Durante la semana pasada se hizo pública una circular interna del Ministerio de Defensa, donde la vice ministra de Seguridad de la Nación, vuelve a pedir la intervención de la Gendarmería y confirma que el Proyecto X sigue existiendo y que el espionaje de las fuerzas de seguridad a los luchadores obreros y populares, y a los dirigentes políticos que apoyan sus luchas, siguen vigentes. La ministra Garré había declarado (y mentido) en conferencia de prensa que ese “proyecto” nunca se había aplicado. Los trabajadores del INTI que luchan y cortan Gral. Paz y Constituyentes, los choferes de la línea 60 que protagonizaron 5 días de paro y fueron rodeados por un monumental despliegue de Gendarmería y fuerzas de seguridad, o los judiciales de la provincia de Bs As que vienen sosteniendo una gran lucha por su salario y la porcentual, ya lo sabían y lo habían sufrido en carne propia. Desde el gobierno nacional se sigue utilizando el llamado Proyecto X, con ese nombre o con otro, pero con órdenes bien precisas de filmar a los que luchan y esas filmaciones se utilizan para seguir abriendo causas y procesos contra los que salen a pelear por sus reclamos. Nuestra compañera Vilma Ripoll ya había denunciado que durante la lucha de Kraft, ella y otros dirigentes políticos habían sido filmados y que esas filmaciones se utilizaron en la causa que se abrió en su contra. Y el pasado lunes 7- 5, denunció que ese mismo procedimiento se utiliza contra los trabajadores judiciales en sus marchas y movilizaciones. Desde el gobierno nacional y los gobiernos provinciales, se quiere utilizar al espionaje para amedrentar a los luchadores y para acallar las voces que los apoyan. Pero no van a lograrlo. Así como los organismos de derechos humanos de La Plata salieron a apoyar a los judiciales, el reclamo de enterrar para siempre el Proyecto X, terminar con el espionaje y desmantelar todo el aparato represivo, es un grito que crece y no se va a detener. Y junto a él, exigir el desprocesamiento de todos los luchadores y la inmediata libertad de los compañeros presos por luchar.
C.M.