La decisión de recortar fuertemente el salario en Prefectura y Gendarmería generó un conflicto sin precedentes. El gobierno tuvo que retroceder y renunció el hermano de la ministra Garré. La rebelión en las bases cuestionó la cadena de mandos, apeló a asambleas, movilizaciones y colocó el problema de la sindicalización en el debate nacional. Gobierno y ‘oposición’ actuaron juntos contra el reclamo.
Cuando cerramos esta edición el conflicto de las fuerzas de seguridad está más reducido. El gobierno retrocedió y depositó los sueldos sin los descuentos, ofreciendo pagos complementarios para quienes fueran alcanzados por la tijera. Además tuvo que comenzar a hacer nuevas ofertas de aumentos salariales y renunció Raúl Garré, hermano de la ministra y Jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad. Este funcionario fue quién redactó el decreto 1307 que recortaba los salarios en Prefectura y Gendarmería. Antes cayeron las cúpulas de ambas fuerzas.
Rebelión inédita
Si bien hoy el nivel de movilización ha bajado, estuvimos frente a un proceso inédito. Las huelgas policiales de Santa Cruz y Chubut (antes hubo en otras provincias) fueron antecedentes, pero ninguna tuvo la magnitud que tuvo este reclamo. En primer lugar por el tamaño de la movilización. Miles de suboficiales movilizados, a cara descubierta, tocando los bombos frente a los edificios de los altos mandos. Durante días y días. Carpas y hasta un grupo marchando a Plaza de Mayo. En segundo término por el fuerte cuestionamiento a la cadena de mandos. Se hacían permanentes asambleas donde se rechazaba el pedido de volver a trabajar sin soluciones y se resolvía seguir reclamando. Y hasta recorrió los medios y redes sociales la foto de un agente pateando a un jefe en plena luz del día. Como tercera cuestión hay que mencionar otro elemento nuevo y muy importante: al desarrollarse en fuerzas de seguridad centrales, se trató de una rebelión de carácter nacional. Córdoba, Mar del Plata, Rosario, sectores del conurbano y muchos lugares tuvieron actos, marchas y otras expresiones de la protesta.
Salario y derechos: ejes del reclamo
En lugar de responder al reclamo concreto, funcionarios y referentes kirchneristas salieron a coro a agitar el fantasma del golpe de estado. Otra vez apareció la supuesta conspiración de la derecha desestabilizadora. El poder mediático K bombardeó a la población sin pausa. La verdad es que el decreto 1307 implicaba una rebaja concreta que llegaba al 60%, porque detrás de un blanqueo escondía la eliminación de un enorme porcentaje del salario que se viene cobrando en negro. Por otra parte, como se expresó en el petitorio entregado al gobierno, el reclamo también incluía los derechos a participar y decidir por parte de las bases de las fuerzas de seguridad. Además de que no haya sanciones a los que protestaron, se pedía incluir representantes en las mesas de negociación con las autoridades. Lejos de las campañas mediáticas K, el pliego que sustentaban los suboficiales y agentes movilizados era el salario y el derecho a negociar sus condiciones de trabajo, algo completamente justo.
El sistema cerró filas contra los rebeldes
Gran parte del arco político ‘opositor’ se sumó al discurso del gobierno contra los sectores movilizados. El Pro, la UCR, el peronismo federal, la Coalición Cívica. También integrantes del FAP como el Partido Socialista y Libres del Sur. Todos ellos firmaron una declaración junto al Frente para la Victoria reclamando que vuelvan a sus puestos y respeten la cadena de mandos. Se unieron para defender la obediencia debida hacia los jefes. Lamentablemente también repitieron posturas condenatorias a la protesta desde el PTS/FIT que son funcionales al gobierno. Todos ellos no solamente se han colocado en la vereda del gobierno y contra estos justos reclamos, sino contra el derecho a la sindicalización de las fuerzas armadas y de seguridad, manteniendo su carácter “profesionalista” al servicio de defender las medidas de los gobiernos capitalistas y divorciados del pueblo y sus reclamos. Nosotros apoyamos los justos reclamos y defendemos el derecho a la sindicalización de estos sectores, como también lo ha hecho la CTA.
Ignacio Tedesco
