Conversamos con Mónica Casanova, docente, y concejal del NPA por el municipio de Lormont en las afueras de Burdeos desde el año 2001.
Contános de la actualidad del NPA en Francia
El NPA presentó a Philippe Poutou, compañero obrero de la industria automotriz Ford, a los comicios presidenciales de abril pasado para popularizar su programa antica-pitalista en torno a medidas inmediatas (como aumentos de salarios, la prohibición de los despidos, el cese de privatizaciones, por la contratación de millones de funcionarios públicos, la regularización de los indocumentados y otras) que solo podrían ser aplicadas plenamente por la movilización popular con vistas a la toma del poder por los trabajadores. Conseguir esta candidatura, imponerla en los medios, y también en nuestras filas, fue una primera etapa. Ahora que ya no hay elecciones, nos enfrentamos con el reto de contribuir a la convergencia de la luchas contra despidos masivos como los 8000 previstos por la Peugeot, y muchos más. También tendremos que denunciar paso a paso la política de austeridad que el nuevo gobierno del PS va a imponer, revelando en la acción, especialmente a nuestros compañeros sindicalistas o del Frente de Izquierda, que solo la clase trabajadora puede contrarrestar eficazmente estos ataques reagrupándose y organizándose.
¿Qué rol le ves jugando a la IV° en esta situación mundial?
En tanto reagrupa-miento internacional de partidos y organizaciones anticapitalistas, la IV° puede ser un apoyo a la movilizaciones, un centro de debates e intercambios de experiencias entre militantes del mundo entero frente al mismo imperialismo. Desde ese punto de vista, ya es muy importante.
¿Algo más que quieras decir?
Sí, dejarles un saludo a los compañeros de América Latina y del MST, bien internacionalista de los camaradas del NPA. Sus luchas son las nuestras, por salarios y empleos dignos, para que los explotados se apoderen de la política y sean actores de su propia emancipación, más allá de las fronteras, por una sociedad sin clases.