“Si tocan a uno, nos tocan a todos”
El 10 de octubre, los trabajadores y el cuerpo de delegados de la línea 60, fueron a apoyar a los compañeros de la 430 de Escobar, donde la patronal había despedido a un compañero, que meses antes se había presentado en las elecciones de delegados. Cuando delegados y trabajadores de la 60 estaban acompañando este reclamo, llegó una vez más, la patota de la UTA.
De tres colectivos de bajaron delegados de UTA de otras líneas, junto a barras brava y patoteros a sueldo de la conducción de UTA, que con armas en la mano, comenzaron a insultar y amenazar a los delegados de MONSA. Esta patota se llenaba la boca con amenazas de muerte para los delegados y sus familias, ante la pasividad de la policía, que iba liberando el terreno, dejando a los compañeros expuestos a lo peor.
Fue la rápida reacción de los delegados y los trabajadores de la cabecera de Maswchitz, que de inmediato se autocon-vocaron, avisaron a la patronal y a sus representantes que los hacían responsables de lo que pase en la 430, la que hizo que la patota se retire. Pero la broca de los compañeros explotó, como tenía que ser, y la reacción no se hizo esperar. Una asamblea declaró el paro total de la línea 60, y empezando por Maswchitz, rápidamente se extendió a Rincón y a Plaza, y no anduvo una sola unidad. Otra vez la 60 demostró que el “si tocan a uno nos tocan a todos”, es mucho más que una bandera.
Al otro día, el 11-10, la asamblea votó cortar la Panamericana, que se llenó con las banderas amarillas y los reclamos de los trabajadores.
Ataque antisindical y antidemocrático del gobierno
El 17-10, el viceministro de Seguridad Sergio Berni, que el día que se cortó la Panamericana, vino personalmente en helicóptero, y para poder bajar, hizo cortar por las fuerzas del orden en forma total, la mano al norte de la misma, presentó una denuncia querellando a los delegados de la 60 de la cabecera Maswchitz. Esta denuncia contra Hugo Schwarman, Esteban Simone-tta, Hugo Pérez, Juan Tejada, José Alderete y Eduardo García, fue repudiada por los trabajadores. No fueron los delegados los que cortaron la Panamericana, fueron todos los trabajadores en asamblea los que lo decidieron. Y se hizo, porque una patota armada amenazó de muerte a los compañeros. De esto, Berni no dice nada.
Por eso, más que nunca, es necesaria la más amplia solidaridad con los compañeros querellados. El 18-10 se cortó Puente Saavedra y la avenida Maipú se llenó de unidades de la 60, rechazando esta nueva barbaridad contra los trabajadores. No van a hacer que los trabajadores de la 60 se achiquen. No los van a doblegar.
Van a seguir luchando y cada día los vamos a acompañar con más fuerza.
Sergio Paz