tampoco pudo. Hubo promesas y desembolso de millones. Nada. Sin licencia social, se retiró.
Midais: Esta empresa salteña tampoco pudo. Juró seguridad ambiental. No hubo caso. El pueblo resistió y afuera Midais
Macri y Scioli megamineros a full: #ConMiVotoNo
Este debate sobre la megaminería se da en medio del balotaje que va a decidir el próximo presidente. Las dos opciones del régimen político son megamineros declarados. Por eso, nosotros y nosotras los rechazamos en las urnas y en las calles. No votamos a ninguno, pero sí multiplicamos el movimiento en defensa de la cordillera, el agua, la vida y nuestros bienes comunes en todo el país. El 12 de noviembre por Jáchal, Iglesia y la prohibición de la megaminería en todo el país. Y siempre planteando un desafío: pasar de la protesta a la propuesta y construir una fuerza social y política con la unidad de la izquierda y los movimientos sociales. Por una Argentina sin saqueo, sin depredación, sin muerte en el altar de las ganancias capitalistas.
Mariano Rosa
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