Tomas en el Nacional y el Pelle
La ciudad de Buenos Aires hace años viene siendo escenario de un tenso conflicto educativo. Las empresas mediáticas privadas y –según convenga- el monopolio oficialista de medios, desplazan el eje del debate al “método violento de los estudiantes del Nacional y el Pelle”. Sin embargo, la lucha por un bar institucional contra las concesiones privadas –el reclamo inmediato de los estudiantes de ambos colegios- es emergente de la confrontación de dos modelos de educación: el privatista que ampara –y estimula la ganancia privada-; y el modelo público, al servicio del conjunto de los sectores populares que defiende la comunidad educativa, en especial con un sujeto motorizador como son los estudiantes. Para ilustrar esta situación pudimos dialogar con dos de las protagonistas de esta pelea. Dirigentes ambas. Mujeres las dos. Expresión de una juventud que no retrocede ante nada. Se trata de Milena González Montaner, secretaria general del Centro de Estudiantes del colegio Carlos Pellegrini; y Nadia “Nadu” Tuchsznaider, de la mesa directiva del Centro de Estudiantes del Nacional Buenos Aires. Esto nos decían:
Milena, contanos el origen del reclamo y la naturaleza del mismo
Milena: Después de caer la concesión privada del bar en el colegio, retomamos un reclamo de muchos años en el Pellegrini que es tener un bar institucional. Esto, más allá del reclamo de tipo ideológico que consiste en que estamos en desacuerdo con que existan empresas privadas explotando espacios dentro de una institución pública. Sea espacio de bar, de fotocopiadora o de lo que sea. Estas cuestiones las tendría que gestionar el estado, en este caso la UBA de donde dependen nuestros colegios. Entonces después de lograr terminar con la concesión, volvimos a instalar el debate sobre el bar institucional y avanzamos en la presentación de un proyecto que incluye la gestión del bar por la UBA con participación estudiantil, docente y no-docente. Elevamos el proyecto y recibimos una contrapropuesta que nos parecía viable en general. Sin embargo, reunidos el presidente del centro y yo con autoridades del Consejo Superior de la UBA nos encontranos con la negativa a aceptar cualquier variante que no sea concesión privada. Es decir, apareció un problema político que incluso nos lo dijeron claramente funcionarios de la UBA. Este es el origen del conflicto
Cuándo decís conflicto político, ¿te estás refiriendo al precedente que generaría un espacio público cogestionado en la UBA?
Milena: Exactamente. La UBA tiene una política privatista, de generación de recursos propios y esta propuesta que nosotros defendemos que avanza con una idea importante también: la democratización y que sea la comunidad educativa la que decida los lineamientos del Pellegrini
Ahora te pido que desarrolles un poco cómo se decide la medida de fuerza que deriva en la toma del colegio
Milena: La verdad este año fuimos súper prolijos. Recorrimos todos los pasos de consulta: primero en las aulas, jornadas de debate, definición de lineamientos en las asambleas y finalmente la elaboración del proyecto en base a esos lineamientos. Trabajamos para construir consenso desde los estudiantes hacia el claustro docente, tuvimos muchas reuniones con los distintos sectores del colegio, varias con el rector, varias con el Consejo Superior. Pero entendimos que había una intencionalidad de dilatar el tema y a partir de ahí resolvimos llevar adelante una primera toma de un día para forzar una negociación, y como no tuvimos respuestas decidimos avanzar más con la toma de la última semana. Logramos meter en la agenda de la UBA este debate y ese logro lo vemos importante.
Se dio una unidad importante en reclamo con el Nacional Buenos Aires también
Milena: Claro porque partimos de varias cosas en común. Los dos somos colegios pre-universitarios que dependemos de la UBA. En ambos defendemos el reclamo del bar institucional y en los dos existen centros muy activos que supimos construir unidad en momentos de lucha como este.
Sabés que hay conflicto de los técnicos en la ciudad. ¿Qué opinión tenés?
Milena: El conflicto de los técnicos, el cierre de cursos o la regimentación de los centros de estudiantes son todos reclamos donde en el fondo el problema es que no se escucha a la comunidad educativa. Por eso, son parte de la misma pelea
Nadu, ¿cómo se origina el conflicto en el Nacional que termina con la toma del colegio?
Nadu: Hace varios años que tenemos este reclamo en el Nacional. Y en el último tiempo nos fuimos dando desde el centro distintas iniciativas, como por ejemplo, montar un kiosco paralelo al concesionado para boicotear a ese espacio privatizado. Eso implica un enorme esfuerzo estudiantil, pero sirvió para demostrar que podíamos hacer un bar institucional
¿Cuál viene siendo la respuesta de las autoridades?
Nadu: Lo primero fue corrernos con el tema “legal” sobre que somos menores, que no podemos vender comida sin control, etc. Todo con el objetivo de que levantemos la medida del kiosco paralelo. Nosotros exigimos una instancia de diálogo y respuesta para encaminar la situación, lo cual hasta ahora, no sucedió
¿Cómo se toman las decisiones en el Nacional a nivel estudiantil?
Nadu: Todo lo decidimos a través de la participación directa en asambleas donde resolvemos de forma democrática. La toma se decidió así después de llevar adelante distintas medidas tales como petitorios, notas, etc.
¿Cuál es el debate de fondo en este conflicto?
Nadu: Lo primero es el problema de la democratización. Es decir, sobre quién decide sobre nuestra educación. Nosotros pensamos que tenemos que decidir los que hacemos la educación todos los días y no gente que jamás pisa el colegio y lo único que le importa es hacer negocios y su propio bolsillo
La última pregunta, ¿Se sienten parte de la realidad de la juventud que pelea en todo el mundo como en Chile, los indignados de España o en las revoluciones árabes?
Nadu: Claro que los activistas nos sentimos parte. Los jóvenes tenemos mucho para decir y creo que las cosas tienen que cambiar. En eso somos muchos los que pensamos igual
Entrevistó: Mariano Rosa