¿Una trampa con cara progresista?
La presidenta acaba de anunciar una reforma del Código Civil que debe debatir y votar el Congreso. Tiene tres ejes:
1. Permitiría hacer un contrato prenupcial y acepta el divorcio abreviado por acuerdo de las partes, un trámite que en verdad ya existe.
2. Agilizaría el régimen de adopción, aunque en realidad muy poco ya que para simplifi-carlo lo que hay que modificar es la Ley de Adopción.
3. Daría derecho a la mater-nidad subrogada, o sea en un vientre ajeno, y a la fertilización asistida.
En concreto, los avances son limitados. Pero en el tema de la fertilización, creemos que la reforma esconde una trampa.
El actual Código Civil define en su artículo 70 que “la exis-tencia de la persona comienza desde la concepción en el seno materno”. No compartimos esa definición. Pero al ser ambigua, la doctrina la interpreta en forma más amplia y por eso muchos fallos consideran que no hay persona hasta los 70 días.
Con el argumento de incluir en el Codigo Civil la fertilización asistida, esta reforma cambia la redacción y establece que “la persona comienza con la concepción en el cuerpo de la mujer”.
Esto es un doble retroceso: no solo refuerza el criterio retró-grado de que hay vida desde la concepción, sino que abre la puerta para restringir aún más la interpretación. Por ejemplo, la “pastilla del día después” no se considera abortiva porque actúa antes de que el huevo anide en el útero. Con esta reforma, como el huevo no implantado está “en el cuerpo de la mujer”, la pastilla se podría considerar abortiva.
Hacemos este doble alerta, porque además la presidenta utiliza el anuncio para seguir camuflando su negativa a la principal reforma pendiente para las mujeres: la reforma del Código Penal para establecer de una vez por todas el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
Pablo Vasco