Por estas horas el dato político que subordinó todo lo demás fue la operación de la presidenta de un hematoma subdural. Si bien se habría producido por un golpe ocurrido el día siguiente a las elecciones de agosto, recién hace pocos días se legalizaron los problemas que desembocaron en la cirugía. Al cierre de esta edición, se informa que la intervención quirúrgica habría tenido un buen resultado y que la presidenta se estaría recuperando en su habitación. Pero hay mucho, muchísimo más que eso detrás de la noticia.
Lo primero surge de mirar la propia estructura del gobierno. Boudou asumió el mando siendo más interino que presidente. El kirchnerismo lo mira de reojo y quisiera que afecte lo menos posible una campaña que promete repetir los malos resultados de la anterior. El reposo de Cristina se produce en el último tramo de la batalla electoral y posiblemente se extienda después de la votación. Queda acéfalo el comando de la campaña del FPV en la Provincia de Buenos Aires. La pelea del kirchnerismo en la Capital también va a sufrir la falta. Y habrá un gobierno semi-virtual para asumir los resultados del 27 de octubre. Es de esperar que el panorama de fuga de dirigentes hacia otros espacios políticos y la falta de iniciativa se seguirán desarrollando, sin que haya una voz con autoridad para ordenar la tropa y tratar de contener a los heridos y disconformes. Todo esto en un contexto de mayores dificultades económicas, como lo demuestra un presupuesto de ajuste sobre lo público, con porcentajes muy bajos para salarios y muy altos para pagar deuda externa.
La oposición no sorprendió. Sus dirigentes practicaron el cinismo a fondo y mandaron una lluvia de salutaciones y deseos de pronta recuperación. Seguro todos piensan en sacar provecho de la situación para conseguir algunos votos más. Pero también muestran que les preocupa un posible derrape brusco del kirchnerismo, que sacuda el tablero político y los deje completamente desorientados. Son tan profundos los problemas que tiene el país, que un cimbronazo fuerte puede dejar en evidencia a todos los políticos del sistema. Por eso, en los próximos días, seguiremos oyendo declaraciones de ocasión. Al rogar por la recuperación de Cristina, los opositores piden más tiempo para su propia supervivencia. Tanto nerviosismo en las alturas, indica que detrás de la enfermedad de la presidenta, hay un modelo que no va más.
Mientras esto pasa, se dejan ver postales del país que viene. Y se viene con pelea. Los docentes de Chubut llevan más de un mes de paro, movilizaciones masivas, padres tomando escuelas y estudiantes haciendo sentadas para apoyarlos. El mismo gremio en la Provincia de Buenos Aires ha protagonizado varias movilizaciones importantes para rechazar la violencia en las escuelas y reclamar por cuestiones salariales con el resto de los estatales. El jueves 10 hay paro de la CTA. Por otra parte, en el conurbano y en Capital, los molineros protagonizaron un conflicto durísimo durante semanas, con bloqueo simultáneo en varios molinos de la firma Lagomarsino y hasta la movilización de sus mujeres para ocupar el hall de la Secretaría de Comercio, en las propias narices de Guillermo Moreno. También hay una dura pelea en el Htal. Milstein (Ex Francés), contra despidos y amenazas. Y se utilizó el ejército y la gendarmería para realizar un violento desalojo en Santa Cruz.
Así nos dirigimos a las elecciones.
Seguramente los cambios políticos y el aumento de la bronca por abajo se van a expresar nuevamente. Muchos volverán a votar a la izquierda, reafirmando su búsqueda de cambios profundos. Otros seguirán esperando una alternativa con mayor fuerza para dar el salto hacia allá. Pensando en unos y otros, el MST Nueva Izquierda en todo el país seguirá planteando la necesidad de conformar un gran movimiento que una a toda la izquierda política, social, gremial. En pos de ese objetivo presentamos nuestros candidatos y propuestas en casi todas las provincias del país. Estamos construyendo una nueva izquierda tricolor. Más allá de una propuesta de campaña, se trata un proyecto anticapitalista. Que se enfrente a las corporaciones como Monsanto, Botnia, IRSA y Barrick Gold. Que esté con los reclamos de los trabajadores y la juventud. Que se plante contra la violencia de género y las redes de trata, a favor de todos los derechos de las mujeres.
A quienes nos votaron, a quienes votaron a otras listas de izquierda, a todos los que buscan una transformación, los invitamos a organizarse con nuestro partido para pelear por todas estas propuestas.
