Tucumán: Justicia para Marita Verón

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Lita Alberstein, Secr. de DDHH cta tucumán

El juicio por la desaparición de María de los Angeles Verón, “Marita”, se inició el 8 de febrero. Son 13 los imputados, acusados de privación ilegítima de la libertad y promoción de la prostitución.

 

En cada audiencia que asistí, me tocó vivir cómo se develó el horror que, con su lucha e investigación destapó Susana Trimarco, la mamá de Marita, sobre la trata de mujeres esclavizadas para explotación sexual. Todo lo imaginable queda corto. Cada declaración fue desentrañando cómo fue secuestrada Marita en Tucumán -con la complicidad del poder político, policial y judicial- por la mafia encabezada por Rubén “La Chancha” Ale, ex presidente del Club San Martín y de estrecha relación con el gobierno provincial.

 

Susana declaró: «Primero, en la comisaría, se negaron a tomarme la denuncia. Luego de un calvario iniciado en su búsqueda, me aconsejaron que fuera a Casa de Gobierno. Como estúpida iba a la Casa de Gobierno. Digo estúpida porque la mafia estaba allí. Todo Tucumán sabe que los Ale son dueños de la droga y la prostitución. Julio Díaz, funcionario del gobernador Miranda, me aconsejó que pidiera ayuda a los remises cinco estrellas, porque con ellos tenían un convenio. Los nombraron guardianes de la ciudad, ya que tienen más coches y armas que el gobierno…

 

«Lo mismo sucedió con Ernesto Baaclini, secretario de la fiscalía a cargo de la investigación, que se ocupó de ensuciar la causa, desviar la investigación y manchar a la familia Verón. Fernando Juri (ex vicegobernador de Alperovich) es compadre de Rubén Ale y el ex ministro Guerrero… todos unos atorrantes. Eran todos la misma cosa… Responsabilizó al Estado de su desaparición”

 

El recorrido de Susana por los prostíbulos de Salta, Catamarca y La Rioja conmovió a miles de argentinos. Conocían su rostro y su lucha por televisión. Pero a partir del juicio descubrieron los engranajes con los que se mueven los proxenetas y las estructuras de las redes de trata de personas con la complicidad de dirigentes políticos, policías corruptos, jueces y funcionarios judiciales inescrupulosos.

 

Mientras Susana declaraba, un pacto de silencio entre los 13 acusados parecía un muro invencible. Pero algo se rompió cuando Daniela Milheim, acusada de haber tenido a Marita en su casa secuestrada, contó que «La Chancha» Ale, con quien tuvo una hija, la obligó a prostituirse a los 16 años. El clima de tensión se agudizó aún más cuando el testigo Simón Nieva (que involucró en la causa a los hermanos Víctor y María Jesús Rivero, ex esposa de Ale), recibió amenazas y ataques en su domicilio.

 

Este juicio emblemático recién ha empezado y faltan 160 testigos. Pero ya es un gran paso en la lucha contra las mafias y el poder que les da impunidad. Acompañamos a Susana en su denuncia. Al servicio de esta pelea queremos conmemorar el Día de la Mujer, levantando más que nunca las consignas de aparición con vida de Marita y de juicio y castigo a los responsables y a todos los funcionarios cómplices de su desaparición.


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