Lo que deja el modelo K y el camino elegido por macri

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Lejos del doble discurso K, que nos pintaba estos 12 años como «la década ganada», la realidad muestra que el fin del ciclo kirchnerista deja una situación económica más que complicada.

Los problemas estructurales de la economía tuvieron un peso decisivo a la hora del resultado electoral. Luego de años de «viento de cola» y de enormes ingresos a las arcas del estado, el legado económico de Cristina es muy malo. Una inflación superior al 25-30% anual, con un dólar «oficial» muy bajo para el nivel de emisión monetaria, constituye un cóctel explosivo. El contexto internacional no ayuda como en la década pasada. La soja y demás productos agrícolas están en baja y nuestros principales compradores internacionales como Brasil y China están en recesión o bajando su crecimiento. La deuda pública, luego de haber pagado más de U$S 180.000 millones durante estos años, se ubica en niveles récord que superarían los U$S 250.000 millones, muy lejos del mentiroso «desendeudamiento». Se agrega la presión del imperialismo para arreglar con los viejos buitres y los nuevos hacen cola para cobrarnos por encima de lo requerido por Griesa y sus amigos. Con las reservas del Central bajísimas y perdiendo dólares de aquí a diciembre, probablemente serán menores a 15.000 millones de dólares (en 2011 habían U$S 52.600 millones). La inversión extranjera está prácticamente paralizada por lo que no ingresan divisas frescas desde hace años y el déficit rondará los $ 250.000 millones anuales.

La economía real

Todos estos malos indicadores macroeconómicos tienen su efecto en la economía real que sufrimos los trabajadores y el pueblo a diario. Luego de 12 años la pobreza supera el 25%, el salario promedio no llega a $ 6.000 (la mitad de la canasta), los planes están congelados y el 75% de los jubilados gana menos de $ 4.000. Y si ganás un poco más, te lo sacan con el impuesto a las ganancias. La inflación supera el 30% cuando nos referimos a comida y otros productos de primera necesidad. Hace años que no se generan nuevos puestos de trabajo y desde dos años atrás se están perdiendo. El empleo en negro sigue altísimo, superando el 30% y hasta el 40% en algunos segmentos como la juventud. Afecta tanto al sector privado como el público con sus contratos basura y «prestaciones de servicio». El déficit fiscal hace que haya cada día más provincias en crisis que no pueden pagar sus sueldos a término, como pasa con Mendoza, Buenos Aires o Santa Fé, entre otras cosas porque el Estado central no les gira la Coparticipación Federal. Como podemos ver, se trata de un panorama muy oscuro que afecta sobre todo a los trabajadores y los sectores populares principalmente, mientras que los ricos se hicieron más ricos en estos años de aparente progresismo económico.

Gerardo Uceda


Ajuste: El camino elegido por macri

Ya pasó la campaña, los globitos y el prometer a cada quien lo que quería escuchar. En los próximos días veremos esbozarse y avanzar las principales definiciones político-económicas del nuevo presidente electo. Basados en hechos reales de una crisis económica seria, con muchísimas desviaciones y desajustes, Macri aprovechará los primeros meses para tratar de encaminar la economía a un rumbo más serio y coherente desde el punto de vista burgués, lo que quiere decir lisa y llanamente que intentará que los que paguemos el costo de esta crisis seamos los de abajo. Esa es la expectativa y la exigencia de la burguesía, la oligarquía y el imperialismo: que venga a realizar lo que no pudo hacer Cristina en su segundo mandato por «culpa» de su pelea con el campo.

Por dónde pasará el ajuste de Cambiemos

1- Ajustar el desfasaje que, según ellos, existe con el valor del dólar y los distintos tipos de cambio: es vox-populi que pretenden eliminar el cepo y que haya un solo tipo de cambio, lo que seguramente llevaría el dólar a $14 o 15. Una devaluación así se traduciría en un aumento prácticamente inmediato de los productos básicos, sobre todo pan, leche y los alimentos en general cuyos precios están totalmente ligados al precio del dólar y que impactan, como sabemos, en los sectores más humildes.

2- Bajar el déficit fiscal: es real como dijimos en el otro artículo que hoy la Argentina tiene un déficit que supera los $ 250.000 millones. El problema es la fórmula que aplicará el nuevo gobierno para bajarlo. Sacar los subsidios y aumentar las tarifas de los servicios públicos y el transporte son sus principales armas. Otra vez los que pagaremos la luz, el gas y el colectivo con subas del 200-300 y hasta 600% somos los de abajo. Hay que reconocer que este punto los tiene preocupados cómo instrumentarlo, porque un aumento así provocaría una masiva reacción popular de rechazo que haría peligrar la gobernabilidad.

3- Mejorar las reservas del BCRA: para ello ya están tramitando un swap (crédito puente) con China de alrededor de U$S 11.000 millones y confiando en que los exportadores de grano liquiden sus cosechas ahora con un dólar más alto para ellos. El paquete incluye arreglar con los buitres, volver al FMI y al endeudamiento externo, película cuyo final ya conocemos los argentinos.

4- Bajar la inflación: sin duda el más complicado de los puntos a resolver, ya que es prácticamente imposible de realizar, si como dijimos, el dólar se va a $15 y aumentan todas las tarifas a raíz de la quita de subsidios. La única opción burguesa es que los trabajadores acepten un ajuste brutal que significaría una baja real del poder adquisitivo superior al 50% en términos de dólar y sobre todo acepten negociar salarios a la baja en las paritarias. Eso está por verse, a pesar que ellos cuenten con la complicidad de la burocracia sindical, siempre presta a servir al poder de turno. Pero claro que ni aún así está garantizado el éxito porque la resultante sería un enfriamiento grandísimo de la economía, es decir, mayor recesión, suspensiones, despidos, etc.

5- Bajar la presión tributaria… de los empresarios: otro punto que le reclama la gran burguesía y la oligarquía es la presión tributaria que tienen sus empresas. Para eso seguramente irán por el camino de bajar las retenciones a las exportaciones y los impuestos a las ganancias o al cheque. Eso sí, de bajar el IVA o el impuesto al salario, ni lo quieren pensar siquiera.

Estas son las principales medidas que intentarán Macri y sus aliados. Como veremos, todas y cada una de ellas van en contra de los intereses de los trabajadores. Tenemos que estar preparados para resistirlas y derrotarlas para que no seamos nosotros los que siempre paguemos las crisis. Hay otra salida por la que deberemos luchar y es que la inflación se combata con aumentos salariales de acuerdo al costo de vida, eliminando el IVA a los productos básicos y el impuesto al salario. Que el déficit se pague sacándole los subsidios a los empresarios y cobrándoles impuestos progresivos a sus grandes riquezas. Que los dólares los recuperemos evitando la fuga de los grandes capitales, nacionalizando el comercio exterior y la banca y dejando de pagar la deuda a los buitres de todo tipo. Esa es la propuesta que tenemos desde el MST para enfrentar la crisis que nos deja Cristina y no la que nos propondrá PRO y la UCR hoy en el gobierno.

Gerardo Uceda

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