El viernes 4 de mayo finalizó la causa por espionaje de los militares de la Base Almirante Zar, de la ciudad de Trelew. Se realizó en el Teatro José Hernández de Rawson. En la causa, se demostró que las prácticas del espionaje no han sido modificadas. El abogado querellante Rodrigo Borda, en un alegato de más de 10 horas, dejó evidenciado como actuaban los servicios de inteligencia. En esas horas, se demostró como eran espiados e investigados nuestros militantes, como en más de una oportunidad fui investigada, por los distintos actores informantes al mando de las fuerzas de seguridad nacionales. “Sabían lo que hacían y hacían lo que querían”, dijo el fiscal Fernando Gelves, cuando pidió las máximas penas para los marinos, dos añosde prisión y 4 años para ocupar cargos públicos. Señaló que no fue un acto exclusivo de los militares de Trelew, sino que la información que se recolectó sobre grupos y personas locales fueron requeridas por las máximas autoridades de la Armada Argentina. A diferencia de algunos de mis compañeros que fueron perseguidos y asesinados, pude estar en el alegato, y conocer como en varias oportunidades mi militancia fue investigada. Era en esos años afiliada al partido comunista, y en 1996 se me señaló como la responsable del Partido Comunista del Chubut, y diferenciada del PC de Comodoro Rivadavia. En la denuncia del espionaje, debemos señalar como de suma importancia al denunciante, el cabo Alegre, y a partir de su testimonio, los allanamientos en el año 2006 a la Base Almirante Zar y en Puerto Belgrano, por el Juzgado Federal de Rawson, secuestrándose importante documentación que sirvieron para el juicio. En ese material se demuestra comose seguía a los militantes políticos, sociales, periodistas, y se nos vinculaban como “izquierdistas moderados, radicalizados, menos moderados”, etc, y se espiaban todos los actos sobre el 22 de agosto, 24 de marzo, luchas estudiantiles, gremiales, barriales. Como pasa siempre con esta justicia, la pena que se les pidió fue poca, a pesar de ser el máximo posible, son solo dos años y son penas excarcelables. Aunque esta sentencia sea muy poca, es igualmente importante para la población del Chubut, ya que nada será igual en la Base Almirante Zar, donde el 22 de Agosto de 1972 se asesinó cobardemente a los 16 compañeros que se habían evadido del penal de Rawson en la Unidad 6. Hoy, 16 rosas rojas vuelven a nacer en nuevas generaciones de militantes revolucionarios. Los militares y sus mandantes capitalistas no pudieron detener ni arrancar esas flores, que vuelven a brotar y con más fuerza. Y aquí estamos, ahora orgullosamente como militantes del Movimiento Socialista de los Trabajadores.