Aesta hora es escandaloso el esfuerzo de los comunicadores y politólogos de todo pelaje por presentar los resultados de la elección como la evidencia de la recomposición definitiva del régimen bipartidista en la provincia. Los opinadores a sueldo hacen fila para decretar la muerte y desaparición del Frente Cívico (FC).
Algo extenuados por el esfuerzo de las últimas semanas, encaramos los primeros borradores de nuestras conclusiones a modo de balance.
Un escandaloso pacto entre PJ/UCR/Medios para borrar al Frente Cívico
Fue una campaña electoral plagada de mentiras, mientras la provincia, jaqueada por problemas estructurales, incrementa su endeudamiento poniendo en serios problemas a sus finanzas. Los medios de comunicación presenta un panorama cerrado por el pacto PJ-UCR, con el que intentan costurar las profundas heridas del régimen bipartidista cordobés.
A pesar de la evidente pérdida de votos, el resultado global muestra en primer lugar al PJ, secundado por la UCR, seguidos por el PRO, con la lista K en cuarto lugar. Esta última, muy lejos de las expectativas creadas por las falsas encuestas que los medios de la Universidad Nacional habían difundido.
Las cuatro fuerzas principales, referentes de los gobiernos provincial, nacional, municipal y de la Ciudad de Buenos Aires jugaron sus principales cartas. Poniendo de candidatos a su figuras más instaladas mediáticamente.
En cambio, por el lado del FC, fue la primera elección nacional donde no se presentó como candidato Luis Juez, principal referente del espacio. Y tal como previmos, esto repercutió negativamente en el caudal electoral del frente.
La elección del FC: la necesidad de un balance
Si bien se logró el objetivo de superar el piso proscriptivo, el magro resultado obtenido (3,3%) impone la necesidad de un serio balance al interior del FC, que permita encarar la campaña hacia octubre con el objetivo de incrementar el caudal de votos.
El debate previo con los otros componentes del FC acerca de las candidaturas y su orden, las consignas, el perfil y contenido de la campaña tuvo el veredicto de las urnas. Es evidente que no se logró capitalizar la bronca que miles sienten hacia el bipartidismo y la necesidad de un cambio, es decir se fueron diluyendo aquellas características que dieron una clara fisonomía al FC desde sus inicios, contra las viejas estructuras políticas, para dar paso a la moderación ajena a dicho perfil. Permitiendo que una porción importante de los votantes del FC optara por otras listas; lo que explica en parte, por ejemplo, el buen resultado electoral que obtuvo el FIT.
Es urgente que de cara a la campaña que viene, revisemos entre todos los ejes y contenidos de campaña con la sinceridad y fraternidad que la discusión requiere.
MST: una campaña a la altura de las circunstancias
El MST – Nueva Izquierda desplegó una intensa y novedosa campaña, encabezada por Luciana Echevarría, que se convirtió en la referente más dinámica de la lista juecista. Con mucha presencia mediática y en redes sociales, logramos instalar y visibilizar a Luciana y a nuestras principales propuestas en materia ambiental, juventud, género y por los derechos de los trabajadores. Propusimos una batería de medidas para enfrentar la corrupción y los privilegios de los políticos, planteando la obligatoriedad de que los funcionarios eduquen a sus hijos en la escuela pública y se atiendan en el hospital público.
En la campaña, reafirmamos nuestra decisión de plantarnos con fuerza frente al bipartidismo que viene gobernando y saqueando la provincia. También ratificamos nuestra batalla por una nueva cultura política, que renueve a la izquierda y nos permita avanzar en la construcción de herramientas amplias y transformadoras, que sean útiles para los de abajo. Esto es, una alternativa política efectiva que pueda poner fin al bipartidismo en la provincia; condición necesaria para ir por los cambios de fondo para construir una sociedad más justa.
En pocas semanas, Luciana recorrió decenas de barrios de la Capital y ciudades del interior provincial; participó de numerosas medidas de lucha, acompañando a la Asamblea de Malvinas Argentinas en los bloqueos a la planta de Monsanto y a los trabajadores despedidos de Volkswagen. Desarrollamos numerosas intervenciones callejeras con los principales ejes de campaña: Monsanto, femicidios y violencia de género, la situación edilicia de los colegios, etc.
La militancia logró multiplicar el alcance de las propuestas a puro esfuerzo y en condiciones muy desfavorables. Con cientos de pintadas, miles de afiches pegados y decenas de miles de folletos repartidos. El anegado arrojo y dedicación de los compañeros ha instalado en el centro del debate, temas que los candidatos de los viejos partidos se esfuerzan por esquivar y ocultar.
Raúl Ángel Gómez