Prov. de Bs As: Ajuste, crisis y rebelión

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Francisco Torres
Francisco Torres

La mayor provincia argentina está al rojo vivo al combinarse varios hechos de magnitud. Una crisis económica, reflejo de la crisis nacional e internacional. Una medida de ajuste clásico a los trabajadores en sus aguinaldos. Una rebelión estatal al percibir el inicio de un ajuste mayor. Marchas y paros en continuado, un sentimiento de unidad en las bases que llegan a desbordar a las conducciones.
Una creciente crisis política que aisló a Scioli por la interna en el partido de gobierno. Desde los “retos” de Cristina a los otros poderes -la Corte y Legislatura- que le votan en contra. Más una oposición que apoya al gobernador o lo critica, pero sin ponerse al servicio de la lucha ni plantear salidas de fondo. En medio de un fuerte clima de lucha unificada.

Internas y duro ajuste de Scioli y Cristina

Cristina y Scioli están en una interna política y económica feroz que no encuentra pico. Aunque coinciden en descargar la inflación y la crisis sobre el pueblo trabajador.
El objetivo K parece ser erosionar a Scioli, más que tumbarlo. Desgastarlo en su anunciada pretensión presidencial cuando faltan más de tres años de gobierno. Teniendo al desgaste del kirchnerismo como fondo y los intentos de sectores patronales de armar alternativas a futuro.
El ajuste es cascoteado por una fuerte lucha y la crisis política en curso. Al oficializar su decreto 561 que deja sin efecto el 558 que fijaba las 4 cuotas, Scioli dice que pagará el aguinaldo en dos cuotas, antes del 15 de agosto. Apuesta a que las vacaciones resten fuerzas a esta larga y dura lucha.
Pero la CTA y gremios como ATE y CICOP mantuvieron el paro y movilización del 18 y 19. Mientras los gremios docentes ratificaron el “no inicio” de clases. Es el mayor conflicto del gobierno Scioli.

Esta lucha se puede ganar

Apenas se las anunciaba, fueron cayendo las distintas salidas de ajuste. Cayó el intento de dar legitimidad al pago desdoblado y Scioli debió sacar un decreto que rechazó también el juez Arias. La Corte y la Legislatura ordenaron pagar a los judiciales y legislativos. Antes había triunfado el IOMA, al cobrar el aguinaldo descontado. También cobraron todo los jubilados y otros.
Crisis política y lucha cerraron a Scioli las salidas para legalizar el ajuste: Cayó la “ley de emergencia provincial” -al estilo 2001- para reducir gastos en empresas como el Astillero, Ferrobaires, el agua y gas; con retiros “voluntarios” y jubilaciones de oficio, unificación de reparticiones y recortes presupuestos.
Cayó la venta de activos del BAPRO (Bogar) porque Nación no los quiso comprar. Y la adhesión a la ley de emergencia nacional de los Kirchner, cuando salió Mariotto a decir que ya se había hecho…
Scioli finalmente echó mano a la renovación de los cuestionados contratos del juego y a un bono a proveedores. Evidenciando dificultades para poder ir a un ajuste más global, cuando la crisis lleva a estos gobiernos a ataques directos al pueblo.
Desde la CTA se viene haciendo punta con iniciativas, pero al definirse por arriba, restan toda esa potencialidad que tienen las acciones que deciden los trabajadores en cada lugar. Para no reiterar la última movida ante la legislatura, cuando una concentración concluía mientras otra con gremios de la CGT llegaba marchando; es preciso profundizar en una política de coordinación apuntando a unir por arriba lo que se une por abajo. En un plan de lucha de conjunto que derrote el ajuste.

Un gran debate sobre la salida

Plata hay y se demostró al empezar a aparecer. El gobierno de Cristina puede y debe poner la plata que falta. También Scioli, que anunció un récord de recaudación. Pero hay una crisis estructural que ya no pueden ocultar por la crisis internacional y del modelo K.
Cristina aprieta para que los gobernadores paguen el costo del ajuste. Sacando a la luz la crisis del capitalismo y del modelo K. Por eso, nuestras propuestas apuntan a una salida desde los trabajadores. Para que la crisis la paguen los que la generaron.
Se ha abierto un gran debate sobre la salida y la necesidad de una alternativa política ante el desgate de Cristina y Scioli. Frente a una oposición que no define cómo pararse en la pelea. Cuando debería hacerlo del lado de los trabajadores; en sus marchas, asambleas, cortes y reclamos. No alcanza recorrer pasillos legislativos ni los medios con declaraciones justas para torcerle el rumbo del ajuste.
Desde el MST, en el Movimiento Proyecto Sur, a la par de otros sectores, estamos al servicio del conflicto. Marcando la responsabilidad de ambos gobiernos, diciendo quién debe pagar la crisis. Te invitamos a dar juntos la lucha por la alternativa amplia y unitaria que necesitamos.

Medidas ante la crisis

Un plan económico de emergencia debería incluir, entre otras, estas medidas:

1. Recuperar la coparticipación. En 1983, Buenos Aires recibía el 26.3% de coparticipación y perdió 7 puntos. De las provincias, es la que menos recibe. Mientras que, desde 1996, el Fondo del Conurbano se estancó en 650 millones y su actualización se reparte entre otras provincias: hoy debería ser de 12.450 millones. Hay que plantarse ante Cristina por una nueva coparticipación y el reajuste del Fondo del Conurbano.

2. No pagar la deuda pública. Por la pérdida de ingresos y la mala administración de los gobiernos, incluido el de Scioli, la provincia tomó 6 veces más deuda que la que había en los ’90. Hoy debe $ 61.000 millones: 51% a la Nación, 42% en bonos provinciales y 7% a bancos extranjeros. Por capital e intereses se pagan más de 9.000 millones al año. Estando en emergencia social, no hay que pagar esas deudas ilegítimas.

3. Reforma impositiva progresiva. El último paquetazo -por el que Nación iba a darle a Scioli los millones que pedía- perjudicó a los sectores populares y medios. Hay que derogar los Pactos Fiscales I y II, y cobrarles fuertes impuestos a los sectores capitalistas concentrados: terratenientes, bancos y renta financiera, grandes grupos y empresas.

4. Basta de impuesto al salario y tope a las asignaciones. Aumento de sueldos, jubilaciones y planes sociales. Una pelea contra el gobierno de Cristina, quien -como Scioli- quiere hacernos pagar la crisis a los trabajadores. Exijamos una lucha nacional CTA-CGT por estos reclamos.