Cristina en realidad las rebajó…
Las Asignaciones Familiares constituyeron una conquista de los trabajadores, que cobraban todos los que estaban en relación de dependencia y tenían hijos. Hace años con Menem y el avance de políticas neoliberales éstas fueron restringiéndose más y más. El gobierno de los Kirchner a pesar de un discurso “progre” y del crecimiento económico siguió en la misma línea del menemismo de acotarlas. Hace días Cristina anunció con bombos y platillos que aumentaba las Asignaciones, lo que en realidad es una gran falsedad, ya que con el nuevo esquema la cobrarán cada vez menos trabajadores, menos chicos serán cubiertos y se cobrará menos.
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Desde hace décadas que todo trabajador sabía que al tener un hijo le correspondía cobrar las Asignaciones Familiares, fundamentalmente el Salario Familiar por hijo que se cobra todos los meses. El origen de estos fondos estaba en las Contribuciones Patronales. La llegada del Menemismo, con su política neoliberal a ultranza implantó un nuevo régimen de Asignaciones poniendo topes, es decir por encima de determinado monto no se pagaban. Lo que en términos económicos significa que el estado recauda la contribución patronal pero paga miles de asignaciones menos.
La llegada del Kirchnerismo al gobierno cambió totalmente el discurso pero no cambió un ápice este ataque a esa conquista, manteniendo los topes. Por el contrario, la inflación creciente ha derivado, nada casualmente, en que cada vez se fuera pagando menos y a menos chicos. Esto es así porque los topes se han ido incrementando a un ritmo menor que la inflación, de tal manera que hasta el anuncio de Cristina, todo aquel que ganaba por encima de $ 5.200 no tenía derecho a las mismas. Es decir todo trabajador que ganaba apenas para intentar cubrir la Canasta Familiar, ya era considerado un privilegiado al que no le “correspondía” cobrarla y su aporte era derivado para dar la Asignación Universal a quienes por tener un mísero plan social o estar en negro les correspondía cobrarle. A este desatino se llegó porque el gobierno miente con el INDEK los números de la inflación real y encima hubo años en los que ni siquiera se tocó el tope. Generando además una relación de confrontación entre trabajadores, donde unos eran considerados privilegiados que debían aportar para que los más castigados por el sistema pudieran tener acceso a una Asignación.
El nuevo régimen empeora la situación
Cristina anunció que elevaba el tope de $ 5.200 a $ 7.000 (o sea más del 25% de aumento) y que esto representaba un enorme incremento, más justo, etc. ¿Donde está la trampa?
En realidad hay muchas trampas. La primera y principal es que antes se contaba el ingreso del trabajador que cobraba la Asignación, es decir todo aquel que cobraba menos de $ 5.200. Ahora con el nuevo esquema, se toma en cuenta el ingreso del “grupo” familiar, es decir, si cada uno cobra $ 4.000 por ejemplo, no le corresponde.
El resultado de esto es que el estado pagará más de 400.000 asignaciones menos, y se ahorrará más de $ 1.000 millones que dejarán de percibir los trabajadores.
La otra trampa que no se dice es que con este esquema y el anterior sólo un tercio de los chicos están cubiertos (algo más de 4 millones sobre los más de 13 millones de niños menores de 18 años que hay en el país) y como más del 50% de los chicos pertenecen a hogares pobres, es fácil concluir que hay decenas de chicos pobres (ni hablar de estratos medios) que no perciben el aporte.
Por otra parte hay asignaciones que se congelan, de modo que con la inflación en realidad lo que han sufrido es una baja en el monto, como sucede con las por nacimiento, ayuda escolar, etc.
Finalmente podemos decir que la trampa mayor consiste en plantear como discusión que para que los desocupados y trabajadores de menores ingresos puedan cobrar (con todo derecho) las asignaciones, los recursos efectivamente salen del bolsillo de los trabajadores que ganan un poco más. ¡¡¡Esto es una barbaridad!! Cuando la Presidente reconoce que los Bancos dan ganancias por encima del 23%, cuando afirma que los empresarios “la levantan en pala”, cuando hay todo tipo de exenciones impositivas para las petroleras, pesqueras, mineras y demás empresas que dan enormes ganancias.
!Resulta que la única forma de incrementar las asignaciones es sacarle a un trabajador para dársela a otro!
Asignaciones para todos y actualizadas
Desde el MST sostenemos que se pueden pagar asignaciones para todos los trabajadores, universales y sin topes; y actualizadas según la inflación real. Para esto hay que sacarle la plata a los que la tienen, que son los empresarios y banqueros amigos del gobierno, que como debe reconocer la propia Cristina vienen “levantándola en pala”. Con impuestos progresivos a las grandes ganancias y a las grandes fortunas. Y desterrando la falsa rivalidad entre trabajadores que nos quieren imponer.