En cuanto a la medida de fuerza de los trabajadores del subterráneo y el Premetro, obviamente la consideramos legítima ya que la concesionaria privada incumple una vez más su compromiso de reabrir las negociaciones parita-rias, postergadas desde principios de este año.
Sin embargo creemos equivocada la negativa de la mayoría de la conducción de la AGTSYP de llamar a asambleas y sumarse al parazo general del 20, lo que además hubiera fortalecido sus propios reclamos en vez de aislarlos. Los compañeros de la Línea B, en cambio, correctamente sí pararon por decisión de las bases.
Es que la empresa Metrovías, del Grupo Roggio, sigue condicionando su actitud hacia los trabajadores y especula, como lo hace siempre, con que le aumenten los ya cuantiosos subsidios que recibe del Estado y que pagamos todos.
El «anuncio» de Macri
Como gran noticia, finalmente el jefe de gobierno porteño confirmó ante toda la prensa que se «hará cargo» de los subtes a partir del 1º de enero de 2013. No obstante, todavía no se conocen los detalles del proyecto de ley que debe enviar a la Legislatura en estos días.
Inclusive el viernes 16 Mauricio Macri nos recibió a todos los presidentes de bloque, pero sin dar ni una sola precisión concreta de cómo es su plan para el subte ni cómo se financiarán los más de 1.000 millones de pesos que cuesta el actual servicio. Encargó una auditoría a una consultora privada catalana, que constató las deficiencias de seguridad y demás inversiones que no se han hecho.
Macri se limitó a señalar que «por ahora» no se plantean nuevos incrementos de la tarifa y que seguirá reclamándole al gobierno nacional las obras pendientes. Sobre las alternativas de financiamiento esbozó que barajan crear un impuesto a los combustibles, recortar partidas de algunas obras o dejó entrever que un posible aumento de los colectivos -dictado por el gobierno nacional- vuelva a empujar hacia el subte a los usuarios que dejaron de utilizarlo cuando hace unos meses él mismo subió el boleto a 2.50…
La única salida: reestatizar
El jefe de gabinete macrista, Horacio Rodríguez Larreta, «no descartó» que otra de las posibles opciones sea la reestatización del subte. Pero no es más que un amague. Como lo expresé en algunas declaraciones, si Macri reestatiza el subte yo me inscribo en un convento.
Del mismo modo que Cristina Kirchner después de la masacre ferroviaria de Once premió a la empresa Metrovías dándole el manejo del Sarmiento y el Mitre, en realidad el macrismo no concibe el funcionamiento del subte sin la presencia de dicha empresa privada y subsidiada.
Nuestra propuesta es precisamente la contraria. Como lo sostuvimos siempre y como lo expresa nuestro proyecto de ley, no habrá salida para mejorar de verdad el servicio de subte y Premetro si no se empieza por echar de una vez por todas a Metrovías, que mientras llora que «pierde plata» tiene toda una serie de empresas de su mismo grupo que ganan millones con los verdaderos negocios subterráneos: la publicidad, los locales y los cables de fibra óptica. Toda esa lógica privatista puede ser vencida con una fuerte campaña y movilización social.
Del servicio puede y debe hacerse cargo la empresa pública porteña SBASE, estableciendo a la vez una comisión de control integrada por los trabajadores y los usuarios del subte para garantizar que se concreten las inversiones necesarias y que nadie curre. De ese modo, tal como ocurre en París o Madrid, podemos tener un subterráneo seguro, eficiente, económico y estatal.