La cooptación por parte del kirchnerismo de organismos de DDHH se desplegó a lo largo de toda la gestión del actual oficialismo. Este es el caso de las Madres de Plaza de Mayo y en especial de su visible dirigente Hebe de Bonafini. El alineamiento político al oficialismo K viene siendo absoluto y sin fisuras. Frente a esta ubicación política toda crítica al gobierno actual merece de parte de Bonafini respuestas furibundas. Pero esta vez la dirigente oficialista superó todos los límites y cargó calumniosamente contra el historiador y periodista Osvaldo Bayer ante críticas formuladas por éste a la política de cooptación del gobierno y la subordinación de Madres a la gestión K. Esta valoración política de Bayer -que excluyó toda referencia a la actuación de Madres durante la dictadura genocida- provocó de parte de Bonafini una ofensa gravísima ya que lo calificó de “gorila” y “cobarde que se fue” del país ante las amenazas de la Triple A.
Francamente se expresan en este ataque elementos de descomposición política en la conducción de Madres por su asimilación al poder político K. Acusar de “gorila” es decir, antiobrero y reaccionario a quien desde la investigación histórica logró derrotar la versión oficial del ejército sobre las huelgas patagónicas, al que desenmascaró el rol del gobierno radical de Yrigoyen como represor de obreros en la Semana Trágica o en los quebrachales de La Forestal, al que señaló repetidamente la responsabilidad de Perón en la gestación de la Triple A; en fin: acusar de gorila a un intelectual de la clase obrera y los explotados, acusar de cobarde a uno de los más valientes polemistas contra el ejército desde siempre, es lisa y llanamente una canallada.
Por eso, el monolitismo y la verticalidad K terminan llevando a decir disparates. La cooptación oficialista termina provocando en las organizaciones -y es una ley de la dependencia política- descomposición y desvarío. Nuestra solidaridad con el incansable y digno Osvaldo Bayer.