Voto castigo y giro a la izquierda
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Las elecciones del pasado domingo, en el cual se votaron las bancas legislativas que darán origen a un nuevo gobierno (Grecia tiene un sistema parlamentario), produjeron un verdadero terremoto político en la nación helena. Los dos partidos tradicionales, que cogobernaban y eran los garantes del tremendo ajuste pactado con la Troika imperial (Banco Central Europeo, FMI y Comunidad Europea) se hundieron. El socialdemócrata PASOK perdió dos terceras partes de los votos obtenidos en 2009, pasando del 44 % al 13,2 % y su socio para enfrentar la crisis, el derechista Nueva Democracia, pese a haber salido primero en la grilla de esta elección… pasó del 33,5 % al 18,9 % de los votos.
El otro fenómeno es la performance de la izquierda anti capitalista. En particular de Syriza que, cuadruplicando su elección de hace tres años, salió segunda fuerza con el 16,8 % de los votos, aumentando sus diputados de 13 a 52. Constituyendo la fuerza más votada en las grandes ciudades y entre los jóvenes. Completan la votación de esta franja El KKE (Partido Comunista) con el 8,5 % y la Izquierda democrática —DIMAR— grupo escindido de Syriza en 2010-2011, con el 6 % de los votos. Los verdes y la coalición de extrema izquierda Antarsya no superaron el piso del 3% para entrar en el reparto de las bancas. La izquierda suma en total 97 diputados haciendo una elección histórica.
Finalmente y reflejando un fenómeno de polarización, logra parlamentarios una formación neo nazi llamada Alba Dorada con el 7% de los votos, ocupando el espacio vacante por la otra formación de extrema derecha, Laos, que de tener 19 parlamentarios ahora se hundió, no sacó ni uno, como consecuencia de haber apoyado a la coalición gobernante del PASOK y ND.
Tan grave es la debacle de los partidos del viejo régimen, que pese que las antidemocráticas leyes griegas que le regalan 50 diputados extras al partido que encabeza la grilla, Nueva Democracia, no ha podido conseguir aliados para formar gobierno.
Al cierre de esta nota Syriza, con un programa que plantea la suspensión inmediata e incondicional del pago de la deuda griega durante un período de entre 3 y 5 años, la anulación de las medidas de austeridad impuestas desde 2010, la ruptura de los acuerdos con la Troika, la nacionalización de una parte importante del sector bancario y la necesidad de poner en marcha un gobierno de izquierda para poder aplicar todas estas medidas, le tocaba el turno para intentar formar gobierno. Pese a que estas medidas son muy sentidas por el pueblo griego, el KKE (Partido Comunista) se viene negando a cualquier acuerdo unitario para crear un polo en este sentido.
Todo indica Syriza no logrará formar gobierno y que el tercer turno destinado al PASOK, terminará con un resultado similar. Con lo cual se tendrán que anular las presentes elecciones legislativas y llamar a otras nuevas. Generándose un verdadero vacio de gobierno con un pronóstico de final abierto.
Lo que sí es seguro es que él imperialismo no tiene en quien apoyarse para sostener el brutal ajuste que está aplicando y que exige profundizar, y que esto coloca a Grecia al borde del default y la ruptura con el euro y el sistema monetario europeo. Planteando una nueva y grave vuelta de tuerca en la crisis del viejo continente.
