Cuando escribo estas líneas concluye un 1º de Mayo en la que miles de trabajadores españoles, convocados por los principales sindicatos y organizaciones en lucha, han salido a la calle a protestar contra el brutal ajuste del gobierno de Rajoy que ha llevado el desempleo a una marca histórica: 6,2 millones de personas sin trabajo que representan un 27% de desocupación, han sido el principal detonante de las enormes protestas de este Día Internacional de los Trabajadores.
Diarios como El País de España señalan que se han manifestado en Madrid 50.000 trabajadores, en el acto convocado por la UGT y la CCOO, que fue uno de los cinco actos que en el día de hoy llevaron a los madrileños a protestar en la calle. Cientos de miles de españoles, en más de 80 actos han recorrido la calles de la Madre Patria, destacándose 180.000 manifestantes en Cataluña, 90.000 en la Comunidad Valenciana, 20.000 en la Coruña, 30.000 en Vigo, por señalar algunos de los casos más importantes.
En las manifestaciones resonaron consignas como “No tienen límites. Lucha por tus derechos”, “su crisis-estafa rompe la paz social, “lo que ganaron nuestros abuelos nos lo roban estos ladronzuelos”, “robáis al obrero para dárselo al banquero”, “recortar lujos, no los derechos”. También se escuchó “Se lo quieren cargar todo”, en referencia a los recortes presupuestarios y la privatización de los servicios públicos.
Rajoy anunció graves medidas de ajuste
En estos días el gobierno del PP ha anunciado a Bruselas (ciudad sede de la Comunidad Económica Europea) nuevas y brutales medidas de “austeridad” para cumplir los planes de ajuste exigidos por la “troika” (FMI, CEE y Banco Central Europeo). El Consejo de Ministros del Gobierno ha aprobado el viernes 26 de abril un “Plan de Estabilización” que incluye recortes en partidas sociales e impuestazos para recaudar 3.000 millones de euros. Para intentar de esta forma achicar el enorme déficit fiscal (10,6%) de la economía española.
En total se calcula en 60.000 millones de euros los recortes al gasto público y subidas de impuestos aprobadas para el 2012 y 2013 en todas las Administraciones españolas, lo que equivale a un 6% del PBI.
Estas medidas van a significar como el gobierno de Rajoy lo admite, una mayor recesión. En realidad una grave depresión de la economía cuyo PBI caerá a fin de año, de acuerdo a lo proyectado por el FMI, en un -1,6%. Acumulando entre este año y el anterior una caída del 3,2 %. Lejos de la tan prometida recuperación de la economía para el 2014, el Ejecutivo español reconoce que no se va a crear empleo neto hasta dentro de dos años y que al contrario se perderán 1,3 millón de puestos de trabajo durante este mandato legislativo encabezado por el Partido Popular.
Un gravísimo ataque a los derechos sociales
La inédita desocupación, que ya afecta a más de 1 de cada 4 españoles, ha venido escalando sin detenerse durante los últimos años. Cuando Rajoy desplazó en noviembre de 2011 al PSOE de Zapatero en el gobierno, la desocupación ya trepaba al 22 % (5.273.600 desocupados).
La Reforma Laboral sancionada por el gobierno del PP en febrero de 2012, destinada a abaratar el despido y precarizar el empleo, ha sido una importante pieza de este brutal ataque que el gobierno y la burguesía española ha descargado contra los trabajadores. De acuerdo al Ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, ha llevado el valor de la mano de obra española a la mitad. Estos ataques al empleo y el salario, sumado a las privatizaciones en salud, llamadas externalizaciones, en educación y el recorte de las partidas sociales, ha disminuido brutalmente la calidad de vida del pueblo español, llevando incluso a miles de familias a perder sus viviendas por no poder pagar los créditos hipotecarios y a que el hambre se instale en la vida de millones como un drama cotidiano.
No puede ser de otra manera cuando la mitad de los jóvenes menores de 30 años no consigue empleo y cuando una tercera parte de los desocupados ya no recibe ninguna ayuda, ya que ha agotado el tiempo asignado a sus prestaciones sociales.
Grandes luchas y aguda crisis política
Durante estos años los trabajadores, la juventud y el pueblo español no ha dejado de luchar. Primero con ese enorme movimiento de “indignados” que creó un efecto contagio en todo el mundo, luego con la irrupción organizada de los trabajadores y sus sindicatos y distintas organizaciones populares de resistencia al ajuste.
Manifestaciones, acciones de resistencia a los desahucios (desalojos), huelgas generales, protestas, algunas brutalmente reprimidas como el “asedio al edificio del Congreso de Diputados” del 25A, impulsado por el movimiento “En Pie”, o como las masivas movilizaciones de este 1º de mayo, han provocado una grave crisis del régimen político español.
Por un lado la crisis con la burguesía catalana que hace pocos meses protagonizó grandes manifestaciones de protesta reclamando la sesión de la región más rica de España del actual Estado Español. Por otro el desprestigio enorme del tradicional bipartidismo entre el PSOE y el PP, que después de año de dominar la escena política española o no llegan a la mitad de la intención de votos sumadas las dos fuerzas.
Finalmente la crisis del régimen monárquico español, que no tiene nada de simbólico, sino que es sostenido por los Pactos de la Moncloa, ha sido una de las piezas claves del bonapartismo ibérico. El rey Juan Carlos ha perdido su “credibilidad” y enormes sectores del movimiento de masas reclaman volver al régimen republicano que Franco enterró en la Guerra Civil. Los escándalos de corrupción de el marido de la infanta Cristina, el llamado caso “Udangarín”, las festicholas del rey que se quebró la cadera casando elefantes en África mientras millones de sus compatriotas no tienen que comer, han acelerado este deterioro de la corona. En las recientes manifestaciones de este 1º de mayo muchos coreaban “Urdangarin a trabajar al Burguer King”, o ‘Tu sobre, mi recorte’.
La salida a la crisis
La crisis política del viejo régimen plantea también la necesidad de superar las viejas direcciones del movimiento de masas que han sido cómplices del mismo. No le dará ninguna solución al pueblo español la política del PSOE, la UGT y la CCOO de proponerle a Rajoy un gran pacto “contra la emergencia nacional” del paro.
La respuesta a la crisis plantea la necesidad de construir una nueva herramienta política del movimiento de masas que, acompañando la lucha cotidiana del pueblo español contra el brutal ajuste que impulsa el gobierno, plantee una alternativa a los partidos del viejo régimen, una alternativa anti capitalista.
Gustavo Giménez