En abril, Cristina Kirchner mandó al Congreso un proyecto de ley que se supone es para proteger el dominio nacional sobre las tierras rurales. En su primer discurso post-elección, pidió apurar el debate. Frente al sostenido proceso de concentración y extranjerización de tierras que sufre nuestro país, aparece como un proyecto progresivo. ¿Pero es realmente así o, como creemos, hay gato encerrado? Veamos.
1. El proyecto K excluye las propiedades urbanas. O sea, en todas las ciudades, las personas y empresas extranjeras podrán seguir comprando propiedades sin ningún límite.
2. En nombre de la “seguridad jurídica” también excluye las tierras rurales ya extranjerizadas a manos de pools sojeros o corporaciones multinacionales. O sea, convalida casos escandalosos como el millón de hectáreas que poseen los Benetton en la Patagonia.
3. El límite que plantea el proyecto oficial es del 20% del total del territorio rural y no más de mil hectáreas para el mismo titular. Pero resulta que hoy la tierra extranjerizada no llega al 10%. O sea, en vez de “limitar” se permite enajenar otro 10% adicional. ¡En total, 55 millones de hectáreas!
4. En cuanto al límite por titular, si el capital de una empresa pertenece a socios extranjeros en no más del 50% se considera como “nacional” y no tiene ninguna limitación. ¡Otra forma de esconder la entrega!
5. En sus fundamentos, el proyecto dice que “se inscribe dentro del derecho a la libre determinación de los pueblos”. Pero esto no se cumple, ni tampoco la Ley 26.160 que ordena suspender los desalojos de las comunidades, ni tampoco las promesas a los pueblos originarios hechas tras la marcha del Bicentenario. Lo demuestra la represión asesina contra los qom de La Primavera, en Formosa, por parte del gobernador K Insfrán.
Entonces, no hay que dejarse engañar por el “apuro” de Cristina y su ley de tierras. Mientras a los pobres se les niega acceder a una pequeña parcela, y hasta se los reprime y mata como en Jujuy, con el gobierno K y su proyecto prosigue la concentración y la extranjerización de las tierras argentinas.