El Bloque de Izquierda de Portugal es una formación amplia anticapitalista que articula con otras expresiones de la izquierda europea. Así, lo hace con Syriza (Grecia), Die Linke (Alemania) y la Alianza Roja y Verde de Dinamarca. Cuenta con un bloque de 8 diputados nacionales y una muy dinámica presencia en la juventud de su país. En esta oportunidad, le pedimos a Joana Mortágua, dirigente del Bloque, una colaboración especial para Alternativa Socialista. Esto nos envió a propósito de la situación en ese convulsionado país.
Desde que comenzó la crisis en Portugal ha estado en el punto de mira de los especuladores y de los mercados financieros. Nuestra economía luchaba para adaptarse a la moneda única en la competencia con los países más poderosos. Esto creó una presión sobre los salarios y los derechos sociales. El euro nos ha dejado más vulnerables a los ataques especulativos que nunca antes en nuestra historia. Más de tres décadas después de la Revolución –la revolución de 1974-, la alternancia de gobiernos del Partido Socialista (PS) y de la derecha (PSD y CDS-PP) resultó desastrosa para el país expresando los intereses de una burguesía parasitaria que vive de las rentas del Estado y de las privatizaciones. Esta elite ha sido siempre el «buen alumno» de la Europa neoliberal. Con la entrada de la Troika (FMI, BCE y Comisión Europea), la financiación de la economía portuguesa quedó a merced de un programa anti-social y antieconómico (que los argentinos conocen tan bien) que pone los pagos a los acreedores por delante de cualquier preocupación por el empleo y la pobreza. Este programa está destruyendo el país de forma criminal. Ya hay un millón de desocupados, casi el 16% de la población. Es un círculo vicioso, la austeridad genera recesión que genera déficit y deuda, a lo que el gobierno y la troika contestan con nuevas medidas de austeridad. Los últimos diez años, hemos transferido millones a los acreedores, y ahora estamos financiando Alemania, que presta al 3,5% pero se endeuda a un 0%.
El Bloque de Izquierda enfrenta el ajuste de la Troika
Desde la intervención seguimos denunciando el programa de la troika, proponiendo un conjunto alternativo de políticas socialistas. Hemos propuesto una ruptura con el memorándum de la troika, la cancelación del 60% de la deuda y la renegociación de lo demás, el aumento de los impuestos sobre el capital y la nacionalización de los bancos rescatados por el Estado. Proponemos una auditoria a la deuda. Como otras voces en Europa, luchamos por una respuesta pública a los problemas de la deuda.Una de nuestras peleas ha sido contra la privatización del sector público y en defensa del Estado Social. Hemos propuesto ampliar los beneficios a quienes están desocupados. También hemos logrado aprobar en el parlamento algunas leyes para aportar más transparencia en los ingresos de los políticos y gestores públicos. Hay gente, sobretodo en el PS que propone una “austeridad suave” pero la dirección del PS nunca ha estado a disposición de romper el acuerdo con la troika. Han apoyado todas las leyes de este gobierno. El PS gobernando, asumió un programa más privatista incluso que la derecha reaccionaria. Seguimos defendiendo el mantenimiento de todos los países en la zona euro, pero es imprescindible cambiar el papel del BCE. Rechazamos el Tratado de Lisboa, rechazamos la relación entre la UE y la OTAN. Hacemos un llamado para un verdadero proceso constituyente para construir un proyecto democrático. Eso significa que debemos rechazar el tratado presupuestario y todas sus medidas de austeridad federativas.
Se aceleran los tiempos de la movilización social
Vamos a transitar un otoño muy duro. El 15 y el 21 de septiembre tuvimos una fuerte movilización popular con un millón de personas en la calle, uno de cada diez portugueses salieron a la calle a exigir que la troika y el gobierno se vayan. El Bloque de Izquierda apoyó fuertemente esta jornada de lucha. Después del 15 de septiembre nada fue igual. El movimiento sindical también está organizando nuevas medidas contra el gobierno. La paciencia del pueblo portugués se está acabando. Haremos nuestro mejor esfuerzo en el parlamento para hacer un cambio, pero la respuesta siempre está en la calle. Esto nos dará una gran responsabilidad. Estamos preparados para construir una alternativa para un gobierno de izquierda. Para eso es esencial una gran mayoría social rechazando el programa de la troika. Junto con muchos partidos y movimientos en Europa y en el mundo queremos hacer un cambio real y estamos preparados para ello.