Grecia: contundente Huelga General de camino a la huelga europea del 14 N
Rodeado por una multitudinaria manifestación, el gobierno de Nueva Democracia, PSOK e Izquierda Democrática, hizo aprobar apenas por tres votos encima de los necesarios el nuevo y brutal ajuste que exige la Troika.
La manifestación, que según Syriza congregó en Atenas más de 300.000 personas, fue la culminación de dos días de una contundente huelga general, precedida de huelgas parciales en distintos sectores de trabajadores y como preludio de otras huelgas que continúan esta semana y que confluyen hacia la 1er. huelga europea el 14 N. Días decisivos se viven en la península Helénica.
l gobierno tambalea, Syriza exige nuevas elecciones entre tanto impulsa la movilización. La calle se calienta a fuerza de lucha antes de entrar a pleno en un invierno que amenaza con ser cruel.
“Derroquemos el ajuste, derroquemos el gobierno que lo aplica”
Así finaliza la declaración de Syriza que convocó a la huelga general de 6 y 7 de noviembre. La exigencia de Syriza expresada en su prensa, con sus declaraciones y en las entrevistas concedidas por sus principales voceros, entre ellos Alexis Tsipras, pudo ser vista también por millones en todo el mundo en la noche del 7 de noviembre, escrita en la bandera que portaban sus 71 diputados cuando se retiraron momentáneamente del Parlamento para unirse a la manifestación. Esa bandera gritaba desde sus letras pintadas a mano: “ellos son los culpables, deben irse ahora”. La dirección de Syriza es consciente, igual que el pueblo trabajador, que por cada minuto que continúe el gobierno de coalición encabezado por Samaras la vida se vuelve más insoportable para el pueblo y destruye al país.
El derrocamiento del gobierno se está convirtiendo, en la cabeza del movimiento de masas, en una necesidad. La participación de toda la bancada de Syriza en la manifestación y la manera como fueron recibida, muestran una vinculación extrema entre la voluntad del pueblo y la dirección que en estos momentos lleva Syriza.
La fuerza de la huelga general viene desde decenas de potentes luchas parciales
Según pudimos constatar conversando telefónicamente con Costas Isychos, responsable de política exterior y defensa de Synaspismos y Syriza y con Cristina Pantzou, periodista reconocida internacionalmente, las luchas de los distintos sectores y gremios se vienen desarrollando ininterrumpidamente.
El lunes 5 estaban en huelga los taxistas, los periodistas y sectores del transporte público, también los abogados, farmacéuticos y médicos se fueron sumando. La organización de la huelga general contó con la colaboración de los trabajadores del transporte público; los del metro, el tranvía y el ferrocarril de cercanías entre otros volvieron al trabajo solo para garantizar la participación en la movilización de centenares de miles de atenienses a la Plaza Sintagma.
La coordinación se expresó también en la continuidad de las medidas. Mientras que algunos sectores comenzaron la huelga por sus propios reclamos coincidiendo con el llamado a la huelga general el martes 6, luego del miércoles, decidieron continuar, por ejemplo los abogados.
Todos los sectores tienen previsto que esta es una semana de huelgas y manifestaciones que desembocarán en la huelga general del sur de Europa el miércoles 14 de noviembre.
Contaron los compañeros «La potencia se pudo apreciar en la resistencia a los gases tóxicos de última generación que los antidisturbios están usando, y en la decisión de reagruparse para continuar con su protesta y también de la intensa actividad y energía desplegada por el movimiento de masas».
Tuvo que sobrevenir una furiosa tormenta para ayudar a la policía a dispersar a los manifestantes.
El gobierno pierde base política La base parlamentaria del gobierno Samaras estaba conformada por 179 diputados y en la votación de esta profundización brutal del ajuste apenas contó con 153 votos, 18 diputados de Izquierda Democrática se abstuvieron y 6 del PSOK votaron en contra. Estas dos fuerzas forman parte de la coalición de gobierno pero empiezan a sentir la presión que viene desde la base de la sociedad.
Cristina Pantzou afirmaba en nuestra conversación: «aunque la votación del próximo domingo 10, cuando se votará el presupuesto plurianual, puede mostrar una recomposición de los votos del gobierno, será apenas una recuperación momentánea de una coalición que está debilitada y empieza a resquebrajarse a fuerza de los golpes que le asesta la lucha de masas».
Al mismo tiempo la presión que desde el día siguiente a la votación, está ejerciendo la Troika, para el efectivo cumplimiento de las medidas, nuevas privatizaciones, el desembolso del tramo del rescate por 31.500 millones de euros (que debería hacer efectivo el 16 de noviembre), le marca también un nivel de incertidumbre y pérdida de base social. «hasta los más ingenuos empiezan a ver la falsedad del gobierno Samaras».
Cuenta regresiva
El intento de aplicar las nuevas medidas (ver entrevista a Costas Isychos), vuelven ya imposible la situación de la población que vive de su trabajo, será como echar gasolina en el incendio social que consume la vida cotidiana del pueblo griego. Un pueblo que con sus trabajadores en la vanguardia está haciendo un enorme esfuerzo de lucha y se siente tonificado para seguir en la pelea.
Una enorme indignación quedó instalada en la conciencias de esos más de 300.000 manifestantes en Atenas en la tarde-noche del miércoles 7.
Indignación que se está convirtiendo en un sentimiento nuevo hacia los que les están quitando sus trabajos, su salud, sus salarios, a los que están volviendo insoportable la vida. Indignación que no se convierte en decepción, sino en un sentimiento que es fuerza motriz para continuar la lucha. El nuevo sentimiento que empieza a apoderarse del espíritu del movimiento de masas es odio, odio decidido y enérgico contra los criminales que pretenden arrebatarle su vida, este mecanismo social hace prever choques cada vez más fuertes entre un gobierno entregado y entreguista y un pueblo harto de la estafa. El reloj está en marcha, la cuenta regresiva está corriendo, lo que viene son choques decisivos.
El tiempo del gobierno Samaras se acaba. Para el pueblo que lucha y la dirección política en la que parecen empezar a confiar, Syriza, una enorme prueba se acerca. Los explotados de Europa y del mundo esperamos que pasen esa prueba con éxito para sumarse a un nuevo sueño, el gran sueño emancipatorio del siglo XXI.